Detalles

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Ya había pasado tiempo desde que dije que si a Damon en el desayuno familiar. Aunque él quería casarse esa misma noche, no podía, tampoco lo haría así. Mis padres no estaban de acuerdo todo lo criticaban, el padre de Damon no daba ningún tipo de criterio y obvio Eva era quien prácticamente organizaba la fiesta. Una lista de invitado exagerada, el plan era que todos en la sociedad supieran que yo sería la nueva señora Smith y así quien quisiera destruir todo lo que Damon tuviese tendría que enfrentarse a un nuevo testaferro. Sentía un deseo inmenso de parar todo, nunca había tenido tanto dinero en mis cuentas bancarias. Tenía una casa a mi nombre, algo que jamás había pedido y un auto deportivo, ni trabajando mil años tendría eso. No lo quería, pero parece que es parte del trato. Faltaba poco para la boda y me sentía extraña en pensar que todo sería nuevo para mí.

Hoy es la primera prueba del vestido, un vestido espectacular de sueño. De los que usan las princesas de Cuentos de hadas. Eva paso recogiéndome a mi casa, en el camino no hablo conmigo y eso si era extraño. Llegamos a la tienda y la vendedora que ya nos había visto antes nos atendió. Quería salir corriendo, Eva se había probado más de veinte vestidos para terminar escogiendo uno rojo sangre a mitad de pierna. MI teléfono sonó y era la bestia controladora.

*Conversación por teléfono *

- ¿dónde estás? - era normal no escuchar un hola de su parte.

- gastando dinero como los ricos - esto de tener no me gustaba.

- buena chica, usa ese dinero para comprar algún juguete, quiero llevarte a pasear - el corazón se me paralizó, la boca se secó y mi entrepierna latía muy rápido.

- ¿yo? Jamás he comprado eso Damon, estoy con Eva.

- vamos Bella, eres inteligente dile que te compre un vestido y así le entretienes - no podía creer lo que me pedía - solo elige algo que te guste.

- lo intentaré.

- haz más que eso. Ahora tengo una reunión, llegaré tarde no me esperes despierta.

- ten cuidado.

*Fin de la llamada*

- Eva necesito que me elijas un vestido y zapatos a juego - Eva quien estaba midiéndose unos zapatos color plata me miró con una gran sonrisa.

- déjamelo a mí ¿alguna ocasión especial?

- no, solo iré a cenar con Damon- tome mi bolso Channel - iré un segundo a comprar una cosa ¿quieres algo?

- no, ve y luego vamos a comer algo.

- vale.

Salí de esa tienda, como un niño perdido, no sabía dónde conseguir un lugar para comprar el juguetito. Solo a Damon se le ocurrían esas cosas. Camine hasta una tienda de juguetes sexuales, al entrar la vendedora me miro con mala cara.

**- ¿que desea? - la miré y comencé a caminar hasta un estante de metal- si desea consoladores solo para su clítoris está en el estante indicado.

- ¿puedes recomendarme algo?

**- si - se acercó a mí para abrir el estante- este - me mostró un objeto del tamaño de un labial - es un estimulante, solo debe ajustar estás cabecillas- eran cinco. Me pareció fabuloso y de seguro la bestia conseguiría entretenerse.

- me llevaré ese - una vitrina al final me llamó la atención, eran cuerdas.

**- son cuerdas de navío, sirven para atar sin maltratar como las esposas - la chica saco dos cuerdas- ambas son parecidas, pero con una no podrá moverse y quizás te lastime, y la otra es protegida por goma y no tendrá alguna marca.

#PGP2022 Ni tan bella Ni tan bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora