Palabras con sentido

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Esa voz, esa voz que me dejó en el mismo lugar donde estaba. Damon se encontraba en la puerta con los brazos cruzados, las venas las tenía brotadas y sus ojos ya no estaban claros sino oscuros, tenía ira.

- recuerdo muy bien el día que te dije," no entres" acaso tu no entiendes.

- Damon, yo... Yo, no fue mi intención - Damon camino hasta mi tan furioso que temblaba.

- ¡TE DIJE QUE NUNCA ENTRARAS! -sus gritos me hicieron llorar- ¡SIEMPRE TIENES QUE DESOBEDECER! ¡MALDITASEA! - Damon lanzo todo al suelo todo lo que veía a su paso - ¡NADIE TE DIO PERMISO! - sus manos pararon a el espejo que estaba detrás de mí, partiéndolo - ¡LARGO!, ¡VETE, FUERA!

Damon rompió tantas cosas a su paso que pensé que me golpearía en cualquier momento, las lágrimas corrían por mía ojos y aunque quería agarrarlo y abrazarlo sabía que lo mejor era no hacerlo.

- ¿No escuchaste? ¡LARGO!

Salí corriendo escalera abajo, me llevé por delante a Luz y a Luttier que tal vez escucharon los gritos. Abrí la puerta de la casa... No tenía rumbo a donde ir, corrí lejos de allí. Tenía miedo, nunca había visto a Damon así, era irreconocibles. No sé cuánto tiempo estuve corriendo sólo sé que llegue a la puerta de mi casa sin llave, sin teléfono y sin dinero. Me senté en las escalerillas y me vine en llanto, no podía quedarme sentada allí el frío ya comenzaba a molestar. La madrugada estaba en su punto y esas calles se veían vacías, a esta hora el único lugar que podía ir era la academia de baile, si iba a casa de Amanda se alarmaría mucho. Me levante con gran pesar en el cuerpo, camine hasta el lugar donde los pies eran quienes hablaban por mí. La puerta principal estaba abierta por suerte así que entre, Dila la maestra de danza y encargada del lugar estaba terminando de recoger al verme se sobre salto.

- Bella, que sorpresa ¿qué haces por aquí?

- mis padres se fueron de viaje y aproveche de venir a bailar.

- hace tiempo que no lo haces, pero ya estoy cerrando - la mire a la cara - válgame Dios niña ¿porque lloras?

- no me siento bien - no podía contarle - sabes que no haré nada malo aquí.

- lo sé, mira te dejare la llave y cuando termines cierras y mañana en la mañana me las entregas.

- gracias.

- recuerda quien eres, bailar es lo único que las bailarinas podemos hacer - me entregó la llave y me dio un beso - en el auditorio hay botellas de agua y dentro de mi oficina están las bailarinas úsalas.

- gracias, nos vemos mañana.

Esta tomó su bolso y salió, caminé hasta el gran salón, era donde las chicas hacían sus presentaciones, coloqué un poco de música y comencé a bailar. Se sentía bien, mis pies iban de aquí para allá a su propio ritmo. Sentía ira por no saber lo que pasaba y las historias detrás de esa habitación, dolor porque vi a la bestia en uno de sus peores momentos. Las piernas me temblaban, dolía el hecho de cada brinco. No podía más y el en brinco caí al suele lastimando mi muñeca derecha.

**- que bailarina tan bonita, pero tan idiota como para caer - una voz se escuchó desde los asientos. Una voz que no me daba seguridad.

- ¿quién eres?

** - un viejo amigo, no tuyo claro. pero digamos que los amigos de Damon son amigos de la señora Smith.

Bella - tus problemas de amistad los resuelves con Damon - me levanté del piso con un dolor tan grande en la muñeca. Tenía miedo.

** - claro que lo haré, pero antes vamos a jugar- escuchar eso me hizo activar los sentidos, necesitaba salir de aquí - sé que esa mentecita está tratando de ver cómo te escapar, pero sabes que - el hombre se levantó de la butaca - allí afuera hay alguien que si te ve salir sin mi puede matarte. además, puede que tu mamá no quiera quedar viuda aun - ¿mis padres?

#PGP2022 Ni tan bella Ni tan bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora