╰───────────➤ Uraraka sólo quería aprender ese baile tan, a su parecer, exótico, ¿y qué mejor oportunidad que en la academia que Mina le había recomendado?
╰───────────➤ Bakugo sólo quería que Kirishima dejara de joder, y si con ir a una clase de...
Antes de empezar a leer, querid@ leyente, quiero darte mis sinceras disculpas por este capítulo 😿
No hay nada malo en él, sólo que siento que no me quedó tan bien.
Espero que logres disfrutarlo y me des tu opinión 💗
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El mes pasa tan rápido que ni siquiera lo notan, sienten que de una hora a otra han llegado ya a la mitad de Junio y ellos aún ni enterados.
Ese miércoles no había mucha novedad, el tema del noviazgo entre Kirishima y Ashido pasó tan rápido como se anunció –después de todo, muchos afirmaban que era un hecho que tarde o temprano tendría que pasar-. Aun con la conmoción inicial –y los gritos de Kaminari acusando de traición a Kirishima por no haberle contado de su "Crush" con Ashido y menos pedirle consejos-, todo pasó en relativa calma.
Lo que sí impactó a toda la clase, además de la confesión, fue el saber que Kirishima, Mina y Uraraka estaban en una escuela de baile. Los que sí sabían –es decir, Momo, Hakagure, Tsuyu, Todoroki, Iida, Midoriya y Bakugo- ni siquiera se extrañaron. Tuvieron que confesar por accidente de Mina, cuando ésta reveló que todos los sábados ellos –sin especificar número- salían para ver clases de baile de "Salsa".
Se lo esperaban de alguien como Ashido, después de todo, sabían la afición que la chica tenía al baile, pero ¿Uraraka? ¡¿Y Kirishima?! No, era algo que ni en sus más locos sueños pudieron imaginar.
Debido a que un profesor faltó y no podían irse temprano debido porque tenían prácticas en la tarde –y menos adelantarlas, cosa que les molestaba aún más-, les habían dado dos horas libres dentro del salón, sólo podían salir si era debidamente necesario –como ir al baño. Aunque escaparse nunca estaba demás para comprar algo ligero que comer- y con un pase que sólo los delegados podrían darle.
Cada quien se dispersó en grupos diferentes, todos con las personas que mejor les caía y con quién mejor se llevaban. Aunque unos pocos estaban en su pupitre, sin querer relacionarse con los demás para descansar un rato o repasar los temas, que según ellos, vendrían en los próximos exámenes.
Ya ustedes imaginarán quienes eran.... O más bien quién estaba intentando convencer a su grupo para que volvieran esas horas en momentos de estudio. Por supuesto que no aceptaron, pero la insistencia de Iida era algo de admirar.
—Oi, Kirishima, Ashido, ¿y cómo les va en las clases? –Sero hace la pregunta cuando el tema de conversación de antes –Kaminari atentando contra su vida al provocar a Bakugo- finaliza. La pareja le mira, sin entender la pregunta que les hace-.... No estas –aclara, al ver su confusión-, ya saben, de la academia a la que asisten.
Y ahí ambos logran entender. Al principio, cuando lo explicaron, nadie les hizo más preguntas de las debidas y el tema acabó de forma inmediata. Esta era, por así decirlo, la primera vez que alguien les preguntaba por su progreso.
