Sé que demoro mucho en actualizar esta historia pero sjfeohntfkhtinkjfnmw dios, es muy difícil poner en orden todas las cosas que entran enjuego en esta historia. Hago lo que puedo pero me siento bloqueada :(
de todas formas os traigo un bonito especial de San Valentín. NADA de lo que ocurra en este especial REPERCUTE EN LA TRAMA O FORMA PARTE DE ELLA, así que ¡disfruten!
…
Jungkook abrió sus ojos cuando sintió pequeños jalones en su pijama, viendo, aún medio adormilado, a su hijo de pie frente a su cama.
—Papi- tengo fio’ —Balbuceó, frotando uno de sus ojitos con su puño para disipar el sueño.
—¿Quieres acostarte con papá? Mis abrazos siempre dan calor —Le ofreció Jungkook, enderazandose un poco para extender sus brazos a HyeSung.
El infante, sin planteárselo demasiado, saltó sobre su padre y dejó que este lo alzara por la cama hasta dejarlo en el medio de esta, entre su cuerpo y el de un hombre dormido. El niño pateó las mantas para poder recostarse y hacer que Jungkook, con una risita, tuviera que volver a acomodarlas.
—Buena’-noches, papi —Le dijo con ojitos brillantes el pequeño, acurrucandose en su pecho para buscar calor. Junkook suspiró con una sonrisa enternecida y acarició el cabello de su hijo para que pudiera dormir.
—¿Es algo de padre e hijo despertarme en medio de la noche? —Murmuró de pronto su acompañante, bostezando mientras se desperezaba.
—Calla, está durmiendo —Le regañó Jungkook, haciendo a Taehyung soltar una risa muda, viendo al infante entre los brazos del peliazul.
—¿Ahora dónde voy a acurrucarme yo? Esto de ser padre es peor de lo que pensaba, me quita mi lugar —Hizo un falso mohín, recibiendo un manotazo por parte de Jungkook que seguía acostado en la cama con el cuerpo del niño sobre su pecho.
—Él llegó primero, así que tendrás que conformarte con ser el segundón de la familia —Lo molestó el menor, sonriendo divertido.
—¿El segundón? —Taehyung lo miró completamente ofendido—. No me decías eso esta noche. De hecho, estoy muy seguro de que estabas gritando que era lo mejor que te había pasado en la vida.
Las mejillas de Jungkook se encendieron, haciendo su rostro arder en vergüenza y agradeció que la luz estuviera apagada, haciendo que todo fuera demasiado oscuro como para verlo.
—No digas esas cosas frente a Hye, podría despertar —Carraspeó, apenado.
—No creo. Debe estar exhausto luego de haber estado todo el día con su tío Jin —Taehyung se acomodó de nuevo en la cama, manteniendo su tono de voz adormilado y bajo, con un susurro que acariciaba los oídos de Jungkook de forma melodiosa.
—Al menos hemos podido aprovechar el día para nosotros dos, uhm —Sonrió cómplice, haciendo a Taehyung negar con la cabeza un poco, entretenido.
—Y eso que hemos aprovechado. Ojalá fuera San Valentín más seguido. No todos los días mi novio me modela en lenceria.
—¡No era lencería! —Exclamó en voz baja, sintiendo su rostro calentarse aún más.
—Para mi sí. ¿Ya te he dicho que me encantan tus muslos? Porque lo hacen; los adoro.
—Sí, las marcas que me has dejado en ello me lo confirman bastante —El menor soltó una risita nasal, todavía siguiendo con las caricias en el cabello de su hijo mientras se removía en el colchón con cuidado para ver a su pareja mejor.
Puedo casi imaginar a Taehyung sonriendo angelicalmente en forma de inocencia sólo por el sonidito de “no sé de qué me hablas” que emitió. Pero lo dejó pasar, sólo porque sí se movía para golpearlo juguetonamente acabaría despertando a HyeSung y tampoco quería eso.
—¿Deberíamos ir mañana al parque de atracciones? —preguntó en su lugar.
—Hace tiempo que Hye quiere ir —Taehyung asintió, conforme con la idea—. Podríamos comer por ahí y volver en la tarde.
—Le hará ilusión —Sonrió Jungkook con suavidad, suspirando un poco.
Las comisuras de sus labios se estiraron en una sonrisa caprichosa cuando Taehyung se enderezó en el colchón con cuidado, inclinándose sobre él para dejar un dulce beso sobre sus belfos. Jungkook tomó su nuca con su mano libre para que no se alejara tan rápido, disfrutando del contacto de sus labios por unos segundos más antes de que Taehyung volviera a acostarse y se abrazara a ellos dos, quedando hechos una pequeña bola de piernas enredadas.
Si el clima esos días no hubiera sido tan frío, probablemente habrían muerto por un golpe de calor. Pero Jungkook no se quejaba; estaba encantado, de hecho. Tanto que no pudo dejar de sonreír ni siquiera cuando volvió a escuchar la respiración acompañada de su novio y su hijo, ambos plácidamente dormidos.
Se permite contemplarlos un momento más antes de cerrar los ojos y acurrucarse más, con su hijo entre ambos removiendose entre sueños mientras balbuceaba algo.
Jungkook no podía pedir nada más que eso.
…
Si las noches eran tranquilas, entonces las mañanas eran todo un caos. Despertar a esos dos príncipes durmientes era toda una odisea para Jungkook, quien tenía un sueño muy ligero y poca dificultad para despertar.
Tanto HyeSung como Taehyung estaban regados en la cama, profundamente dormidos, cuando el peliazul volvió de la ducha ya vestido. Encaró una ceja, cruzándose de brazos en el marco de la puerta mientras veía a su pareja y a su hijo en misma exacta pose. HyeSung era como la calcomanía perfecta de su otro padre, pero en versión infantil.
Ambos compartían ese ADN de oso en plena época de hibernación que les impedía abrir ojo por las mañanas. Tae y Hye eran demasiado nocturnos, en formas muy diferentes. Mientras que HyeSung haría un berrinche para no irse a dormir y poder seguir jugando o viendo caricaturas, Taehyung estaŕia más que encantado de ir con él a la cama solo para poder enredarlo entre sus brazos y besarlo toda la noche; ¡cómo si la gente no tuviera cosas que hacer a las mañanas!
No mentiría; a Jungkook le encantaba. Amaba ver a su novio batallar con los lloriqueos de Hye mientras le dedicaba significativas miradas de ayuda, ¿pero hacía algo? No, por supuesto. Su venganza por dos años de ausencia, pensaba mientras se reía internamente como un villano de Disney de las películas que su hijo veía. También amaba poder tener un rato a solas con Taehyung una vez lograban poder a dormir al infante y poder disfrutar del calor de sus brazos mientras se besan con sonrisas en sus rostros. Se convirtió en su pequeña rutina y ahora es mucho mejor que nunca.
—¡A despertar, vamos! —Jungkook sacudió a su novio sin cuidado, haciendo que este se quejase y se removiera mientras que el peliazul iba al otro lado de la cama para hacerle cosquillas en los pies a su hijo—. Vamos, bebé, hay que despertar.
El infante balbuceó, lloriqueando un poco por no poder seguir durmiendo.
—No, no, Hye, tienes que despertar —Jungkook río al verlo buscar la cobija para volver a cubrirse cuando éste se la retiró, esperando que así abriera los ojos—. Vamos, bebé, el desayuno ya está calentito y esperando por tí —Besó todo su rostro con dulzura, dejando besos babosos en las mejillas, frente y en la punta de la nariz del pequeño. Éste se removió riendo, finalmente abriendo los ojos y saltando de la cama al cuello de su padre para abrazarlo. Éste lo tomó sin problema y luego lo dejó en el suelo cuando el niño palmeó su hombro un poco, balbuceando aún con sueño.
Entre tropiezos se dirigió fuera de la habitación, yendo a la cocina a por su tan ansiada comida.
—¿Para mi no hay despertares así de dulces? —Escuchó Jungkook mientras miraba sonriente a su hijo entrar a la otra estancia. Volteó con una sonrisa irónica y una ceja enarcada, viendo a Taehyung desperezarse sobre la cama de forma exagerada.
El peliazul se acercó a él, inclinándose para darle un largo pero superficial besó, suspirando sobre sus labios con gusto cuando Taehyung lo abrazó por la cintura, tirándolo consigo a la cama y haciendo que ambos rieran.
—Para tí hubo unas lindas noches, no puede tenerlo todo, Tae —Bromeó, golpeando con su dedo la punta de la nariz del castaño.
—¿Quién dice que no? —preguntó burlón, volviendo a acercarse a Jungkook para poder besarlo. No obstante, este lo detuvo colocando su dedo índice sobre sus labios, negando entretenido.
—No más besos hasta que te levantes, te laves los dientes, te duches, desayunes, hagas la cama porque hoy te toca, vistas a Hye y te prepares para irnos.
—Eso es como… —Taehyung se calló un momento, haciendo el cálculo en su cabeza—. ¿¡No más besos por dos horas!?
—Si eres ágil puedes reducirlo a una hora y media.
—Eres tan cruel —lloriqueó Taehyung, rodando por la cama de forma dramática hasta quedar en el borde—. Entonces yo tampoco voy a besarte en todo el día.
