- Bella, el vestido ya está aquí - dijo está entrando a mi habitación - ven rápido - me levanté de la cama enseguida, mi madre había llegado la noche anterior, por lo de los últimos arreglos de la boda y para cuidarme.
- ¡qué emoción! - mi madre que estaba en la sala con el vestido en el forro aún - ¿Damon ya se fue?
- sí, salió hace un momento.
- bien, podemos guardarlo en el cuarto de Eva, conociéndolo lo querrá ver.
- hablando de eso hija, las flores llamaron para certificar los arreglos, dobla autorización - !perfecto! Dos días para casarme - todo está listo, lo único es esperar el día.
Eva - el maquillador vendrá el sábado en la mañana - Eva con su tema de siempre - Luz estaba en la cocina, Eva me había mencionado que no iría a la boda, puesto su ropa no era tan elegante, no me importaba su ropa, solo que tuviera allí.
- bien, estoy nerviosa.
- si piensas arrepentirte este es el momento - Eva la miró de mala manera.
- no mamá, no haré eso - luz llegó con unos vasos de limonada - lo que necesitaba - le sonreí.
- ¿Ese es el vestido? - Eva abrió el forro dejando ver un poco lo que estaba adentro - ¡Oh! ¡Es hermoso!
- lo es, me encanto. Debo guardarlo antes que Damon llegue.
- yo lo haré - camino hasta Eva y le quitó el vestido - ya regreso. - está desapareció
para guardar el vestido.
- no puedo creer que Damon se casará - ambas reímos. La puerta se abrió dejando ver a Damon con dos forros en los brazos.
- hola - nos miró a todas - ¿y Luz?
- arriba ¿Que traes allí? - este sonrió.
- mi traje y un regalo para Luz - lo mire sorprendida - las escuché cuando decían que no iría a la boda.
- eres tan único hermanito.
- eres un ángel cariño - madre se mantenía alejada, ella y Damon no tenían una buena amistad. Luz bajaba las escaleras.
- ven Luz - ella nos miraba a todos.
- ¿Sucede algo?
- sí, Luz no puedes quedarte aquí el sábado, lo siento. Dejarás de trabajar a partir de hoy - está nos miraba, pobre de seguro por su mente pasaban cosas horribles.
- ¿Hice algo malo? - Damon la miró muy serio.
- sí, algo que me molestó muchísimo - las manos de Luz comenzaron a temblar - ¿Como que no irás a mi boda? - está respiro hondo - vamos Luz, has trabajado en mi familia toda la vida ¿crees que te separas de mi ahora? - este tomo el forro verde y se lo entrego - es tuyo.
- no sé qué decir, Damon pensé que me ibas a despedir - todos reímos - gracias.
- despreocúpate. Ábrelo por favor - esta abrió el forro y saco un conjunto en tono rosa pastel muy acorde con ella - espero te guste, la chica de la tienda dijo que era algo lindo y a la moda - ¿Se podía ser tan hermoso? Él era especial y no lo notaba.
- es maravilloso Damon. Gracias - está camino hasta el para abrazarlo, pero se detuvo.
- puedes darme el abrazo - mi bestia, estaba cambiando y sabía que era para bien. Luz lo abrazo y este le devolvió el abrazo. - tomate estos días Luz, el sábado quiero que te arregles con las chicas.
- será genial, eres como nuestra madre Luz - está comenzó a llorar.
- gracias chicos. Pero ya, paren no podemos ponernos a llorar ¿Quieren algo?
- no ¿Bella podemos hablar? - Damon comenzó a subir las escaleras.
- vuelvo en un momento - subí tras él - ¿Qué sucede? - pregunté cuando entré a la habitación.
- ¿recuerdas las llaves que te di? - asentí - bien, hoy quiero invitarte a un intercambio de pareja - me sorprendí - y luego iremos a ver eso que te regalé.
- Damon ¿Que compraste? - mi bestia sonrió y me giño un ojo...
- tranquila nena, no te desesperes - lo miré y puse los ojos en blanco.
- Damon, necesito salir un momento - este puso mala cara - iré con Amanda, Luttier y otros guardaespaldas más.
- ¿A dónde irás?
- algo de chicas, por favor confía en mí. Iré a aún solo lugar, me tardaré una hora como mucho.
- quiero que actives el GPS y estarás junto a Luttier y, no puedes moverte si él no está contigo.
- lo prometo, una hora y será suficiente.
- bien - lo besé y fui a bañarme, quería salir súper rápido, salí de la lucha y me cambié - ¿Realmente tienes prisa?
- si - lo volví a besar - nos vemos.
- el GPS - grito este desde la cama.
Baje las escaleras casi que corriendo antes que Damon se arrepintiera. Mi madre ya quería irse a casa, mi padre llegaría el día de la boda, logré calmar a mamá para que se quedará con nosotros hasta la boda, no quería dejarla sola. Eva estaba en su mundo así que aproveche de escaparme. Luttier me esperaba en el auto. Subí y este condujo, hoy estaba más callado que de costumbre, la noche de ayer le había escrito a Amanda para pedirle que me acompañará hacer unas cosas. No quería involucrar a la amiga de Damon que era doctora, ni a nadie de la familia era un regalo de boda que le daría, no sabía exactamente lo que quería. En mi posición podía darle un hijo a Damon, lo tenía todo. Pero una pregunta siempre rondaba mi cabeza ¿Y el peligro? Tenía miedo, dudas, Pero algo dentro de mí quería, sabía lo mucho que Damon lo ansiaba, su infancia fue peor de lo que un niño debe vivir, no podía imaginarlo y para ser realistas no quería. Damon me había dado tanto en tan poco tiempo, no tenía nada que ofrecerle, más que mi amor y la familia que tanto quería. Amanda me esperaba en la puerta de su casa.
- hola - dijo cuando entro al auto - tienes mucho personal de seguridad.
- hola, pues sí. Paranoias de Damon - Luttier seguía el camino.
- ¡Vaya! Ahora si puedes decirme ¿Qué carajo sucede? ¿Boda? ¿Millones de un día a otro?
- ni yo se la respuesta, por favor no me juzgues. La mayoría lo hace - está me miro - yo no pedí nada de esto.
- pero tampoco te negaste.
- ¿Que te sucede a ti? pensé que eras mi amiga.
- lo soy Bella, solo que me parece extrañó todo esto - Amanda me abrazó - lo siento, no debí ponerme así.
- descuida. Nada cambiará.
- mientras seas feliz, yo lo seré. Ahora - se acomodó en el asiento - ¿A dónde vamos?
- me quitaré el anticonceptivo - su boca se abrió y sus ojos sobresaltaron.
- ¿Estás loca? ¿Damon te está drogando?
- no. Es algo que quiero hacer, tú no entenderás las razones y la verdad es que tampoco puedo explicártelo.
- es una locura, si Damon controla todos tus movimientos con un hijo, no te dejará respirar ¿Lo sabes? - todas las personas que no conocían a la bestia, tendían hablar así de él.
- ¿Puedes apoyarme? Siento que es un error involucrarte en esto. - no sabía si en el tiempo que tenía con Damon, me había hecho madurar, pero pienso de manera distinta.
- no digas eso Bella, lo siento. Pero eres muy joven. Te falta mucho por disfrutar.
- quizás, pero ahorita nada de eso es lo que me produce gozo, soy feliz Amanda.
- lo sé - está tomo mis manos - te apoyaré en lo que sea, hasta en ser tía - ambas reímos - ¿Damon sabe a dónde vas? - negué con la cabeza - vale.
- gracias. - el camino fue largo, pues había escogido a una doctora desconocida para Damon. Luttier era la persona más callada del mundo y si había logrado escuchar algo, no lo diría. Paramos en un centro médico y todos bajamos del auto.
- espera que ellos entren primero - dijo Luttier mientras entraba un grupo de hombres - debo entrar contigo - Eso no era posible - descuida estaré afuera.
- gracias. Luttier - lo mire.
- descuida no diré nada - los hombres salieron haciéndole una seña con los dedos - podemos entrar.
- bien - caminamos hasta el centro médico, había pocas personas.
- buen día ¿Tú debes ser Bella? - me miro y luego a mi amiga - soy Letty la doctora que te atenderá - en persona parecía menor de lo que sonaba por teléfono - vaya que eres importante, me han dicho que tienes muchos hombres afuera - sonreí apenada.
- disculpa, es cuestión de mi novio - está sonrío.
- sí, eres la novia de Damon Smith - me sorprendió muchísimo - estás en el periódico - camino hasta el recibidor y me mostró el periódico. Donde había una foto de Damon y mía saliendo del Try, junto un encabezado.
Damon Smith, el soltero más codiciado de todo el país, ya anunció su compromiso con Bella Adams. La boda se llevará acabó el día sábado. Triste noticia para todas las chicas enamoradas.
- ¡Vaya! Eres noticia - está río.
- no sabía de esta foto.
- no todos tienen la suerte de conseguir un millonario - tomé aire para no ser grosera - bien, pasa a mi consultorio - Luttier fue quien entró primero para revisar el lugar - no me sorprende la seguridad.
- sí, eso viene junto al millonario - la mire muy seria.
- ¿Y bien, que trae por aquí? - dijo está en lo que Luttier salió.
- quiero quitarme el anticonceptivo que llevo en el brazo.
- es una buena elección - su tono irónico me estaba molestando.
Bella - sí, lo es. Mi futuro esposo quiere una familia, sabes herederos de todo lo que construyó. No cualquiera llega a donde estoy - está miro el escritorio y enderezó su postura.
- cierto. Bien, acuéstate en la camilla, nos llevara un momento - vi como saco una bandeja con varios instrumentos - te colocare anestesia local al brazo - estire mi brazo y mire a Amanda la cual me miraba aterrado. Sentí el algodón húmedo pasar por mi brazo, un frío recorrió mi cuerpo, pero no sentí dolor - bien, ya lo tengo - respiraba con dificultad por el miedo que tenía, un sonido leve se escuchó al caer en la bandeja - te pondré una sutura pequeña.
- bien - tarde más en acostarme que la doctora sacar el anticonceptivo.
- estamos listo - está se levantó de la silla, volvió a limpiar mi brazo con un líquido oscuro - debes tener un poquito de cuidado con no hacer fuerza, quizás sientas descontrol menstrual, pero solo será unos días.
- ¿Tan rápido? - dije incorporándome en la camilla.
- sí, es algo pequeño. Si sientes molestia toma un calmante.
- gracias - Amanda tomo mi cartera. Caminamos a la salida para pagar.
- la secretaria espera en recepción. No veremos pronto. Ten - me entrego el anticonceptivo.
- vale - Amanda y yo caminamos a recepción, una chica con anteojos y un cabello rubio, recibió la tarjeta de crédito que Damon me había dado para mi uso personal. La chica me dio el recibo y las gracias. Era cortes, mucho más cortes que su jefa.
- listo ¿Ahora?
- pasemos al centro comercial - Luttier caminaba justo a mi - Luttier ¿podemos pasar al centro comercial? - este puso mala cara.
- no creo, sabes que no podemos.
- llamaré a Damon, solo será un segundo. - tomé mi teléfono y marqué el número de la bestia.
Llamada telefónica:
- hola cariño - escuchar cómo me dice, me encantaba.
- hola, iba regreso a casa, pero quiero un helado ¿Puedo pasar por el centro comercial? - un gruñido se escuchó de fondo.
- ¡No! - la bestia estaba allí.
- solo será un segundo, primero comprar el helado y regresar.
- Bella ¿Porque no puedes seguir las reglas?
- prometo que será un segundo
- hablaré con Luttier. Te veo luego - y allí estaba la Bestia.
Fin de la llamada.
Colgó el teléfono, cuando algo le molestaba sacaba esa bestia que tenía dentro. El teléfono le Luttier sonó enseguida, probablemente este recibió un regaño acompañado de mil reglas más. Luttier me miraba, colgó su teléfono y abrió la puerta del auto.
- tienes exactamente diez minutos para comprar todo, necesito volver Bella y no estamos jugando - la seriedad de Luttier me sorprendió.
- si señor - Amanda y yo subimos al auto, Amanda no dejaba de hablar sobre el chico con el que salía. Sentía que su descripción la conocía. - ¿Cómo se llama?
- Justin - sentía que lo conocía - probablemente lo conozcas es JT.
- ¿El de la empresa?
- sí, de hecho, quería preguntarte si puede ir conmigo a la boda - ¿Tan serio iban?
- debo hablarlo con Damon, por seguridad - está bajo la mirada.
- bien - el auto se detuvo - mira llegamos.
- sí, vamos - Luttier nos abrió la puerta, subimos a la heladería con Luttier a nuestro pasó.
- yo quiero el mío de chocolate ¿Bella? - no me había fijado que no prestaba atención.
- de vainilla, y por favor me puedes envasar dos grandes de chocolate - cerca había una tienda de regalos - Luttier, necesito ir allí - señale - ¿Vamos? - este se puso en marcha - Amanda, ya regreso. - un chico nos atendió
**- buen día ¿En qué puedo ayudarte? - mire a mi alrededor.
- necesito una pequeña caja y algo para escribir una nota - este busco unas cajas de colores.
** - ¿Roja? ¿Verde? ¿Azul? - una llamo mi atención, era de muchos colores.
- esa - dije señalándola - me parece perfecta - Luttier sonrió - nada parecida a Damon ¿Cierto?
- ¡Claro! - volvió a reír.
**- ¿Quiere que le envuelva el regalo? - saque de mi bolsillo aquel anticonceptivo tan pequeño.
- si - se lo entregues y este lo miró extrañado, envolvió en un papel de seda - ¿Me permites para escribir la nota? - este me entrego una tarjeta pequeña y el bolígrafo.
Sé que serás un padre maravilloso.
Te ama Bella.
**- bien - la metió dentro de la cajita - ¿Desea algo más?
- no, gracias. - pagué y salí al encuentro con Amanda, Luttier no dejaba de mirarme y sonreír.
- ¿Todo bien?
- si - tomé mi helado y los que había encargado. Aunque Luttier se negó a comer helado, logré convencerlos.
Volvimos a casa después de dejar a Amanda, algunas personas pensaban como Amanda y aunque ella lo negara se, que por su mente pasaba que me aprovechaba. Siempre iban a decirlo. En la puerta de la casa estaba Damon con una persona, parecía policía. Luttier abrió mi puerta y Damon se acercó para ayudarme a bajar.
- cariño - dijo este - te presento al Detective Ditoria, lleva tu caso - ¿Mi caso?
- mucho gusto - estire la mano. No me daba buena espina este señor.
- señorita Adams ¿Le molestaría responder unas preguntas? - Damon tenía su habitual cara de mala leche.
- claro.
- vamos a el jardín - era extraño que Damon no lo invitará a pasar - por aquí - nos guío, tanto tiempo en esta casa y nunca había ido a el jardín. - siéntense - mi bestia hizo señas a Luttier el cual nos miraba muy atento.
- gracias - respondió el detective mientras se sentaba - ¿Me puede decir dónde estaba el día del atentado? - me miro directamente.
- estuve en la prueba de mi vestido de boda, luego regresé a casa y me alisté para ir a la casa nueva.
- ¿Y todo el tiempo estuvo con el señor Smith? - ya me estaba imaginando por donde iba.
- no, nos mantuvimos en contacto. Mire si está tratando de insinuar que Damon tiene que ver, está muy equivocado - Luttier llego con unas bebidas, las coloco en la mesa y se retiró.
- quiero encontrar al responsable ¿No se le hace extraño que nadie sepa de donde vienen los chocolates?
- mire, le voy agradecer que se retiré de nuestra casa, cuando tenga algo que decir nos llama - me levanté de la silla y camine a la casa. Viva Damon despedir al detective. Entre a casa y mamá estaba con Eva probándose el vestido que usará después. Era parecidas, su aspecto era importante para ellas, saludé y seguí a la habitación.
- hola - dijo este al cabo de un momento cuando entro. Llevaba una taza con helado - conseguí esto en la cocina ¿Lo trajiste tú?
- si - este sonrió.
- creo que dejaste al detective sin palabras - me senté en la cama y él se llevó una cucharada de helado a la boca.
- lo siento, es que no puedo tolerar que piense esas cosas de ti - volvió a comer helado - ¿Desde cuándo comes helado?
- no lo hago, pero hoy quiero ver cómo sabe solo y luego quiero probar cómo sabe en tu cuerpo - sonreí.
- no creo que haya diferencias - este camino hasta mí.
- ya veremos. Quítate esa ropa - me quité la camiseta y el jean, y cuando iba por el brassier vi el punto de adhesivo que llevaba en mi brazo ¡Mierda! Damon preguntaría por eso - ¿Sucede algo? - negué con la cabeza, mi bestia se acercó a mí y me beso - levanta los brazos quiero atarte - me quedé parada frente a él - Bella ¿Qué pasa?
- nada.
- ¿No quieres estar conmigo? - moría por esta con él. Lo miré y levanté los brazos, este se acercó a mí con la corbata que estaba en la mesita de noche - ¿Qué es esto? - pregunto Damon tocando mi brazo.
- no es nada - dije quitando importancia.
- no lo tenías cuando saliste de aquí ¿Qué es? ¿Tengo que llamar a Luttier para que este me diga?
- no, no es nada confía en mí.
- tienes un punto en tu brazo. Por favor ¿dime qué es?
- está bien - cuando camine a mi bolso la puerta sonó y era mi madre, salvada por la campana.
- hablaremos de esto en la noche, quiero mostrarte algo.