。゚AL RITMO DE SALSA Y BACHATA...

By NaniIronapple

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╰───────────➤ Uraraka sólo quería aprender ese baile tan, a su parecer, exótico, ¿y qué mejor oportunidad que... More

⚠️ACLARACIÓN⚠️
『0. Prólogo』
『1. Salsa Casino』
『2. Invitación forzosa』
『3. ¡¿Bakugo?!』
『4. 1, 2, 3-5, 6, 7』
『5. Prácticas』
『6. Un baile nuevo』
『7. Distraída』
『8. Otros tres』
『9. Pensamientos』
『10. Mensaje』
『11. Fin de semana』
『12. Clase de Bachata』
『13. Ayuda』
『15. Presentaciones』
『16. Palabras』
Orgullo
『17. Compañero』
『18. Básico II』
『19. Cara de Ángel』
『20. Algo pasa』
『21.Pareja』
『22. Pasantías』
『23. Ambiente navideño』
『24. De vuelta』
『25. Al aire libre』
『26. Aclaración』
『27. Aceptación』
『28. Última clase』
『29. Nuestros mejores años-Epílogo』
AGRADECIMIENTOS Y NUEVAS HISTORIAS

『14. ¡¿Descubiertos?!』

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By NaniIronapple


—Necesito que me ayudes con los pasos de la semana pasada.

Uraraka jura que no ha escuchado una oración tan rara en su vida. Y que sea de la boca de Bakugo Katsuki, tampoco ayuda a su incredulidad.

Había llegado puntual a donde el chico le había dicho –inventándose mil y un excusas con Tsuyu cuando la vio volver a salir. Ni hablar de Tenya o de Midoriya-, Bakugo le había esperado en un punto intermedio, una vez que la había visto la había llevado un poco más alejados de los edificios, a un pequeño matorral no muy lejos de allí. Aunque estaba un poco extrañada por el lugar, no pensó que el motivo que Bakugo le llamara fuese para eso. O sea, no es como si tuviera en mente una cosa en específico para que la llamara, ¡pero definitivamente ese tema en particular no era algo que le pasó en la cabeza!

— ¿Eh? –porque es lo único que puede decir en ese momento. Su cerebro parece no procesar la información recibida, intentando darle mil vueltas y repetir la frase incontables veces, ¿habrá escuchado mal? Definitivamente. Tal vez y esa situación sea producto de su mente cansada y adormecida por la comida.

Sí, debía de ser eso.

— ¿Qué no me escuchaste, Cara Redonda? ¡Dime los pasos de la semana pasada! –Cuando lo repite, el cerebro de Ochako parece conectar –como en una animación de caricaturas- miles de neuronas rápidamente, hasta que la frase de Bakugo parece cobrar sentido.

Bakugo quería que le ayudara a recordar los pasos de la semana pasada.

¡Sencillo!

—Ah, ok –pero procesar la información cerebro-boca es más difícil de lo que creía. ¡Es que era tan descabellado y tan repentino! ¿Por qué...? No hay lógica, por lo menos en su mente, sigue sin saber las razones por las que Bakugo sigue yendo –y no es la única, pero eso ella no lo sabe-, pero nunca pensó que, fuera de las clases, el chico buscara su ayuda-. Ok –repite, como si esa frase le ayudara a entender todo el desconcierto que siente en estos momentos.

— ¿Lo harás o no, maldición? –espeta, molestia en su tono para ocultar la vergüenza que le da pedirle semejante cosa a la Cara Redonda. Por obvias razones la Alien está descartada, y no iba a hacer con el Pelo de Mierda. Así que todo recae en Uraraka, quien parece estar en otro mundo, al parecer-. Si no quieres solo debes decirlo, estúpida, tampoco te voy a obligar –dice, porque es verdad, es sólo un pequeño "favor" –aunque el gran Katsuki Bakugo no pide favores, pero éste es uno de esos- que le pide y que, espera, no se vuelva a repetir.

Se había salvado del cambio de clases y que ese día dieron esa mierda de "Barquilla" –ni se acuerda del nombre de mierda- y no "Salsa", porque jura que, a la primera equivocación de su parte, terminaría explotando todo. No es como si le importara el baile de mierda, sólo le parecía entretenido y punto –aun sin descubrir la razón real del por qué seguía yendo, pero ese era otro tema-, un pasatiempo de fin de semana, además de los entrenamientos, que lo hacía salir y no querer explotar algo y recordarse a sí mismo que la vida es más que sólo estudiar para ser un héroe. Sigue siendo un chico, con pasatiempos normales, intentando hacer cosas normales.... Los villanos no van a esperar, hay gente muriendo, personas secuestradas, niños perdidos, mujeres siendo abusadas y la lista sigue hasta volverse eterna.

Pero, por el momento sólo quiere ser un chico normal, con problemas normales, y esos problemas implicaban unos pasos de mierda de hace dos semanas que ya lo tenían hasta el culo por lo irritante que era no recordarlos.

—No, está bien, lo haré –la respuesta, tan sincera que salde Uraraka, le hace observarla, no esperaba que aceptara a la primera, pero bueno, aceptó ir hasta la ubicación y hora que le dijo, eso no era nada a su parecer-. Y bien, Bakugo-kun, ¿qué pasos, en específico, necesitas recordar?

Uraraka había visto la duda en los ojos de Bakugo, pareciendo –aunque no demostrándolo- arrepentido por haberla llamado, pero le ayudaría, si el chico se había tragado su orgullo –el cual era mucho- para pedirle sólo ayuda para eso, por supuesto que lo ayudaría, el trabajo de un héroe era ayudar a cualquiera que lo necesitara, ¿no es así?

—Todos –responde, pareciendo relajar los músculos y dejar de estar tan tenso-. Los últimos tres.... Intenté recordarlos, pero la porquería no.... Sale, ¡mierda! –Exclama, al recordar la frustración que sentía –y que siente- al no poder repetir los pasos- ¿Tú los recuerdas, no? Entonces me puedes ayudar con esta mierda –concluye.

Uraraka quiere reír de lo irónico y bizarro que era esa escena, nunca, ni en más alocados sueños, ni siquiera una realidad, bajo drogas o sustancia alucinógena, podría imaginar que estaría en esta situación, con Bakugo Katsuki, cerca de los dormitorios de primer año, a las cinco de la tarde –aunque, por la posición del sol, está segura que pronto darán las seis-, con éste pidiéndole ayuda para recordar unos pasos de una clase que vieron hace dos semanas.

¡Simplemente una locura!

—Bien, Bakugo-kun, comencemos –y se acerca, levantando ambos brazos para que el chico la tome en primera posición y ayudarle a recordar.

Este iba a ser el día más intenso y loco que podría contar a sus padres o cuando fuese mayor en una anécdota muy extraña.

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AL RITMO DE SALSA Y BACHATA

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Casi anochece cuando, luego de muchos gritos, pisadas, maldiciones y una explosión que casi llama la atención de un chico de primero, Uraraka y Bakugo terminaban de repasar los pasos de la clase pasada –incluso, con mucha vergüenza y risas nerviosas de por medio, pudieron repasar los pasos de la clase de "Bachata" a petición de Ochako-.

Uraraka descansa en el suelo, agradeciendo la botella de agua que Katsuki había traído para ella, bailar era más agotador de lo que se veía. Bakugo está más alejado de ella, no mucho, sentado igual que ella, empinándose su propia agua –casi pareciendo ahogarse con ella-. No dicen nada, no sienten mucha necesidad de hacerlo por el momento, primero deben refrescarse y luego, tal vez, se vayan. No falta nada para que anochezca y saben que eso despertará la duda de los demás a verlos llegar a los dos –aunque no al mismo tiempo- a esas horas.

—Es hora de irnos, Cara Redonda –dice él, levantándose de un salto, extiendo una mano hacía la chica. Uraraka no quiere levantarse, sólo quiere quedarse allí un rato más hasta que el cosquilleo de sus piernas desaparezca-. Levántate que a esta hora comienzan a molestar los mosquitos –y como si fuese una especie de invocación a esos seres, se da un fuerte golpe en el brazo, matando a uno en el proceso.

—Bien, bien, ya voy –no hay mucha fuerza en su voz, está agotada. Primero una confesión –que no iba a su persona pero tuvo que ayudar a su amigo-, luego el que Bakugo le pidiese ayuda, luego el tener que devolverle los gritos y tener mucha paciencia para que el chico no fuese a explotar. Mucho para procesar a su corta edad y más con el sueño que la invadía en ese momento. Termina aceptando la mano que le extiende Katsuki, quien le jala para que se levante y comienzan a caminar.

No les toma mucho tiempo llegar a los dormitorios, Uraraka propone que ella entre –usando su Quirk- por la terraza de su habitación, así nadie sospecharía que estuvieron juntos y ella pondría la excusa de que había llegado cuando los demás no habían prestado atención. Y Katsuki acepta, después de todo no era mal plan y, coincidiendo con la chica, no llamaría a atención por llegar ambos a esas horas de la noche.

Se dan una corta despedida –bueno, Uraraka lo hace, Katsuki sólo da un sonido vocal que, ella interpreta, es un "Buenas noches"- y el plan comienza. Asegurándose que nadie esté viendo por las ventanas, activa su poder, elevándose lo suficiente para llegar a su terraza y caer sin hacer ruido, en momentos como estos es buena idea tener sin seguro la puerta corrediza del balcón.

Su estómago ruge, necesita alimentarse luego de quemar calorías con los movimientos de antes, pero primero un baño, sabe que eso sí levantará las sospechas de los demás, pero oler a sudor la delatará más, tal vez y pueda evitar que la interroguen si dice que sólo está en sus día y que se había manchado mientras estaba dormida. No era una buena excusa, pero sí lo suficientemente convincente.

Así que luego de un refrescante baño, baja a comer, por supuesto que Tsuyu le preguntaría el porqué de su repentino cambio, pero dando su respuesta, no dijo nada más, además de que tampoco podría cuando una muy enérgica y sonrojada –porque se puede notar las manchas más oscuras en sus mejillas- Mina se le tira encima, gritándole unas gracias tan cerca de la oreja que casi la deja sorda.

Se aturde por un momento, intentando recordar el por qué Ashido le está dando las gracias de manera efusiva. Su mirada choca con la Kirishima, muy lejos de la escena, no queriendo separarse mucho de Mina, pero dándole su espacio, él le sonríe, un sonrojo menos evidente pero ahí está. Sus ojos con el brillo de los enamorados, de alguien que pudo confesar su amor y fue correspondido.

No puede evitar dar un chillido junto con Mina, se siente feliz por su amiga y orgullosa de ella misma ¡había logrado formar una pareja! Eso no lo haría cualquiera.

Y mientras Mina explicaba la causa de su alegría a Tsuyu, quien parecía estar perdida al no entender la emoción de Ashido, Uraraka alzaba el dedo en dirección a Kirishima, dando sus felicitaciones.

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AL RITMO DE SALSA Y BACHATA

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El lunes, cuando Uraraka llega al salón junto con Tsuyu, no entiende las miradas que le dirigen las chicas –bueno, Jiro y Momo, pero puede sentir la de Hakagure sobre ella de igual manera-. No hay muchas personas aún, menos de la mitad, aunque sabe que no faltarán los demás, después de todo, cuando apenas iba saliendo los otros terminaban de alistarse escuchando los gritos de Iida sobre que hay que respetar la puntualidad de las clases y que de allí no se iría hasta que el último ellos saliera por la puerta.

—Buenos días, chicas –saluda, cuando llega a su asiento donde todas parecen esperarlas- ... ¿Pasó algo...? –tantea, sin entender la tensión y la seriedad en sus facciones.

—No lo sé, Uraraka-san, ¿pasó algo? –pregunta Hakagure con cierto tono acusatorio. Uraraka ladea la cabeza, igual que una niña pequeña que no entiende la pregunta-. Ya sabemos tu secreto y con quién sales todos los sábados –Uraraka intenta –de verdad que lo hace- que su mirada no vaya al puesto de Bakugo. Está segura que el chico está escuchando todo, ¿y cómo no hacerlo si la voz de sus amigas parecen megáfonos en medio del silencio?

— ¡No sé de qué hablan chicas, no salgo con nadie los sábados! –niega, sabe que si se le sale el mínimo comentario que implique el nombre de Bakugo el salón –y su persona- serán reducidos a meras cenizas debido a las explosiones del chico- ¡¿De dónde sacan esas cosas?!

— ¡No intentes mentir, Uraraka-san! –Rebate Hakagure, siendo apoyadas por las otras dos, quienes dan un asentimiento-. ¡Te vi el sábado! ¡Los dos estaban en el área de comida y estaban de lo más acaramelados! -¿Acaramelados? ¡¿En qué momento Bakugo y ella habían parecido así?! ¡El chico y apenas la soporta sólo en las clases y de vez en cuando! Un pequeño grito de parte de Hakagure le saca de sus pensamientos, aunque eso y las risas –escandalosa de parte de Jiro y delicada de parte de Momo- también ayudan... ¡¿Era acaso una broma de cámara oculta?!

—Calma, Uraraka-san, no tienes que poner esa cara de trauma por no querer decirnos de tu relación con Kirishima –tranquiliza Jiro, cuando todo se calma.

Logrando la atención, ahora sí, de todo el salón, incluso del mismo Kirishima que venía entrando de la mano con Mina –aunque ese detalle parecen no verlo-.

— ¡¿Cómo?! –Pregunta –o más bien grita- Kirishima al escuchar esa acusación-. ¡Te juro que Uraraka y yo no tenemos nada! ¡Ella sólo me ayudó! –explica él, en dirección a Mina, quien no parece enfadada, sino aturdida por lo que acaba de escuchar. Mientras Kirishima parece entrar en un ataque de pánico, Mina se ríe de la situación.

— ¡¿Uraraka cómo que estás saliendo con Eijiro y no me dijiste?! –Pregunta ella, intentando que la risa no delatara lo divertida que estaba de la emoción-. Eiji, de haber sabido que el sábado (cuando estabas pidiéndole ayuda a Uraraka) era para declarártele –hay una fingida mueca de tristeza-, y pensar que estoy separando a tan bella pareja.... ¡Ahora seré conocida como una gata rompehogares! –dramatiza, colocando la mano que tenía libre en su pecho.

— ¡Mina! –Reclama Eijiro, parece molesto con ese comentario. Mina sonríe con más ganas, dando un beso en su mejilla, en la cual un fuerte sonrojo aparece.

— ¡Ustedes están saliendo! –la primera en gritar aquello había sido una impactada Hakagure.

—Así es –contesta Mina, pegándose un poco más a Eijiro.

— ¡¿Pero desde cuándo?! –la segunda es Jiro, aunque no grita, su volumen de voz sube unos tonos demás.

—Desde el sábado con cierta ayuda de Uraraka.

— ¿Entonces no estás saliendo con Uraraka-san? –Momo, tan tranquila como siempre, hace su pregunta.

—No, Yaoyorozu –resopla Kirishima- ¿De dónde sacaron que estoy saliendo con Uraraka en primer lugar?

— ¡Yo les dije! –Dice Hakagure-. Los vi el sábado, estaba con unas primas en ese centro comercial (venden cosas muy buenas para la piel, por cierto) cuando pasamos por el área de comida y los vimos. Uraraka estaba tomando el rostro de Kirishima y sonreía emocionada...

— ¡¿Qué más viste luego de eso?! –interrumpe Mina, pensando en lo mismo que Uraraka y Kirishima. Y lo que Bakugo –que en ningún momento había volteado aparentando desinterés- también estaba sospechando.

¡Eran muy jóvenes como para dejar herencia! Bueno, no tenían a nadie más que sus padres o hermanos que dejárselo, ¡pero igual! No habían vivido lo suficiente como para morir a manos de Bakugo.

— ¡Más nada! –La respuesta de Hakagure los hace suspirar en conjunto, sin darse cuenta que habían retenido ese aire-. Sólo escuché la voz de Mina y cómo venía en dirección a ustedes, pero mis primas me jalaron y no pude ver nada más.

— ¿Sólo viste a Mina?

—Así es, Kirishima-kun.

—No moriré hoy –suspira, haciendo a los demás verlo. ¿Qué era tan peligroso como para no querer que alguien más lo viese?

—Cuento tres y ya todos están sentados, ¿y adivinen qué? Ya llevo dos –el profesor Aizawa, tan alegre como siempre, llega con su paso cansino al aula, logrando que todos vayan rápidamente a sus asientos, sentándose correctamente en sus lugares-. Hoy hablaremos...

Y la clase comienza, con la desgastada voz de Aizawa relatando lo que harían hoy.

Uraraka se permite dar un vistazo a donde está sentado Bakugo –en ese nuevo año habían movido a todos a nuevos asientos, según Midnight, la encargada de sus asientos, era para que tuviesen nuevos aires ese año-. No está tan lejos, en su misma línea horizontal, luego de Ojiro. El chico está recargado en su mano, escuchando la charla de Aizawa, indiferente a lo que pasa a su alrededor y lo que acababa de pasar.

Tal vez fue una casualidad, o fue que se quedó mirando más de la cuenta y Bakugo habrá sentido su mirada, pero Katsuki voltea, no del todo, lo suficiente para que no se note, y sus ojos conectan con los de Uraraka. La chica le sonríe y él chasquea la lengua, volviendo a prestar atención a lo que su profesor dictaba.

Por poco, piensan ambos, al recordar el susto que pasaron en el momento en que Hakagure dijo que vio a Uraraka con alguien. Por poco y descubren a Bakugo. Por poco y Uraraka se queda sin pareja de baile –porque lo sabe, o por lo menos lo intuye, al momento en que descubran que Bakugo está en esa academia de baile lo dejará y ella quedará a la deriva sin nadie-. Por poco y Bakugo cometía algo de lo que se arrepentiría –amenazar a sus compañeros, por mucho que parece gustarle, le desagrada, eso sólo lo hace ver como un villano-. Mucho "por poco", pero ninguno se cumple, por el momento.

Debe estar precavido, con el Pelos de Mierda fue un descuido, con él.... No lo sabe, ni siquiera quiere pensarlo.

Pero no lo descubrirán, le gusta mucho asistir a esa mierda como para dejarlo al inicio. El gran Bakugo Katsuki no dejaba nada sin completar, ni siquiera por error. Sabe la frustración inmensa que crecerá en él si lo hace. Aún le falta una respuesta del por qué sigue yendo, pero parece tener un inicio.

Lo único que le molesta es que ese jodido inicio tenga el nombre de la Cara Redonda en él.

¿Adivinen quién no se fue a inscribir por culpa de los autobuses?

Próximo capítulo habrá presentación en el salón, la cosa es: ¿Bakugo querrá participar?

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