—Creo que podré sobrevivir, sin embargo creo que a tí te costará un poco más —Repuso, enarcando una ceja.
Y Taehyung debió darse cuenta de que aquello era verdad, porque siguió lloriqueando como un niño haciendo que se cayera de la cama. El castaño era por mucho es más cariñoso de la relación, siempre buscaba el contacto físico, tanto besos como abrazos o simplemente caminar dándose la mano, además de que era quien solía tomar ese tipo de iniciativas en público mientras que Jungkook prefería mantener sus muestras de afecto más a puerta cerrada. Así que sería Taehyung quién más iba a sufrir por su castigo si es que llegaba a llevarlo a cabo, lo cual ambos sabían que no sucedería.
—¡Pá! —Escucharon desde la cocina no muchos segundos después, haciendo que se encaminaron hasta ahí rápidamente sólo para ver al pequeño infante batallar con la silla, intentando acercarla a la encimera para subirse y poder tomar un cubierto.
Jungkook soltó una risa enternecida y lo ayudó a mover la silla, que se había quedado atascada con una de las patas de la mesa.
Taehyung en tanto le dio los buenos días a su hijo y se encaminó al baño,iniciando así otro día normal en su familia.
…
No había forma de que a HyeSung le pudieran brillar más los ojos que en ese momento, mientras lo miraba todo con la ilusión clásica de un niño. En el medio de sus padres, dándole una mano a cada uno para no perderse, caminaba dando saltitos por el parque de atracciones y soltaba una exclamación cada vez que pasaban frente a algún puesto o máquina, completamente ensimismado por las luces de vibrantes colores y los fuertes sonidos que había por todos lados.
—¡Pás, ahí, ahí! —Chillo con emoción señalando el puesto de autos de choques.
Los dos adultos se miraron un momento antes de encogerse de hombros y asentir, yendo ahí con grandes sonrisas en sus rostros mientras veían a su hijo querer deshacerse de su agarre e ir corriendo. Sin embargo no lo permitieron y lo mantuvieron a su lado todo el tiempo, sólo por si acaso.
—¡Quiero con papá Tae! —dijo HyeSung de nuevo mientras pagaban la entrada.
—¿Me vas a abandonar por papá Tae? —Jungkook lo miró con una mueca triste, haciendo a Hye negar con la cabeza.
—No seas envidioso, Kook. Mi príncipe ya ha elegido y te toca ir solo —Reprochó Taehyung, con la comisura de sus labios estiradas hacia arriba mientras tomaba al infante en brazos—. Vamos a machacar a tu padre, ¿te parece?
HyeSung asintió emocionado, aunque no parecía entender muy bien lo que significaba.
Taehyung fue quien tomó el asiento del pasajero en los pequeños cochecitos de plástico duro, dejando al niño conducir pero manteniendo siempre un ojo en él por si debía girar el volante rápidamente para evitar un fuerte choque con alguno de los otros jugadores.
—¡Cuidado! —Exclamó el castaño, sin poder evitar acabar metido en un atasco con otros tres coches que se chocaban compulsivamente al intentar salir.
Hye soltaba carcajadas altas y divertidas, siguiendo girando el volante como un loco para seguir teniendo esos micro choques con los demás, hasta que finalmente lograron escabullirse de allí.
—¡A por pá! —dijo HyeSung con inocente malicia, girando el volante con maestría para buscar al peliazul en la pista. Cuando lograron ubicarlo, se apresuraron a él para chocarlo antes que ningún otro.
Taehyung reía a carcajadas al ver a su hijo conducir con toda la seguridad del mundo a pesar de su torpeza, logrando chocar a tres coches que se atravesaron en su camino. Jungkook no parecía haberlos visto cuando lo golpearon por atrás. El chico los miró casi ofendido por semejante traición y giró el volante rápidamente para devolverles el golpe, aunque Taehyung logró evitarlo y huir de ahí mientras Hye tapaba su boca con sus manos, riendo maliciosamente.
—¡Sois unos traidores!
Tanto Taehyung como HyeSung voltearon sobre su hombro y le sacaron la lengua, huyendo lo más rápido que aquellos cochecitos les permitían del cabello pitufo que los perseguía con intenciones de golpearlos. Por supuesto las prisas hicieron que acabarán siendo golpeados por otros cinco participantes y, finalmente, fueron atrapados por Jungkook que no dejo de golpearlos por el costado de Taehyung hasta que la partida terminó.
Tuvieron que tomar al infante en brazos porque se negaba a abandonar la atracción, pero pareció olvidar la existencia de esta cuando vio la montaña rusa y, con sonrisas en sus rostros, Jungkook y Taehyung supieron que iba a ser un día muy largo.
...
¡FELIZ DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD!