CAPÍTULO 65

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Maestro Taoísta Cui, realmente deberías sonreír más a menudo.


Había muchas personas que gustaban de Cui Buqu, pero también había muchas otras que lo odiaban.

Aunque el nombre de la Oficina Zuoyue no fuera prominente, la autoridad que poseían era tremenda con la Emperatriz Dugu apoyándolos tras bambalinas. Las personas que habían caído en sus manos eran incontables y aquellos que los maldecían a sus espaldas eran casi inimaginables. Cui Buqu poseía un corazón de acero porque nunca había permitido que estas cosas lo molestaran. Así que ahora, incluso si Feng Xiao lo halagaba, difícilmente sentía que era algo sobre lo que estaría feliz.

—Comandante Feng, cada vez que me haces cumplidos, un hilo de palabras me viene a la mente.

—¿Solo CaoCao y Liu Bei pueden considerarse héroes del mundo? —Feng Xiao le preguntó .

La comadreja le hace una visita de año nuevo a la gallina —Cui Buqu respondió.

(N/T/E: son historias chinas, dejo las anotaciones para el final, pero prácticamente se están peleando... otra vez...)

Feng Xiao se rio.

—¡Jaja! ¿Yo soy la comadreja y tú eres la gallina? Desde mi perspectiva, ¿por qué siento que el Maestro Taoísta Cui no es la clase de gallina que dejaría que las personas lo desuellen vivo mientras no hace nada sobre eso?

Más como un zorro viejo, astuto y calculador que se niega a dejar que otros siquiera tuvieran su propio camino.

—¿Es así? Por lo que yo veo, el Comandante Feng ciertamente luce como una comadreja —Cui Buqu dijo.

Una hermosa comadreja que se comportaba grandilocuentemente sin importar a dónde fuera.

El comportamiento de Feng Xiao no era malo. Aun cuando discutía con Cui Buqu prácticamente todos los días, nunca se habían hecho enojar realmente entre sí. En cambio, se inclinó con su atractivo rostro y habló con extrema familiaridad:

—Lidiamos con el caso del Embajador de Khotan en aquel entonces en la Ciudad Liugong y aquí lidiamos con Xing Mao y Duan Qigu. Incluso si esto no es pasar por la vida y la muerte juntos, todavía puede considerarse como atravesar las buenas y las malas entre nosotros. ¿Aún necesitas ser tan defensivo, frío y distante conmigo? ¿Boling Cui realmente es tu hogar?

Cui Buqu tomó el pincel y el papel, y escribió algo sobre este. Ni siquiera levantó su cabeza mientras decía:

—¿Y qué si lo es? ¿Y qué si no lo es?

—Mira la manera en que te comportas. Aún si es tu hogar, estoy seguro de que tú ya los repudias. De otra manera, ¿por qué dirías que no tienes señorío ni madre y tampoco nombre ni títulos?

Cui Buqu sumergió el pincel y elevó una ceja, sonriendo débilmente.

—Parece que ayer cuando estaba hablando con Xiao Lu, te escondiste en algún lugar para espiarnos. ¿No eres el gran Comandante Feng de la Oficina Jiejian? ¿Dónde está tu orgullo?

Feng Xiao frunció sus labios.

—No hay ni un solo momento en el que el Maestro Taoísta Cui no esté pensando sobre lanzarme a un hoyo en todas las maneras posibles. Si no fuera cuidadoso, me temo que ni siquiera tendré mis pantalones puestos sobre mí tarde o temprano.

Mientras hablaba, bajaba su cabeza para mirar lo que Cui Buqu había escrito en el papel. Las palabras que estaban escritas en esta eran las mismas de la carta que habían encontrado en el cadáver de Duan Qigu.

Inigualable [WS]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora