Wei Wuxian se quedó completamente quieto cuando escuchó la solicitud de A-Yuan. Todo su entusiasmo y felicidad anteriores se desvanecieron como si estuviera sumergido en agua helada. Toda la fuerza abandonó sus manos y ahora estaba haciendo todo lo posible para no dejar caer al niño que sostenía. Fue una sorpresa para él que el niño quisiera ir a jugar con los perros. ¿Cómo podría alguien pasar tiempo con esas criaturas viciosas?
Pero supuso que todos tenían sus gustos y disgustos, incluso si a otras personas les costaba entenderlos. Cada individuo estaba feliz o triste debido a diferentes eventos y Wei Wuxian sabía que las emociones no eran tan fáciles de controlar. Él mismo tenía un buen número de algunas cosas raras con las que nadie creería que podría estar encantado. Dudaba que otros entendieran por qué estaba tan agradecido con sus maestros por las cosas más simples y podía regocijarse con una sola palabra.
Entonces, incluso si a A-Yuan le gustaban los perros mientras él mismo estaba muerto de miedo por ellos, era solo otro ejemplo. Desafortunadamente para él, uno que no podría explicarle al niño. No quería que A-Yuan se sintiera decepcionado o triste si rechazaba su solicitud. Tendría que hacer todo lo posible para apaciguarlo. ¿Quizás el niño estaría satisfecho con él mirando desde la distancia? Pero de esa manera, realmente no podría jugar con él.
El corazón de Wei Wuxian se estaba rompiendo; había sido tan feliz hace un momento cuando su maestro le permitió pasar tiempo con el inocente niño. Aunque ahora, preferiría ir a hacer sus deberes que ver a los perros. Por otra parte, al final todo fue lo mismo, pensó con un agudo arrepentimiento que inmediatamente ahuyentó, sus deberes eran cuidar de las criaturas, así que no importaba de todos modos. Tendría que pasar un poco más de tiempo con ellos de lo que había previsto.
Miró al niño en sus brazos e inmediatamente se sintió culpable. El rostro de A-Yuan se puso triste, toda su emoción y felicidad anteriores se habían ido. ¡No, no quiso decepcionar al niño con sus propios problemas y temores! Tenía que dejarlo hacer de inmediato que iría a jugar con él donde quisiera.
Sí, estaría bien, él podría hacer esto. Si tuviera la intención de mantener al niño feliz y sonriente, trataría de no mostrar su miedo. Ya había estado dentro de las perreras ayer y era soportable, incluso había pensado que los perros de Cloud Recesses eran algo menos aterradores y feroces que los que le habían ordenado cuidar en Nightless City . Todo iría bien, sí, y también por un tiempo.
Se armó de valor, decidió enfrentarse al niño y demostrarle que estaba de acuerdo en ir a jugar con los perros. Esperaba que A-Yuan volviera a animarse y fuera feliz. No tenían mucho tiempo, Lan Wangji todavía estaba esperando para llevar a cabo su inspección del trabajo de Wei Wuxian, no podía permitir que su maestro pasara mucho tiempo mirándolo con detenimiento.
Después de todo, seguía siendo un sirviente, y los sirvientes debían cuidar de sus amos y de la casa en la que se les permitía vivir. Incluso si su actual amo ya le había dado varias oportunidades para relajarse y tomarse un descanso de sus deberes, no debería olvida su lugar. Sin embargo, una hora más o menos no podía lastimar a nadie. Trabajaría el doble de duro después para recuperar el tiempo perdido.
Deseó que su cuerpo comenzara a escucharlo nuevamente y relajó su agarre sobre A-Yuan. Solo ahora se dio cuenta de que probablemente había estado lastimando al niño con la fuerza con que sus manos lo envolvían. Estaba agradecido con el niño por lo paciente que era; no volvió a llorar por su culpa cuando tendría todo el derecho de hacerlo, debió estar asustado por su reacción.
Trató de sonreír al niño para calmar sus nervios pero no sabía si lo había logrado o no. Había pasado tanto tiempo desde que tenía la cabeza lo suficientemente despejada como para estar en posición de tranquilizar a alguien. Lo hizo al principio cuando los Jiangs lo adoptaron, pero pensó que había perdido esta habilidad hace mucho tiempo. Después de un tiempo, especialmente después de haber regresado de Nightless City, sabía que ya no podía convencer a Jiang Yanli con su sonrisa. Aunque ella nunca dijo nada, lo entendió por sus ojos preocupados.
Pero tal vez un niño no tenía instintos tan agudos y no lo conocía lo suficientemente bien, existía la posibilidad de que si realmente lograba poner una sonrisa en sus labios, A-Yuan ya no se vería tan abatido. Hizo todo lo posible, rezando para que el resultado fuera al menos la mitad de convincente de lo que esperaba. Para agregar un poco más de efecto a su acto, también levantó la mano y comenzó a acariciar al niño en la cabeza nuevamente.
Sí, parecía estar funcionando, le tomó a A-Yuan solo uno o dos segundos dejar de verse triste y animarse. La sonrisa volvió a su rostro de bebé y sus ojos tenían destellos felices en ellos. Wei Wuxian se sintió aliviado al ver la reacción del niño. Siendo tan joven, probablemente no entendía muchas cosas, así que fue fácil convencerlo. ¿Cómo se comparó la felicidad del niño con su breve incomodidad de tener que acercarse a los perros? Con mucho gusto haría eso y más solo para ver una sonrisa en el rostro de A-Yuan.
"¡Hermano mayor Triste, hermano mayor Triste!" gritó el niño con entusiasmo y se retorció en sus brazos para que lo dejaran en el suelo. Vámonos ahora. ¡Déjanos ir!"
Era realmente adorable cómo el niño estaba tratando de instarlo a que se fuera de inmediato. Quería obedecerle y llevarlo a ver a los perros pero no podía hacerlo todavía, no sin la aprobación de su amo. Miró a Lan Wangji y se sorprendió al ver que su maestro lo estaba mirando. Esperó por cualquier señal de ser liberado para poder tomar A-Yuan e irse.
Sin embargo, parecía que Lan Wangji estaba a punto de ir con ellos. Se paró junto a él, mirando silenciosamente hacia la dirección donde Wei Wuxian sospechaba que era la salida más cercana al exterior. ¿Realmente venía con ellos? No era que a Wei Wuxian le importara, y A-Yuan aparentemente no tuvo problemas con eso, en realidad estaba extrañamente emocionado. Y una vez que el niño tuviera suficiente de jugar, podría reanudar su agenda anterior sin la debida demora.
Al mismo tiempo, sin embargo, hubo una voz algo aterrada y urgente que decía: "¡Alto!"
Wei Wuxian se detuvo en seco de inmediato, fue Jiang Yanli quien los llamó. “Segundo Joven Maestro Lan, por favor espere. No lleves a mi hermano con los perros ". Hubo una pausa clara en su discurso y luego agregó con una voz pequeña e insegura, no mucho más que un susurro: "Él no es bueno con ellos".