Sr y Sra Smith

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Eva me mataría al verme, no había dormido toda la noche. Los nervios se apoderaban de mí. No sabía que esperar de esta boda, no conocía mucho de los detalles y tampoco sabía si Daniell aprecia. Estaba asustada, nerviosa y totalmente loca por Damon. Me levanté de la cama y fui al baño, lavé mis dientes para luego bajar, Luz estaba esperándome con el desayuno listo, todos reían. Eva comía mientras bailaba la música que sonaba a fondo.

- ¡Por Dios! ¡Bella! ¿Pero qué te paso? - Luz comenzó a reír mientras servía un poco de té - ¿No dormiste?

- si - dije mientras comía - solo estoy nerviosa.

- es normal, los nervios en estas ocasiones son muy frecuentes.

- espero Liam pueda hacer maravillas - está tomo su teléfono - las chicas vienen en camino.

- bien - la puerta se abrió dándole paso a mi madre.

- hola chicas - está llevaba una cajita en sus manos.

- hola mamá - me levanté de la silla y la abracé.

- hola Annie.

- ¿Quieres algo? - está negó con la cabeza.

- Bella, la abuela te ha enviado un regalo - me dio la cajita. Sonreí mientras la abría, dentro había unos aretes de diamantes, eran tan hermosos que mis lágrimas salían sin poder detenerlas - no cariño, no llores. Eran de ella, te desea la mejor de las suertes y envía su bendición. Sé que le hubiese encantado estar aquí - mi madre me abrazó - luego que pase la boda debes ir a visitarla.

- son hermosos - la volví abrazar - los usaré hoy - limpie mis lágrimas - ¿Y papá?

- vendrá luego, ya sabes cómo es de sentimental - todas reímos. La puerta se volvió abrir dejando pasar a Amanda y a Becca.

- hola - está entraron con sus vestidos en la mano - ¿Estos listos?

- sí, ya Liam está por llegar.

Todo en esa casa era un desastres, estilista y maquillador llegaron juntos y las chicas peleaban el orden, quería escuchar paz por un momento, subí hasta mi habitación nuevamente y encima de la cama ya tenía es vestido, según mi madre la tradición era que ella me vistiera. Tomé mi teléfono marqué el número de Damon.

- hola cariño - escuché cuando contestó.

- hola - realmente estaba nerviosa - ¿Cómo estás?

- ¿Estás bien?

- si.

- no, no lo estás ¿Que sucede? ¿Te estás arrepintiendo?

- ¡No! Claro que no. Solo estoy nerviosa - este suspiro.

- todo estará bien. En un par de horas estaremos casados. Disfruta tu día.

- ¿tú estás bien?

- sí, de maravillas. Justo ahora me terminaron de arreglar el cabello - eso me causo risa, Damon siempre llevaba su cabello en perfecto estado.

- te verás guapo - ambos reímos - llega a tiempo.

- siempre estoy a tiempo. No faltaría - la voz de Eva se escuchaba - Eva se volverá loca.

- me volverá loca a mí. Voy a ver qué necesita. Te amo.

- te amo más.

Me quedé sentada en la cama con el teléfono en el pecho, al fin había llegado el día, el día donde muchas cosas podían cambiar para bien o para mal, era extraño esa sensación, llevar el apellido de Damon traía una gran responsabilidad. Dinero ¡Sí! Mucho pero también llevaba consigo enemigos. La puerta sonó y por no escuchar los gritos probablemente sería otra persona y no Eva.

#PGP2022 Ni tan bella Ni tan bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora