Tenías que ser tú. |Draco Mal...

By 011204j

11.1M 858K 1M

Claro... tenías que ser tú, siempre fuiste tú. Fecha de publicación: 29/09/2020. Fecha de finalización: 09/1... More

Bienvenida.
Comienzo.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.
58.
59.
60.
61.
62.
63.
64.
65.
66.
67.
68.
69.
70.
71.
72.
73.
74.
75.
76.
77.
78.
79.
80.
81.
82.
83.
84.
85.
86.
87.
88.
89.
90.
91.
92.
93.
94.
95.
96.
97.
98.
99.
100.
101.
102.
103.
104.
105.
106.
107.
108.
109.
110.
111.
112.
113.
114.
115.
116.
117.
118.
119.
120.
121.
122.
123.
124.
125.
126.
127.
128.
129.
130.
131.
132.
133.
134.
135.
136.
137.
138.
139.
140.
141.
142.
143.
144.
145.
146.
147.
148.
Aviso
149.
150.
151.
152.
153.
154.
155.
Contesta
156.
157.
158.
159.
160.
161.
162.
163.
164.
165.
166.
167.
168.
169.
170.
171.
172.
173.
174.
175.
176.
~
FINAL.
Epílogo
Continuación.
CAPITULO EXTRA.
CAPITULO EXTRA.

CAPITULO EXTRA.

37.3K 2.1K 7.4K
By 011204j

"La mayoría del tiempo las almas gemelas no llegan a quedar juntas... fui de ese pequeño porcentaje que tuvo suerte de encontrar a la suya, y poder estar con ella."

Draco Malfoy.

Me moví sin abrir mis ojos, escuché voces y risas afuera de la habitación haciéndome quejar, suspiré frustrado acostándome de lado, pase mi antebrazo por debajo de la almohada.

—¡Theo! ¡Ese no es un baño!

—¿Cuántas habitaciones se supone que tiene esta mansión? ¿A caso hay habitaciones para todo tipo de evento? ¡Esto parece un laberinto!

Me volví a mover abriendo mis ojos tallándolos sentándome en la orilla de la cama, gire mi cara viendo por encima de mi hombro a Amelie que estaba dormida, sonreí de lado.

—¡Me he golpeado el dedo del pie con este mueble!

—Mataré a estos chicos.—dije entre dientes levantándome caminando hacia la puerta de la habitación agarrando la perilla dándole vuelta abriéndola.—¿Me pueden decir por qué no cierran sus bocas al menos por las mañanas?

Miré a Nott sujetándose el pie pegando brincos por el pasillo quejándose mientras Zabini le decía que estaba haciendo mucho ruido, ellos al escucharme me voltearon a ver.

—Estaba buscando el baño.—se excusó Nott sobándose el pie.—Pero me he pegado en el dedo con ese mueble.

Gire a ver el mueble que estaba en el pasillo, era negro y de mármol tenía arriba de ella unas fotografías que había puesto mi madre al igual que cosas de valor.

Cerré la puerta de la habitación detrás mío acercándome a ellos, Zabini tenía reprimida una sonrisa burlona viendo a Nott que maldecía a cualquiera que se le viniera a la mente.

—Van a despertar a Amelie, no ha podido dormir toda la noche y hace poco he logrado que se quedara dormida.—los fulmine con la mirada.—No son muy discretos que digamos.

—¿A caso le estabas dando sus buenas noches ayer?—preguntó burlesco Zabini,— Lo sabía.—asintió apuntándome,—ustedes siempre están de hormonales, nunca pierden la oportunidad de hacerlo.

Rodé los ojos al escucharlo,— Sí que buena idea, Zabini. Hacerlo un día después de la batalla de Hogwarts.—dije irónicamente,— ¿Qué acaso Nott y tú lo han hecho? Eso explicaría por qué crees que Amelie y yo lo hicimos.

—Aquí los hormonales son Amelie y tú, no nosotros.—intercambió una mirada con Nott quien asintió haciendo una mueca de dolor,—a tu apodo debería agregarle un "Hurón-Vampiro-Albino-Caliente" o "Hurón-Vampiro-Albino-Hormonal"

—Suena mejor un "No-me-interesa-lo-que-pienses."

—Parece que alguien se ha levantado con el mal pie.—canturreo dándole una palmada en el hombro a Nott quien se tambaleó.— Mejor deberías ir a dormir.

—Eso es lo que he tratado de hacer pero al parecer dos personas no pueden estar quietas o al menos no pueden cerrar sus bocas.

—No es mi culpa que tú casa parezca un laberinto, hurón.—dijo Nott adolorido.— hace tiempo abrí una puerta que llevaba a un pasillo secreto y si seguías caminando te llevaba a más habitaciones.

—Los lleva a dónde se quedan los Elfos.—expliqué agitando mi mano.—solo manténganse en la cama durante las próximas cinco horas.—quise girar sobre mis talones cuando la voz de Zabini resonó por el pasillo.

—¡Quieres matarnos del hambre!—exclamó dramáticamente.—Son las nueve de la mañana, mi hora de comida es a las ocho y todavía quieres que los espere a que se levanten. ¿Quiénes se creen que son? ¿La bella durmiente?

Fruncí el ceño, ¿Bella durmiente? ¿Qué clase de Bellatrix se acaba de inventar?

—¿Me ves cara de que me importa cuando es tu hora de comida, Zabini?—me apunte a mi mismo,— Allá abajo está la cocina, y no, no estará el sin nariz.—lo miré viendo cómo sonreía.

—No estará el sin nariz pero si tú padre, Malfoy.—dijo a lo bajo Nott inclinándose.—no se cual de los dos me da más miedo.

—Mi padre ni siquiera ha de estar aquí, de seguro fue al ministerio o yo que se, desde ayer no lo veo.—negué.

—Baja a desayunar con nosotros.—suplico Nott.

—No.

—¿Y por qué no?

—No dejare a Amelie.

Note como Zabini sonrió burlonamente acercándose a mi, lo recorrí con la mirada y di un paso hacia atrás cuando note sus intenciones, pero él fue más rápido pasando su brazo por arriba de mis hombros.

—Amelie estará bien, sobrevivió a una Batalla, creo que puede con tu abandono a ella por mientras que acompañas a tus amigos a desayunar.

—¿Por qué me ocupan para desayunar? Ni que les fuera a dar la comida yo en la boca, ustedes tienen manos.

—¡Por qué nos da miedo tu padre!—chillo entre dientes,—Como si no lo conocieras, nos estará observando durante el desayuno, y sabes que yo no puedo mantener mi boca cerrada.

—Buen punto, al fin concordamos en algo.—sonreí apretando mis labios a lo que el dejo de hacerlo haciendo una mueca de indignación.

—De verdad que cuando no esta Amelie eres un pesado.

—Y aunque ella estuviera, no dejaría de serlo.

—Tonterías, le tienes miedo.

Mire a Nott que miraba su pie y hablaba solo,—Mejor deberías checarle el pie a tu noviecito, y dejarme a mi.

—¡No entiendo como están tan apagados, sobrevivimos a una maldita batalla!—dijo emocionado viendo al redor.—Puedo contarle a tus hijos como nosotros peleamos toda la noche para seguir vivos.

Apreté mis labios cambiando mi expresión a sería, Él al notar que no le contesté aclaro su garganta.—Fue muy pronto ¿No?

Suspire,—Que no te escuche Amelie.

No tenía ni dos días desde que había pasado la batalla, podía llegar ser un tema algo delicado, digo, la misma mañana me entere que Amelie estaba embarazada y que perdió al bebe.

—Sí... creo que necesito ponerme algún hechizo para cerrar mi boca.

—Deberías.

—¿Desayunamos, entonces?—propuso Nott llamando nuestra atención, ya se encontraba mejor al parecer.—Tengo hambre.

Zabini me volteo a ver esperanzado, sonreí de lado.—Esta bien, los acompañare pero no desayunare.

—Sabía que aceptarías.

Empecé a caminar a las escaleras quitando el brazo de Zabini de mis hombros, odiaba el afecto, solo si era de Amelie o mi madre lo aceptaba. Baje los escalones escuchando la platica que tenían detrás mío sobre lo ocurrido en la batalla.

Al llegar al comedor, tome asiento al igual que ellos. Espere a que Swikle un elfo domestico que trabajaba para mi familia saliera de la cocina.

—Tráigale el desayuno a mis amigos.—le ordene, el asintió ligeramente.—yo aun no desayunare.

Una vez que salió del comedor gire a ver a Zabini y Nott que me veían fijamente, desvié la mirada incomodo pero al notar que seguían viéndome suspire regresando mi mirada a ellos.

—¿Qué quieren?

—Nosotros no queremos nada.—contestó Nott subiendo sus antebrazos a la mesa sin despegar su mirada de mi.

—¿Me dirán que están enamorados de mi? Porque si es así, ya lo sabía—dije sarcásticamente,—¿No pueden disimularlo un poco más?

—Nos has descubierto, Hurón.—encogió sus hombros Zabini,—te queríamos invitar a nuestra relación.

Negue con la cabeza,—lo siento, ya les gano Amelie.

—Tenía que ser ella.—se quejó Nott.

—Siempre fue ella.—respondí dándole una mirada al comedor,—Hemos hablado, y nos iremos de aquí.

No tardo mucho cuando Swikle regreso con el desayuno listo colocándolo frente a ellos, al momento de su plato tocar la mesa agarraron los cubiertos para empezar a devorarlo.

