Inigualable [WS]

CAPÍTULO 57

Soy la esposa más obediente para mi esposo~

Justo cuando Cui Buqu estaba hablando con Bing Xuan, Feng Xiao y Yan Xuexing luchaban en el aire. Ambos se distanciaron y volaron sobre dos techos separados, antes de darse la vuelta para enfrentarse entre sí.

Las personas que eran ignorantes de las artes marciales solo pensarían que las suyas se nivelaban y que era difícil diferenciar quién tendría la ventaja, pero Yan Xuexing sabía que incluso si fuera un discípulo ejemplar de la Academia del Palacio Linchuan, al compararse con esta persona frente a él, todavía se quedaba muy atrás.

Mientras sus pensamientos viajaban de un lado a otro, no pudo pensar en una sola mujer artista marcial del jianghu que pudiera ser la identidad de esta hábil señorita.

—¿Puedo atreverme a inquirir el nombre de esta doncella?

—Mi apellido de doncella es Cui y mi nombre de nacimiento es Buqu —Feng Xiao dijo.

Cui Buqu:

—...

Bing Xuan no pudo detenerse de reírse entre dientes.

—¿Puedo saber de cuál secta es la Doncella Cui y quién es su Maestro? —Yan Xuexing preguntó.

Feng Xiao sonrió.

—¿Por qué debería decírtelo?

Yan Xuexing tragó, suprimiendo su furia y advirtiéndose a sí mismo de no lanzar un ataque.

A lo largo de este camino, se había encontrado con muchas mujeres difíciles. A pesar de que estos años eran bastante lineales, el jianghu siempre le había pertenecido a los hombres y ellos eran quienes gobernaban dicho mundo. Muy pocas mujeres podrían danzar a través del jianghu y aún menos dejaban sus nombres en el viento y se les permitía llevar su fama a lo lejos. Esta vez fue como si todo estuviera planeado y Yan Xuexing se había encontrado con todos a la vez.

Tal como Bing Xuan.

Y esta Doncella Cui frente a él.

Yan Xuexing no deseaba desperdiciar su tiempo con otras personas. Solo tenía un objetivo: torturar a la familia Duan y dejar que Duan Qigu sufriera tanto como pudiera hasta que finalmente estuviese muerto. Pero con Feng Xiao en su camino, no podía cumplir este objetivo.

—Duan Qigu asesinó a mi familia entera —dijo en voz baja—. Violó a mi hermana. Si esta venganza no es cumplida, habré traicionado a mi familia como un hijo y un hermano. Lady Cui, si no tiene nada que ver con Duan Qigu, por favor, apártese. Hoy, yo, Yan Xuexing, le deberé un favor y se lo devolveré otro día.

Feng Xiao retorció sus cejas.

—¿Devolverlo con qué?

Yan Xuexing apretó sus dientes.

—Siempre que no sea en contra de la moral y que esté entre mis habilidades, no hay nada a lo que me negaría.

Duan Qigu había estado gobernando por más de una década y nunca había salido de este camino para ganar los favores de otros, solo había otros que besaban sus pies y le suplicaban por su favor. Incluso Gao Yi del Imperio Sui tenía que ser respetuoso hacia él. ¿Desde cuándo hubo un momento en su vida en el que estuviera así, tirado como un trozo de carne en la tabla de picar y permitiendo que otros lo despellejaran como les placiera?

El Duan Qigu que una vez había sido un cuatrero era intrépido y valiente, había lamido la sangre de sus cuchillos y había sido herido algunas veces, solo así logró intercambiarlo por su vida actual de lujos y prosperidad. No había nada que no tuviera, así que su voluntad de vivir era más feroz que antes. Al ver que Feng Xiao estaba considerando honestamente las palabras de Yan Xuexing, ¿cómo podría estar reprimiéndose todavía? De inmediato, gritó: