Dos corrientes de sangre fluyeron lentamente de su nariz.
Xiao-Liu había visto, con sus propios ojos, que Feng Xiao salía caminando de la posta y supo que no regresaría tan pronto. Incluso si el otro hombre fuera informado ahora y se apresuraba a regresar, no podría salvar a Cui Buqu a tiempo.
En este momento, la espalda de Cui Buqu estaba enfrentándolo y estaba bajando su cabeza, preparándose para beber la sopa.
Una daga afilada recubierta con veneno se reveló. La mano de Xiao-Liu era muy estable, moviéndose como una luz destellante, sin vacilación.
Desde el ángulo de Rong Qing, todo lo que podía ver era bloqueado por la espalda de Cui Buqu. Aún era ignorante de lo que estaba sucediendo.
Xiao-Liu sabía que Cui Buqu tenía algo de suerte.
Naturalmente, además de la suerte, su cerebro era la clave que lo mantenía vivo. Algunas veces había escapado de la muerte, convirtiendo cada calamidad en bendiciones y la mayoría de estas eran porque el mismo Cui Buqu había anticipado el peligro de antemano, manipulando la situación entera.
Pero esta vez, todos sus subordinados estaban recostados en la habitación adyacente y todo lo que quedaba con él era un inútil Rong Qing. ¿A quién podría pedirle que lo salvara?
Justo cuando la daga estaba a punto de perforar la espalda de Cui Buqu, repentinamente, la sonrisa de Xiao-Liu se congeló.
Un viento súbito atacó, Xiao-Liu apretó sus dientes mientras era forzado a abandonar ese éxito inminente, dándose la vuelta para atacar al intruso entrante en su lugar.
No podía entender, ¿cómo es que esta persona aparecería de pronto?
A menos que se hubiese estado escondiendo ahí durante todo este tiempo, observando desde la oscuridad.
El rostro de Rong Qing se quedó en blanco.
No entendía. Tan solo había bostezado una vez, pero de repente, ¿¡un giro agudo de los eventos había tomado lugar!?
Incluso si Xiao-Liu se negaba a dejar que el Maestro Cui bebiera su sopa, seguramente, no habría necesidad de sacar una daga.
Algo no estaba bien. ¿¡Desde cuándo Xiao-Liu se había vuelto tan increíble!?
¿¡Y quién era esa persona que se comprometía en batalla con él!?
Xiao-Liu notó que estaba siendo retenido por todas partes. En un patio tan enorme, fue arrinconado con mucha rapidez.
Los ataques de su enemigo eran veloces y brutales, pero sus habilidades en artes marciales no eran extraordinarias. Xiao-Liu era un asesino excelente, mas no un artista marcial de alto nivel. Así que las artes marciales de su enemigo eran suficientes para mantenerlo en su lugar.
Ya que había perdido su ventaja, sería difícil asesinar a su objetivo. Sin embargo, si fracasaba en cumplir esta tarea el día de hoy, la muerte le esperaría de manera similar una vez que regresara.
A medida que sus pensamientos progresaban hasta este punto, Xiao-Liu apretó sus dientes, saltando en lo alto y cayendo a mitad del aire para abalanzarse hacia Cui Buqu, ¡sin prestarle para nada de atención al enemigo tras de sí!
Estaba haciendo una apuesta.
Una apuesta en que su enemigo no era tan rápido como él, una en que, antes de que fuera derribado, ¡primero, podría matar a Cui Buqu!
Xiao-Liu empujó su qinggong hasta su límite.
¡Entre él y Cui Buqu solo quedaba otro zhang!
Así que sacó su daga.
La daga fue rápida, prácticamente tocando el codo de Cui Buqu. Aunque este último ya lo había notado y retrocedido un paso, no llegaría a tiempo.
Una onda de viento fuerte pasó barriendo, golpeando esa daga fuera de su mano y enviándola al suelo rodando. Hubo un fuerte sonido de tintineo, seguido por algunos momentos de silencio.
El guiso caliente se derramó sobre el suelo y su contenedor golpeó el suelo en el mismo momento en que la daga lo hizo, destrozándose en unos cuantos pedazos.
Xiao-Liu alzó su vista hacia la expresión inocente de Rong Qing, casi escupiendo sangre.
En un parpadeo, todo cambió. Antes de que pudiera dar su siguiente paso, el enemigo tras de sí llegó. Xiao-Liu sintió un dolor contundente desde su espalda, forzándolo a agacharse en el suelo. Estaba teñido de rojo con la sangre que había escupido. Xiao-Liu estaba en tanto dolor que casi se desmayaba. Sus dos hombros fueron sacudidos hacia atrás, haciéndolo incapaz de moverse.
—¡Rompe su mandíbula! —Cui Buqu dijo.
Xiao-Liu no había esperado que el otro estuviera tan familiarizado con sus intenciones. Fue incapaz de morder la píldora de veneno en su boca. La saliva se arrastró desde su mandíbula rota, si no fuera por sus ojos mirando ferozmente con odio puro, habría lucido como un tonto.
Rong Qing tenía una mirada de incredulidad.
—¡Este no es Xiao-Liu! ¿Dónde está el verdadero Xiao-Liu? ¿¡Dónde está!?
Sin importar cuán salvajemente utilizara su fuerza para sacudirlo, el asesino se negaba a hablar, respondiendo simplemente con una risa gélida.
Pei Jingzhe dejó salir un largo suspiro de alivio, no pudo evitar reclinarse recto y sentir un dolor agudo en su espalda que lo hizo apretar sus dientes. Prácticamente, avergonzó a la imagen de la Oficina Jiejian.
Cuando Feng Xiao había venido a la Prefectura Guangqian, había traído consigo a Pei Jingzhe. No había tenido la oportunidad para ponerse en uso porque, en los lugares donde las artes marciales eran necesarias, Feng Xiao podía manejarlos por sí mismo y hacer un mejor trabajo. Sin embargo, después de que la identidad de Feng Xiao fuera expuesta, Pei Jingzhe se volvió una pieza de ajedrez que permanecía en la oscuridad. Así que había estado yaciendo en su escondite durante todo este tiempo, esperando la oportunidad para mostrarse.
Antes de irse, Feng Xiao dejó atrás a Pei Jingzhe y Cui Buqu había dejado que este lo siguiera en la oscuridad. Por lo que Pei Jingzhe se había escondido en el armario, las vigas, los árboles y toda clase de escondites, sintiendo que, prácticamente, su espalda podría romperse. Afortunadamente, Cui Buqu no tenía la intención de jugar con él. Xiao-Liu se expuso con mucha rapidez y, al final, Pei Jingzhe pudo escapar del destino de entregarse como alimento a los mosquitos.
Eso no era todo. Las predicciones de Cui Buqu eran bastante precisas. Las artes marciales de Xiao-Liu no eran excelentes, solo las utilizaría para encargarse de Cui Buqu, así que Pei Jingzhe sería suficiente para dominarlo.
Rong Qing había sacudido tanto a Xiao-Liu que este último escupió una bocanada de sangre.
Se negó a revelar la ubicación del verdadero Xiao-Liu, o quizás, en primer lugar, no podía hacerlo.
—El Xiao-Liu verdadero, muy probablemente, ya se había intercambiado antes de que entraran a la matriz —Cui Buqu dijo.
—Él había estado conmigo durante seis años enteros, desde mi antigua ciudad natal hasta la capital —Rong Qing soltó al asesino y con sus ojos rebosando en rojo, le dio la vuelta a su cabeza—. Es honesto, un hombre de pocas palabras con unas habilidades culinarias excelentes.
Pei Jingzhe sintió algo de simpatía, por lo que palmeó su hombro.
—Lo vengaremos.
Ahora, Rong Qing entendía la razón por la que Cui Buqu ordenaba a todos los que lo rodeaban que estuvieran lejos de él a propósito, así, sería conveniente que Xiao-Liu atacara. Una sospecha solo era una sospecha, no podría encerrar a Xiao-Liu y cuestionarlo tan solo por eso.
—Maestro Cui, después de que este asunto esté terminado, deseo regresar para buscar a Xiao-Liu. —Suplicó—: Quiero verlo, vivo o muerto, incluso si... me gustaría enterrarlo en casa.
—Eso puede hacerse —Cui Buqu no era despiadado, siempre que la solicitud de Rong Qing no afectara el panorama general.
Pei Jingzhe dio un paso al frente, utilizando una tela húmeda para frotar el rostro del asesino. Finalmente, logró borrar una capa delgada de piel transparente. Un lado del rostro de Xiao-Lu fue borrado, revelando una complexión delgada.
—¿Deberíamos cuestionarlo? —Pei Jingzhe preguntó y después algo vino a su mente—: ¿O puedo pedirle a la Doncella Qiao que me disfrace como Xiao-Liu para que piensen que aún no ha hecho su movimiento y esperar que me contacten? ¡De esta manera, tendrá otra pista!
Cui Buqu negó con su cabeza y dijo:
—No sería de mucha utilidad. Primero que nada, es un guerrero suicida. Además de su objetivo de asesinato, no sabría mucho. Segundo, este tipo de guerreros suicidas se descartan una vez que su propósito sea cumplido. Si no haces tu movimiento por un largo periodo de tiempo, notarán que algo está mal y todo ello será más razón para no contactarte.
—Entonces, ¿qué debemos hacer ahora? —Rong Qing preguntó la preocupación de Pei Jingzhe.
Eran como tortugas de caparazón suave siendo encerradas en su nido y había muros por todas partes. No podían ver el escenario exterior y solo podían corretear y conducirse por juicios instintivos. Incluso si esta complicada prueba había sido afrontada, habría otra esperándoles. No podían garantizar que, en todas las veces, saldrían seguros.
El hecho más preocupante era que no les quedaba mucho tiempo. Yang Yun había propuesto la guerra y haría su movimiento después de dos días. Sin embargo, antes de que ese momento llegara, ya había dado el primer paso. Huang Lue estaba muerto, la Villa Qixia había sido incendiada, las ubicaciones de los refugiados eran desconocidas, si estaban vivos o muertos. Desde su parte, las pistas estaban rotas, la evidencia se había ido, pero en el lado del enemigo, sus posiciones eran tan sólidas como el oro y sus secretos estaban firmemente encapsulados.
El final del juego era claro.
Rong Qing estaba agotado de ideas que pudieran cambiar las mareas.
Ansiosamente, miró a Cui Buqu, con esperanza.
—Maestro Cui, ¿cuándo llegarán sus guardias Zuoyue?
Quién podría haber adivinado que Cui Buqu lo miraría feroz y le daría una respuesta estremecedora y devastadora:
—Solamente estoy amenazando a Yang Yun con un tigre de papel. No hay manera de movilizar a la gente hasta aquí.
Rong Qing se puso rígido.
La verdad sea dicha, no se podía culpar a Rong Qing por estar sorprendido.
Después de todo, no se había convertido en un Censor Imperial durante mucho tiempo. La Prefectura Guangqian había sido su primera tarea. Originalmente, debía haber sido una misión ordinaria, pero quién podría haber adivinado que se encontraría con un enemigo tan complicado. Sin mencionar a Rong Qing, incluso los presentes Comandante de la Oficina Zuoyue y el Segundo Comandante Feng también habían sido atrapados aquí. Si fallaban en encontrar una respuesta clara a esto, ninguno terminaría bien.
Rong Qing no conocía estas olas traicioneras que se escondían detrás del caso, ni la manera en que los Trece Pabellones de Yunhai modificaban las nubes. Solo sabía que Yang Yun era alarmantemente astuto, sin atreverse siquiera a tomar en serio a un Emisario Imperial. Sin embargo, tan solo con él, ¿cómo saldría con un plan tan demoledor, ocultando todas sus hazañas con una sola palma? Hasta que el misterio se levantó, cada por capa, y, poco a poco, la verdad se reveló. Solo entonces, notó que las profundidades de estas aguas ya no eran algo en lo que pudiera jugar.
Pei Jingzhe también se sentía un poco atónito. Le preguntó a Cui Buqu:
—Si los guardias Zuoyue no pueden llegar hasta aquí, tan solo con algunos de nosotros y la Doncella Qiao herida, si Yang Yun posee la urgencia de erradicarnos a todos, incluso si yo pudiera escapar de aquí con vida, ¡no hay garantía de que estén completamente ilesos!
Cui Buqu permaneció tranquilo, asomando un dedo hacia él.
Pei Jingzhe abrió sus ojos de par en par, fijando su mirada sobre su dedo, intentando su mejor esfuerzo para entender a lo que el otro se refería.
Pero Cui Buqu agitó su dedo.
—Estás equivocado.
Pei Jingzhe:
—...
Quizás se había acostumbrado a la manera en que Cui Buqu libraba una batalla de palabras con Feng Xiao, portando un rostro frío y por un momento encontró muy difícil de imaginar que incluso el Comandante Cui pudiera ser tan infantil.
Sin embargo, las palabras que abandonaron la boca de Cui Buqu fueron muy torpes:
—La Oficina Zuoyue ya no tiene gente para escatimar.
Pei Jingzhe tenía la lengua atada.
—Esto, ¿cómo puede ser posible?
La Oficina Zuoyue era una existencia muy secreta.
No obstante, Pei Jingzhe sabía que, aunque la Oficina Zuoyue no tenía tanta gente como la Oficina Jiejian, tenían centinelas en todas partes dentro de la Dinastía del Norte, así como también de la Dinastía del Sur.
Dejando todo lo demás fuera, tan solo en la capital, ya había algunos cientos de guardias Zuoyue.
Unos cientos de ciudadanos comunes, por supuesto, simplemente serían una reunión de grupos heterogéneos, pero estas personas estaban entrenadas, eran guardias Zuoyue equipados con un estándar de habilidades. Estos eran élites.
Si se reuniera a gente como ellos, Yang Yun aún tendría preocupaciones con lo que sea que quisiera hacer, ¿no es cierto?
Cui Buqu observó la preocupación en su rostro y dijo lentamente:
—Ahora que las aguas no han retrocedido, las noticias se difundirán con mucha lentitud. La gente que he enviado tomó un desvío en el Norte de la ciudad de la misma manera en que vinimos. Incluso en un caballo veloz, solamente llegarían después de algunos días. Cuando ese momento llegue, Yang Yun ya habrá hecho su movimiento. Sería demasiado tarde.
Pei Jingzhe pensó que esta razón era muy descabellada, tanto que no se parecía a Cui Buqu.
¿Usted no es el Cui Buqu que siempre puede adivinar el movimiento del enemigo de antemano, creando la victoria desde los milagros? ¿Por qué, tan de repente, se está comportando como si sus oídos y ojos estuvieran cerrados, sin hacer nada?
Sin embargo, las siguientes palabras de Cui Buqu interrumpieron sus pensamientos.
—Hace un momento, en las pocas oraciones que dijiste, mencionaste a Qiao Xian dos veces —Cui Buqu esbozó una media sonrisa—, ¿la extrañas tanto?
—¿¡Cómo–cómo puede ser eso!? —Pei Jingzhe no sabía cuán duro había tartamudeado cuando habló, sin mencionar que no sabía dónde poner sus manos y piernas.
—Ella también te extraña —Cui Buqu dijo.
Los ojos de Pei Jingzhe brillaron por un momento.
—Solo estoy tomándote el pelo.
Pei Jingzhe:
—...
—Puede caminar ahora —Cui Buqu dijo—. Si tienes el corazón, no hay nada de malo en hacerle una visita y convencerla de dejar ir.
Pei Jingzhe sintió que su rostro se ruborizaba, con su mirada parpadeando. Originalmente, quería ser cuidadoso con lo que decía, pero ahora no podía detenerse de querer saber más.
En su primer encuentro en las afueras de la ciudad, la inmortal de túnica blanca había dejado una profunda impresión en él. Era una lástima que cuando el Rey de Xiang sueña, la diosa no está dispuesta, el Pequeño Lord Pei era de piel delgada, sin atreverse a molestarla demasiado. Después de regresar a la capital, cuando la Oficina Jiejian y la Oficina Zuoyue tenían negocios, Pei Jingzhe se ofrecería a salir, solamente para que pudiera hablar más a menudo con Qiao Xian y eso era todo.
(N/T: se refiere a personas con un amor que no es correspondido, mi pobre bebé.)
Sin alguien que le diera un empujón, se habría ido por las ramas durante la eternidad.
Escuchando a Cui Buqu poniéndolo de esta manera, Pei Jingzhe en verdad se conmovió.
—Ve —Cui Buqu dijo con simpleza.
El rostro Pei Jingzhe estaba rojo como un tomate, comportándose como un mocoso en su primer despertar del amor, pero sin saber cómo expresarlo. Nerviosamente, se excusó y marchó a su salida.
—¿Qué tiene que dejar ir la Doncella Qiao? —Rong Qing preguntó con curiosidad.
Desde que ella y Guan Shanhai habían regresado, Rong Qing no los había visto. En ese momento, no pudo evitar sentir que la repentina decisión de Cui Buqu sobre juntar a Pei Jingzhe y Qiao Xian era un poco extraña, pero no podía poner su dedo sobre ello.
Cui Buqu sonrió vagamente.
—¿Por qué? ¿Rong Qing también tiene el sueño de un Rey de Xiang?
—¡Es un malentendido! ¡Un malentendido! —Rong Qing agitó su mano, solo estaba preguntando convenientemente. Después de eso, señaló al guerrero suicida—. ¿Cómo nos encargaremos de esta persona?
—Frío con aliño. Hervido. Asado. ¡Lo que te guste del menú!
Quien respondió, se rio en voz alta. Feng Xiao había regresado, caminando al interior con amplias zancadas.
En un destello, fue como si el patio fantasmal se hubiera iluminado.
Cui Buqu parpadeó.
Él no podía abstenerse de admitir que el exterior de este compañero realmente era lo mejor de la frontera del Cielo y la Tierra. No había necesidad de hablar, solamente podía posicionarse ahí y eso sería suficiente para que luciera como una deidad.
Naturalmente, era mejor si no abriera su boca.
—Maestro Cui, me di cuenta de que, justo ahora, tu mirada sobre mí duró un aliento más largo de lo usual.
Repentinamente, esa voz que estaba suplicando por mala voluntad resonó. Feng Xiao permaneció en la puerta del patio, negándose a moverse. Ciertamente, era hábil en elegir el ángulo, la apariencia de las flores de osmanto revoloteando hacia abajo en sus hombros, sobre su cabeza y el balanceo de su abanico que permanecía en un estado inerte, en un momento de elegancia romántica, donde su viento estaba justo en el rango adecuado y no enviaría volando los pétalos de osmanto.
—¿Debería pararme aquí por más tiempo y dejarte disfrutar la vista hasta el deseo de tu corazón?
—No es necesario —Cui Buqu respondió fríamente.
Él pensó en su corazón que, la próxima vez, nunca lo miraría más de lo necesario.
Como si Feng Xiao pudiera leer sus pensamientos, la comisura de sus labios se curvó como si estuviera riéndose de su habilidad para concentrarse.
La mirada de Cui Buqu había descendido y dijo impacientemente:
—Estoy suponiendo que el regreso del Segundo Comandante Feng seguramente traerá buenas noticias.
—Tengo algo —Feng Xiao sonrió—. He ido y hecho una hazaña filantrópica, obteniendo la inmensa gratitud de la esposa de Li Yan. Pensar que tu caridad fuera recompensada en realidad es verdad.
Convenientemente, lanzó la carga en su mano sobre la mesa de piedra.
Rong Qing escuchó hasta que su cabeza se nubló con confusión.
Cui Buqu suspiró, sin mirar al frente para hablar civilizadamente con este Pavorreal Feng que estaba adiestrado y las plumas ya apuntaban al cielo.
Él le contó a Rong Qing desde el principio.
Sería imposible desfalcar granos por tres años subsecuentes en la Prefectura Guangqian sin dejar ningún rastro atrás. La razón por la que Huang Lue había sido eliminado era porque conocía demasiado y, además, estaba el hecho de que mucha evidencia había estado en sus manos. Aunque estaba muerto, estas cuentas no podrían desvanecerse en el aire, por lo que simplemente podrían confiarse a alguien más. Por ejemplo, Li Yan o Wu Yi.
Una persona podía adivinar los corazones de las personas, justo como la manera en que Yang Yun había utilizado a Huang Lue, pero también se resguardó a sí mismo a su alrededor. La muerte de Huang Lue era similar a sonar una alarma para Li Yan y los demás. Ciertamente necesitarían mantener la evidencia, ya sea para tenerla contra Yang Yun o para convertirla en algo de utilidad para sí.
Incluso los planes más perfectos tendrían una debilidad. Mientras más inteligente fuera una persona, más le daría vueltas. Cui Buqu no estaba asustado de que pensaran demasiado, solo temía que dejaran de hacerlo.
Siempre que el enemigo cometiera un error, habría una oportunidad para volcar las mareas.
Antes de esto, se dijo que Li Yan tenía una amante en el exterior y su esposa era una tigresa, así que no se atrevía a llevar el asunto a casa, forzosamente, manteniéndolo en secreto.
Pero ya que Feng Xiao sabía sobre ello, no tenía razón para no poner el mundo al revés. De otra manera, ¿no se sentiría arrepentido por sí mismo? Por tanto, tomó la evidencia de la amante de Li Yan, incluyendo la dirección de la mansión que este le había obsequiado y la pasó a los sirvientes de la familia Li, llevándolo a su esposa, la Sra. He.
La Sra. He también había estado suprimiendo su furia. Aunque estaba furiosa, no estalló inmediatamente. En cambio, había buscado una oportunidad en la que Li Yan le hiciera una visita, trayendo gente en una conmoción feroz para atraparlo con las manos en la masa, golpeando a la amante y a Li Yan con una vara mientras corrían alrededor de la mansión en persona. Todos los vecinos de la izquierda y derecha fueron alertados y había sido ruidoso por algún tiempo.
Li Yan sabía que estaba equivocado, así como también era culpable en su corazón. Por lo que, con un rostro cenizo, suplicó lamentablemente, pero la Sra. He se negó a perdonarlo, ordenando a la gente para que aplastara la mansión en una ruina. Li Yan fue conducido en tanta furia que casi se desmayó, así que reunió su fuerza para razonar con su esposa, pero la Sra. He lo golpeó en la cabeza con un palo y, por lo tanto, cayó inconsciente.
La Sra. He descubrió que Li Yan no solamente tenía una amante en todos estos años, sino que incluso le había dado bastantes objetos de valor. En un ataque de rabia, los confiscó en su totalidad, dejando que sus sirvientes atravesaran desde el interior hasta el exterior y todo el oro, la plata y las perlas fueron tomados.
Cuando esto sucedió, el Segundo Comandante Feng había estado sentado en una viga, observando a la multitud. Cuando los sirvientes de la familia Li estaban confiscando todos aquellos artículos, había observado claramente desde arriba. Podía utilizar esta oportunidad para descubrir si Li Yan había escondido raciones relacionadas al caso de la calamidad o no.
De la manera en que Li Yan había hecho las cosas antes de esto, amaba a su amante, pero tanto temía como respetaba a su esposa.
Cuando los humanos guardaban secretos, inconscientemente, tomarían la decisión de mantenerlos en un lugar donde se sintieran más cómodos. Porque pensarían que, solamente de esta manera, estarían más seguros.
Cui Buqu y Feng Xiao entendían esto, así que llegaron a la misma conclusión sin planear con antelación el colocar la mansión de la amante de Li Yan como su objetivo principal.
Sin embargo, no había tal cosa como lo absoluto. Si no se podía encontrar la casa de la amante, volverían sus miradas hacia Wu Yi.
Afortunadamente, todo iba hacia aquellos que esperaban porque sus suposiciones se probaron como correctas.
Las cuerdas se deshicieron sobre la carga. Algunos pergaminos salieron rodando.
En un cielo azul de un día brillante, aquellos pergaminos se desplegaron lentamente, mostrándose frente al guerrero suicida medio muerto.
Los ojos del guerrero suicida se abrieron de par en par, encontrándolo difícil de creer.
Dos corrientes de sangre fluyeron lentamente desde su nariz.
¿Quién podría haber adivinado que este sería un guerrero suicida tan inocente?
Lo que estaba dibujado sobre estos pergaminos eran unas finas líneas elegantes y colores bien balanceados; desde atrás de los biombos y en el interior de las habitaciones, hasta debajo de los arbustos de uva en el patio; desde el interior de los carruajes en la naturaleza, hasta tabernas donde miles de personas se encontraban mirando. Toda clase de escenarios y toda clase de hombres y mujeres copulando, tímidos y reservados, abiertos y desenfrenados, solicitados y no solicitados, o agresivamente rechazando. Solo aquellos que no podían imaginarse no fueron dibujados.
Rong Qing miró fijamente en un aturdimiento como una gallina de madera, señalando a aquellos dibujos y repitiendo sin parar "esto, esto, esto".
Cui Buqu:
—...
Por primera vez en su vida, se sentía desorientado.
Feng Xiao incluso se rio, clamando su crédito de manera engreída mientras decía:
—¿Hm? ¿Incluso tú estás desconcertado?
Cui Buqu estaba inexpresivo.
—¿Estas son todas las pistas que has logrado conseguir después de estar en cuclillas en la viga durante medio día?
• ────── ✾ ────── •
Notas de Ada.
Cui Buqu like: ¿te fuiste todo el día para traernos porno?
PD: ¿la Sra. He toda desquiciada dándole una paliza al marido por infiel? JAJAJAJAJA, AMÉ.