—¿De verdad se irán?—preguntó Nott con la boca llena poniendo su puño tapando su boca,—pensé que se quedarían aquí en la Mansión.

—Queremos estar solo ella y yo, se que a mi madre no le parecerá y nos ira a visitar todos los días si es posible.

—¿Escuche bien, Theo?—se giro a verlo.—"Queremos estar solo ella y yo, con ustedes chicos, los invitamos a quedarse con nosotros."

—Escuchaste bien, Blaise. Yo también lo he oído.

—Claramente no dije eso.—intervine, ellos sonrieron divertidos.—pero conociendo a Amelie, los invitará a quedarse un tiempo.

—Aún así no dudaremos mucho con ustedes, queremos nuestra propia casa.—comentó Nott.

—No saben cocinar.

—Tú tampoco.—arqueo su ceja.

—Amelie sabe.—sonrió.—pero ninguno ustedes dos sabe.

—De los errores se aprende.—dijo con obviedad Zabini,—lo peor que puede pasar es que quememos la casa.

—Suerte con eso.—murmure acomodándome mejor en el asiento entrelazando mis manos.—Debo de hablar con mi padre.

—Suerte con eso.—repitió Nott,— Si necesitas ayuda, nosotros te respaldamos... desde la puerta, pero de la entrada.

—Mi padre apenas te ve y te quieres hacer del baño encima, Nott.

—Mi novio le tiene miedo a tu padre, pero no al sin nariz.—dijo Zabini llevando un pedazo de fruta a su boca,—  debería de ser al revés.

—También me daba miedo.—se quejo Nott frunciendo el ceño—pero ahí tenia que soportarlo si no me tiraba un Avada encima.

—Como sea, nos queremos ir en la tarde.—cambie de tema,— así que deberían arreglar sus cosas.

—Pero... ¿Cuáles cosas?—frunció el ceño Zabini masticando con la boca cerrada,—McGonagall ha dicho que nos enviaría nuestras cosas pero no veo que llegue nada.

—Es verdad, te hemos robado esta ropa.—agarro la playera que traía puesta Nott,—fue la más "cómoda." ¿Siempre estás con trajes?

Me enderece,—Me van bien los trajes.—entrecerré mis ojos,—¿Me han robado ropa? 

—Amelie nos la dio.—se excusó Zabini.

Rodé los ojos levantándome,—Me iré a la habitación, mi padre no está como pudieron ver así que espero dejen de molestar un rato.

Antes de que pudieran decir algo, salí del comedor caminando a las escaleras subiéndolas flojamente, talle mis manos en mi cara.

Al llegar a la habitación la abrí con cuidado, note que aún seguía dormida, cerré la puerta acerándome a la cama acostándome a su lado.

Acaricié su cintura, para atraerla a mí abrazándola, metí mi mano debajo de su blusa y con las yemas de mis dedos hacia círculos mientras cerraba mis ojos.

•••

Una vez listo baje a la planta baja acomodando la manga de mi traje negro dando una mirada al rededor en busca de alguien.

Camine a la oficina donde solía estar mis padres por las tardes, toque dos veces la puerta para abrirla asomando mi cabeza ahí estaba mi padre sentado en un sillón con su escritorio y con su bastón.

—¿Qué quieres, Draco?

Aproveche para entrar completamente a la oficina cerrando la puerta detrás mío, él miraba al parecer unos pergaminos.

—¿Dónde está mi madre?

Levantó su mirada viéndome fijamente, arqueo su ceja bajando el pergamino.

—¿Para que la ocupas?

Di unos cuantos pasos acercándome llevando mis manos a los bolsillos del pantalón trasero,—Necesito hablar con ustedes.

—¿Ahora qué? No estoy de buen humor para hablar, tengo muchas cosas que ver con lo sucedido.

Apreté mis labios al igual que mi manos que se encontraban sudando,—Solo quería avisarles que me iré.

Ladeó su cabeza y en su rostro apareció una sonrisa burlona,—¿Se puede saber a dónde iras?

—A las montañas, había una casa que se vendía con mi herencia puedo comprarla, aunque eso ya lo había visto con mi madre así que ya es mía.

—Draco,—se levantó de su lugar apoyándose del bastón.— Creo que no estas entendiendo la seriedad de esto, podemos perder todo nuestro dinero, ocupó....—se acercó más a mi,— ocupó que pienses en nosotros ¿lo recuerdas? La familia es primero.

—Mi "familia." me metió en eso, me metió a trabajar en un maldito armario por meses.—solté enojado.—no sé si te acuerdas que me amenazaron de matarlos, de matarla a ella y a mi.

—Pero no pasó.—abrió sus ojos un poco más,—todos nos encontramos bien, ahora debemos de pensar en el futuro. He estado hablando con el Señor Greengrass, él puede ayudarnos.—sentí mi hombro más pesado, me había puesto el bastón ahí.

—¿Ayudarnos?—pregunte incrédulo.—Según tú, ¿en qué puede ayudarnos?

—Nadie irá a Azkaban, ninguno de nosotros Draco... nos ayudará con unas cuentas.—sonrió enderezándose,—solo debes hacer una cosa.

Resople,—Déjame adivinar ¿Hacer otro armario?

—Tienes que casarte con Astoria.

Apreté mi mandíbula negando con la cabeza,—No.

—¿Por qué no? Es bonita.

—Porqué no me gusta, no quiero, ¿Cuándo aceptarás que yo solo quiero estar con Amelie?

—Draco, Draco, Draco.—chasqueó su lengua quitando su bastón de mi hombro girándose,—Siempre te he dicho que esa chica saca el peor lado de ti, saca tu debilidad, te controla a su manera, ella no quiere lo mejor para ti, no piensa en tu bienestar, no piensa en noso...

—¿De qué estás hablando?—pregunte bruscamente, empecé a respirar pesadamente,— ¡Amelie tuvo la marca con tal de que no la tuviera yo!

—Admito que es muy valiente—se sentó de nuevo,—pero esa chica no es para ti, Draco. Lo supe desde que eras un niño, y te sonrojabas de solo verla.

Fijé mi mirada en él, quería sólo golpearlo, él era el que quería controlar mi vida desde que nací. Siempre ha manipulado a todos a su al rededor para salir beneficiado.

—No me casare con Astoria, no me importa, me iré hoy mismo.

—Te iras a una casa, ¿Dejarás todo esto?—abrió sus brazos señalando al rededor,—¿Por irte con ella?... tus lujos, comodidad, todo.... Pensé que mi hijo era más inteligente.

—Pensé que eras mejor padre, pero me he dado cuenta que no.

—Cuidado de cómo me hablas.—me amenazo con seriedad,— yo manejo todo tu dinero, toda tu fortuna, así que es mejor que me vayas respetando.

—No se como mi madre se pudo fijar en alguien como tú.—solté.

Podía verse por fuera como si estuviera sin temor, pero por dentro, ya había vomito de los nervios unas diez veces.

—Tú madre es igual que yo.

Fruncí el ceño asqueado—Mi madre jamás será igual que tú. Tú no la amas.

—Por favor, si no la amara, no hubiera hecho nada para que no saliera perjudicada. Ella sabe obedecerme, porque sabe lo que le conviene.

—¿A caso engañar a alguien es amarla?—espete entrecerrando mis ojos,— Le harías un favor a mi madre si tan solo te fueras de aquí, y la dejarás en paz.

Se levantó de su escritorio colocando sus manos sobre él viéndome fijamente,—Largo. No te quiero ver por aquí, a menos que estés arrepentido y sepas que la familia va primero.

Apreté mis labios al igual que mis puños,—Se que la familia va primero, por eso me voy de aquí, tantos años soportando tus maltratos, como me hacías sentir el más miserable, diciéndome que no serviría para nada, tantos años queriéndote complacer, haciendo todo para que me dieras un poco de cariño.—sonreí irónicamente,— pero eso jamás se te dio, ni se te dará.

—¡Largo!—apuntó la puerta.—Estas dejando a un lado el apellido Malfoy, por alguien que solo te utiliza, y te darás cuenta.

Lo miré unos segundos más,—Adiós padre.

Trague en seco saliendo de la oficina, sentía un nudo en mi garganta, puse mis manos arriba de mis rodillas arqueándome hacia abajo tomando aire.

Camine rumbo a la habitación de mi madre subiendo de nuevo las escaleras casi corriendo, toque la puerta para abrirla.

—Draco.—se giró a verme sonriendo,—¿Estas bien? ¿Tuviste pesadillas?

—No.—aclaré mi garganta,—me refiero, Sí, sí estoy bien y no, no tuve pesadillas.

—¿Entonces qué pasó?

Entre a la habitación cerrando la puerta recargándome en ella viendo a mi madre que se había vuelto a girar viéndose en el espejo.

—Me iré.

Ella me vio por ahí, algo sorprendida,—¿A dónde te iras?

—¿Recuerdas la casa que te pedí que me compraras en vacaciones?—ella asintió,—quiero irme a vivir con Amelie, mi padre lo sabe.

—¿Cómo se lo tomó?

Sonreí de lado,—Se qué sabes cómo se lo tomo.

—Tú padre está frustrado por todo lo qué pasó, Draco.—murmuró girándose,— todos lo estamos, Amelie, tu, tus amigos, el quiere que estés bien.

—El quiere que me case con Astoria.

Sus ojos se abrió aún más sorprendida—¿Qué quiere qué?

—Quiere que me case con Astoria, pero, madre yo ya soy feliz yo quiero a Amelie.

—Yo lo se.—asintió,—¿Se irán hoy?

—Me he peleado con mi padre, no me quiere ver, así que sí me iré hoy.—agache la mirada,—no me gusta la idea de dejarte sola.

—Estaré bien.—se acercó a mi,— no te preocupes por eso, ¿Amelie cómo está?

Mis ojos empezaron a picar recordando todo lo que sucedió en la batalla, relamí mis labios apretándolos sin querer levantar la mirada.

—¿Pasó algo?—continuo.—Hijo, sabes que puedes decirme lo que tú quieras.

—Amelie estaba embarazada.

Levante lentamente mi mirada viendo cómo sonría emocionada,—¿Amelie, embarazada?

—No, no me has oído bien.—negué, desvíe la mirada,—Estaba. Tuvo un aborto en la batalla.

—¿Qué?—gire a verla,—pobrecita... Draco.—se acercó a mi envolviendo con sus brazos,—lo lamento tanto, hijo.

Asentí apretando mis labios tragándome las ganas de soltarme a llorar, no quería que me viera así. Miré el techo, mis ojos picaban aún más.

—Esta bien, me preocupa Amelie, que le pueda llegar afectar no se...—suspiré separándome de ella,— ella dice estar bien, pero no quiere hablar de eso.

—Tú tranquilo, cuando ella esté lista hablará, ya verás.—sonrió brindándome tranquilidad,— estarán bien, todo lo malo ya ha pasado, pueden ser libres.

—¿Te parece bien que me vaya?

—Me parece bien que puedas ser tú sin miedo a que alguien te esté diciendo que no puedes hacer. Así que sí, me parece bien que quieras comenzar una vida con Amelie.

—Creo que comencé mi vida con ella cuando la conocí en el patio de aquí.—sonreí de lado,—nos alejamos un tiempo, pero al final estamos aquí, no sé qué será de nosotros en el futuro pero estoy seguro que quiero estar con ella.

—Entonces ve con ella, no deberías dejarla esperando.

Sonreí cortamente girando para abrir la puerta y salir de la habitación yendo a la mía donde ella estaría.

—Amelie.—pronuncie llamando su atención, me acerqué a ella agarrando su cara entre mis manos besándola sin darle tiempo de decir algo.

Sentí sus manos agarrar mi camisa ladee mi cabeza profundizando el beso, acaricié su mejilla para llevar mi mano a su nuca echando su cabeza hacia atrás chupando su labio inferior.

—Draco...—murmuró entre el beso, deslice a su cuello dejando besos húmedos.—Draco.

—¿Mmm?–regrese a verla y aún con mi mano en su nuca la atraje a mi besándola.

—Si siguen así, quedaré traumado.—oí decir a Nott haciéndome separar de golpe de Amelie. Gire a la cama encontrándomelo sentado con el peluche.

—¿Qué diablos estás haciendo aquí?—fruncí el ceño algo asustado.

—Estaba hablando de unas cosas con Amelie cuando llegaste a comértela...—arqueo su ceja.—No se que hubiera pasado si no decía nada.

Gire a ver a Amelie,—Era lo que te quería decir.

Cerré mis ojos unos segundos suspirando y apunté la puerta abriéndolos de nuevo,—Largo.

—¿Ya nos vamos?—preguntó Nott levantándose,— lo qué pasa es que Blaise ya tiene hambre, y bueno...

—Largo.—lo interrumpí.

Nott refunfuñó saliendo de la habitación, negué con la cabeza yendo a la cama sentándome viendo cómo mis cosas estaban empacadas.

—¿Has hablado con tus padres?—se sentó a mi lado.

—Lo he hecho.—murmuré viendo el suelo,—ya está todo listo, podemos irnos.

—Todo estará bien.—puso su mano en mi muslo,— si no estás seguro de esto, yo lo entiendo, puedo ir a la casa de mi pa...

–No.—la interrumpí.—Amelie, yo estoy seguro de esto, de verdad.—la miré directamente a los ojos.—de verdad lo estoy, esto es lo que quiero.

Sonrió ligeramente asintiendo,—Esta bien.

Miré su perfil, sonreí inconscientemente relamiendo mis labios puse mi mano en su muslo de igual manera dándole un apretón, ella me miró. Me incline a ella dejándole pequeños besos en el cuello mientras mi mano subía poco a poco.

La puerta sonó,—¡Dejen de comerse, ya supe lo que estaban haciendo, hormonales!

Ten piedad de mi, Salazar.

—¡Largo Zabini!

—¡Tengo hambre y es un camino largo!

—Estos dos son peores que unos niños.—maldije levantándome, escuche a Amelie reír.

—Solo falta bajar todo.—dijo Amelie, saque mi varita abriendo la puerta diciendo "Alohomora." Y después el hechizo para que todas las cosas flotaras saliendo de la habitación.

Note como Zabini y Nott daban un paso hacia atrás pegándose a la pared cuando las cosas empezaron a salir.

—Eres demasiado flojo, hurón.—dijo Zabini parándose en el marco de la puerta.

—Espero mantengas tu boca cerrada en el camino.—advertí.—o te tiraré un desmaius.

Zabini abrió su boca fingiendo indignación, lo ignore ayudando a Amelie con unas cosas bajándolas hacia el primer piso a la entrada.

—Creo que es todo.—dije viendo los baúles mientras Zabini y Nott subían todo.

—Podemos venir a visitar a tu madre siempre que quieras.—dijo Amelie acercándose a mi poniendo su mano en mi pecho, baje mi mirada viéndola.

—No puedo volver aquí, Amelie. No mientras esté en desacuerdo con mi padre.

—Tú madre siempre podrá ir a donde estaremos.

—Lo se.—murmuré me incline dándole un beso corto en los labios.

—Deberíamos irnos ya.—dijo Nott llegando a nuestro lado,— antes de que se haga más noche, y Blaise se ponga más inquieto.

—Nott un consejo.—lo miré,—cuando tengan su casa, siempre tengan un lugar o una habitación donde tengan dulces.

—Obviamente tendremos, Hurón.—afirmó asintiendo.—conozco muy bien a Blaise.

—Theo, tengo algo que encontré.—dijo Amelie inclinándose a su bolsa sacando un cuaderno entregándoselo.— no queremos perderlo ¿verdad?

El sonrió viendo el cuaderno y asintió,—Para el recuerdo.

—¿Nos vamos?—preguntó Amelie, asentí respirando hondo, trague con dificultad saliendo de la mansión.

Pase mi brazo por arriba de los hombros de Amelie atrayéndola a mi dándole un beso en la cabeza.

—Amelie.

—¿Sí?

—¿Los secretos hasta la tumba?

Ella sonrió,—Los secretos hasta la tumba.

Me incline a su oído pero antes acomode un mechón de cabello detrás de su oreja,— Te confieso que tengo miedo de esto, pero sé que estando contigo, todo estará bien, por qué mi vida siempre ha sido un asco desde que era un niño.

»Pero desde que llegaste a mi vida, la alegraste en cada momento que estuviste ahí, fuiste la única persona que nunca me juzgó aun sabiendo la verdad de mí. Te prometo, que estaré contigo hasta que tú me lo permitas, y cuidaré de ti en todo momento.

—Draco...

—"Me se cuidar sola."—imite su voz.— lo se, pero solo quiero agradecerte todo, y no soy bueno en todo esto, no sé cómo expresarme ante ti. Pero conoces a Draco Malfoy, mejor que nadie.

Ella no dijo nada, me conocía tan bien que sabía que si decía algo más no sabría que contestarle, solo de giro abrazándome para darme un beso corto.

—Gracias por permitirme ver quien era realmente Draco Malfoy.

Acaricié su cabello, miré a los chicos que nos veían, les levante el dedo de en medio haciéndolos reír.

—¡Draco!

Gire a ver la puerta de la casa donde salió mi madre a paso apresurado, se abalanzó contra Amelie abrazándola.

—Me alegra alcanzarlos.—murmuró en el abrazo.—cuídense mucho, y los iré a visitar seguido.

—Siempre será bienvenida, Narcissa.—sonrió Amelie una vez que se separaron.

—Lo se.—sonrió mi madre asintiendo y me miró abrazándome de nuevo.

—Madre.—me queje.

—Calla, y abrázame.—me regaño, sonreí cortamente abrazándola.—te extrañare.

—Iras a verme.

—Eso que tiene, extrañare verte por aquí.—me miró.—cuídense mucho.

—Lo haremos.—asegure.

Me despedí una vez más de mi madre para avanzar hacia el carro subiéndome al igual que los demás.

—¿Por qué no solo nos trasladamos hacia la casa?—pregunte prendiéndolo.

—Para poder platicar más tranquilos.—contestó Zabini.—todo quieres hacerlo con magia, Hurón.

—Es mucho más fácil.—me queje.—aparte, todavía nos vamos en un carro, donde vienen apretados como una rana de chocolate.

—Es más divertido.—contestó ahora Nott riéndose, negué con la cabeza empezando a manejar.—¡Ahora solo somos nosotros cuatro!

—No me acostumbrare nunca a tenerlos de amigos.—confesé algo irritado.— son muy alegres para mi parecer.

—Es que eres un amargado.—dijo Zabini.

—Claro que no.—me queje, miré a Amelie,—No lo soy ¿verdad?

—No... no lo eres.—rió a lo bajo.

—Ya ven.—asentí.— así que acomódense en sus lugares, y duérmanse, que no quiero estar durante las próximas horas escuchando las quejas de Zabini.

—¿Podemos hablar de lo feliz que éramos en quinto año?—propuso Zabini, lo miré por el retrovisor.

—No.

—¿Por qué?

—Porque ni siquiera fue un año feliz, Zabini. Estaba lo del ministerio de magia, lo de...

—Miss Pastelitos.—me interrumpió riéndose,—aunque no lo crean, hay veces que la extraño, solo por que me estresaba tanto pero a la vez era tan divertido.

—Si claro, muy divertido.—dijo irónicamente Amelie.

—Claro que sí, aparte, en ese año nos hicimos amigos y nació el famoso apodo a Malfoy.—sonrió orgulloso,—hicimos historia en Hogwarts.

—Corrección, el trío de hipócritas hizo historia.—intervino Nott, rodé los ojos.

—Agradezco no tener que volverlos a ver.—confesé,—aunque me queda una pelea pendiente con él comadreja.

—A ti nunca se te olvidará.—dijo Amelie divertida.

—Jamás se me olvidará, cuando la vida me de la oportunidad de volver a pegarle, lo haré.—asentí.

—Espero seguir vivo para ver eso cuando suceda.—dijo Nott emocionado,— y que Amelie se pelee con Granger.

—Apoyo la causa.—levante mi mano burlesco.

Amelie dejó caer su cabeza al respaldo del asiento—Sí claro, y pensar que Snape vio todo.

—Snape me caía bien, fue un gran profesor y siempre nos ayudó aunque era muy enojon, pero...—encogió sus hombros Nott.

—El sabía del trío que no tuvo elección.—murmuró Amelie.—estoy segura.

—Y estoy seguro que le encantaba más que el trío de oro.—confesó Zabini.

—Al menos no nos aburrimos estos años.—dijo Nott, suspiré viendo aún el camino.

Durante las próximas tres horas, fueron un infierno para mi, escuchar a Zabini y Nott cantar.

—Alomohora empieza con A.—cantó Nott.

—Bombarda empieza con B—siguió Zabini.—vamos Amelie sigue.

—Crucio empieza con C.—se rió confundida Amelie.

—Eso no es una canción.—hice una mueca,—solo están diciendo el abecedario y hechizo.

—¡No seas amargado, hurón!—exclamó Nott.

Luego jugar una trivia de preguntas.

—Esta es una maldición para hacer caer el cabello de la víctima, dejándola calva.—comentó Nott.

—¡Calvorio!—gritaron Amelie y Zabini.

—¡Lo dije yo primero!—dijo Amelie viéndolos.

—Claro que no, ¡Fui yo!—replico Zabini.

—Draco, ¿verdad que fui yo?—me preguntó Amelie.

—Amelie lo dijo primero.—dije sin verlos.

—Si claro, por que si dices que fui yo te quedas sin coger, maldito hurón vendido.—refunfuño Zabini.

Después ponerse a criticar a los que les caían mal de Hogwarts.

—No y luego, estábamos comiendo fuera de las mazmorras cuando llegó Anthony regañándonos.—escuche decir a Zabini,—¡No se si ves que estoy a un paso de las mazmorras!

—Nos quito como 10 puntos por eso y Padma acepto.—se quejó Nott.

—Yo una vez los encontré besándose afuera de los baños.—dijo Amelie, todos la miramos.—¿No les conté?

—¡No!—chilló Zabini,—Amelie se supone que nos cuentas cuando te enteras del chisme, no meses después de eso.

Hablar de la batalla.

—Y luego me encontré con Bellatrix, me puse detrás de un chico de Hufflepuff, pobre, creo que se hizo encima.—oí decir a Zabini.

—¿No le preguntaste si metía si se metía polvos?—sonreí maliciosamente.

—Si le hubiera preguntado, no estaría ahorita hablando con ustedes.—suspiró.—es como si me hubiera puesto a platicar con él sin nariz, hubiera muerto desde hace cuando.

—Nosotros hasta nos pusimos hablar con Myrtle que estaba llorando en el baño durante la batalla.—dijo Nott,— ella nos avisó cuando nos quisieron atacar por la espalda.

Las quejas de Zabini diciendo que quería ir al baño, pararme cada 10 minutos a causa de eso, estaba apunto de estrechar mi cabeza en el volante cada que eso sucedía.

—Tengo que ir al baño.

—Zabini hace 10 minutos hiciste del baño.—dije frustrado,—espérate a que lleguemos.

—¡No voy a llegar! O te paras, o hago aquí adentro.

—No lo harías.—dije entre dientes.

—No te pares, y verás que es verdad.

Apreté mi mandíbula parándome para que él pudiera bajarse, miré por el retrovisor para después acelerar cuando note que ya venía.

—¡Draco!—gritaron Amelie y Nott.

Frene de una, sin hacer ninguna expresión, la puerta se abrió dejando entrar a Zabini.

—Muy gracioso, muy gracioso, Hurón.

—No era para que te rieras.—dije irónicamente,—si me vuelves a decir que quieres ir al baño, ahora si te dejaré y de paso bajaré a Nott.

—A veces pienso que al que le baja es a él, y no a Amelie.—dijo Zabini a Nott, frene de una haciendo que se fueran hacia delante.—¡Hey!

Una vez que llegamos a las montañas, apreté el volante viendo la casa era color crema, y estaba linda, solía nevar mucho. Miré a Amelie que estaba dormida, acaricié su mano.

—Amy...—murmuré moviéndola.

—¡Amelie, levántate ya llegamos!—le pego a la ventana Zabini haciendo que ella se sobresaltara.

—Gracias Zabini.—dije sarcásticamente.—perdón, no quería que te asustaran.

Ella talló sus ojos bostezando,—Esta bien, es Blaise.

—Que acostumbrada estas.—dije sonriendo de lado saliendo viendo la casa, di vuelta al carro para abrirle la puerta, ella salió también dándole una mirada.

—Que bonita esta.—confesó sonriendo, agarre su cintura pegándola a mi.

—Aquí viviremos mientras decidamos que hacer, sí quedarnos o irnos.—susurre en su oído para dejar un beso en su mejilla.

—Lamentó interrumpir su momento romántico.—dijo Nott abrazando el peluche,—pero ocupó la llave me estoy haciendo pipí.

—Primero que nada,—levante la llave columpiándola.—¿Qué haces con ese peluche?

—Se los estoy cuidando.—dijo con indiferencia agarrando la llave girándose acercándose a la puerta.

—Espero no los mates mientras duermen.—dijo Amelie viéndome.

—Espero yo también.—murmuré viendo cómo entraban a la casa.—Vamos.

Entrelace mi mano con la de ella caminando a la entrada de la casa, escuche las pisadas de Nott correr por las escaleras y después un golpe en seco.

—Es... ¡Estoy bien!

Zabini negó con la cabeza acercándose a las escaleras,—Iré a ver si no se lastimó.

Miré al rededor de la casa, para posar mi mirada en Amelie que también la estaba viendo.

—Lo mejor será empezar a traer todo.—comenté, ella asintió.

Miré que en un sofá estaba una mochila, me acerqué a ella agarrándola cuando la quise abrir sentí como Amelie caía en el sofá arrebatándomela.

—¿Qué haces?—fruncí el ceño extrañado.

—Es mi mochila.—sonrió.

Arquee mi ceja—¿Y no me dejarás ver que tienes en tu mochila?

—No.

—¿Por que no? ¿Me estás ocultando algo?

—Claro que no.—negó sentándose,—lo qué pasa es que tengo aquí...—cerró su boca.

—¿Tienes ahí?—cruce mis brazos.

—Eh... bueno... tengo preservativos.—asintió,—tengo preservativos aquí.

Sonreí burlesco,—¿De dónde los sacaste?

—Theo.—dijo con obviedad levantándose abrazando la bolsa,— la cuido yo, ve saliendo por las demás cosas.

Me reí agachando mi cabeza, metí mis manos al bolsillo del pantalón girando sobre mis talones saliendo de la casa.

Abrí la cajuela para empezar a sacar las cosas, volteé a ver la casa quedándome así unos segundos. Suspiré,

Al fin libertad.











•••

Hola, hola!

Eaaa, ¿A qué no se esperaban esto?

Bueno, hice este capituló, por qué extrañaba esta novela. Ha recibido muchísimo apoyo, y lo aprecio tanto.

También, quiero avisarles, que estaré modificando la historia. NO BORRARE NADA, pero empezare a agregarle cosas a los capítulos para que sean más largos✨✨.

Así que si algún día deciden volver a releerla, notarán que tiene cosas nuevas, diálogos, más interacción entre Draco y Amelie. Espero les guste, y otras vez gracias.🤍

También, si gustan, en mi perfil he empezado una novela nueva de Draco se llama "Touch." Quien guste es bienvenida@ por allá. ⚡️
—J.

Continue Reading

You'll Also Like

3.8K 145 19
Es la segunda parte de T/n Grindelwad y Draco Malfoy, su amor se hará más fuerte que nada, se casaran y llevarán a cabo una educación diferente para...
681K 73K 127
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
352K 35.4K 91
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
405K 23.8K 63
-Miénteme una vez más.-susurró ella. -Te amo...