CAPÍTULO 7

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Un cuerpo obstinado que ni siquiera la droga Naihe Xiang es capaz de domar.


A los pies de la capital, las personas adineradas vagaban por todas partes, incluyendo a los funcionarios de rangos inferiores que no eran mejores que los perros y algunos príncipes que no se habían ganado el favor de la Corte y eran aún menos valiosos que los centavos.

Sin embargo, la Emperatriz actual era una excepción. Desde el tiempo en que el Emperador Sui aún era un funcionario de la Corte, solo tenía a su esposa a su lado, Lai Dugu, quien no era como las otras mujeres que solo sabían esconderse para buscar refugio detrás de sus maridos. Muchas de las conquistas que Yang Jian había logrado eran gracias a la contribución de Lai Dugu. Después de la ascensión de Yang Jian, reinó a su lado y se convirtió en la Emperatriz Dugu, apoyando a su esposo respaldándolo y reinando juntos en la Corte. Todos la veían como la segunda en el poder, después del Emperador.

Muchas personas también deducían que, entre el Emperador y la Emperatriz, no solo existía el amor, sino que también estaban muy sincronizados y a menudo se ayudaban el uno al otro. Entre ellos, ninguno podía prescindir del otro. Gracias a la Emperatriz Dugu, la posición del actual Emperador estaba más asegurada que la de algunos Emperadores anteriores a él. Además, este había hecho el juramento de que nunca tomaría a otra esposa. Así, todos los príncipes y princesas actuales eran hijos e hijas de la Emperatriz actual.

De esta manera, el estatus de la Princesa Leping era particularmente especial. No solo era la hija de la Emperatriz, sino también la mayor y, debido a que había experimentado muchas cosas a una edad temprana, tanto el Emperador como la Emperatriz eran especialmente cariñosos y respectivos con ella. Nunca se negarían a alguno de sus deseos. Cuando los subordinados de la Princesa Leping salían a las calles, todos los trataban con al menos tres grados de respeto.

Sin embargo, frente a la piedra del camino que era la Oficina Jiejian, se golpeó la cabeza, casi hasta sangrar.

La Princesa Leping tuvo una hija con el anterior Emperador, Yuwen Yun, la cual se llamaba Yuwen Eying. Dado que esta había perdido a su padre a una edad tan joven, tenía la protección de su madre y abuelo, a quien no le importaba la identidad de su padre. También era profundamente amada. Incluso la nodriza que la cuidó había subido de rango debido a sus cuidados, ganando reconocimiento. Hacía medio año, el hijo de dicha nodriza se vio envuelto en un caso y fue retenido por la Oficina Jiejian. La mujer le suplicó a Yuwen Eying que la ayudara y, a su vez, esta última se lo pidió a su madre.

(N/T/E: se refiere a la mujer que amamantaba a los bebés de las familias de alta sociedad.)

La princesa solo tenía una hija y no podía soportar que fuera agraviada, así que llevó al general de su residencia hacia la Mansión de la Espada de la Oficina Jiejian y les demandó liberar al hijo de la nodriza.

La Oficina Jiejian tenía tres comandantes. El Primer Comandante era el líder del Ministerio de Justicia, al cual no le importaba mucho lo que pasara en la Oficina Jiejian. En términos generales, el único que tenía el verdadero poder sobre la Oficina era el Segundo Comandante, Feng Xiao.

Ese día, no había muchas personas. Según la versión de los rumores que circuló posteriormente, la princesa había llevado agresivamente a algunas personas hasta la puerta de la Oficina Jiejian. Ya que estaba ahí, el general se rehusó a deshacerse de su espada, sin importar que la Piedra de Hoja estuviera presente. La princesa tampoco lo toleró y ambas partes discutieron. Sin una palabra, Feng Xiao solamente tomó la espada del general y la rompió en tres piezas.

El general estaba impresionado más allá de las palabras. Antes de que incluso pudiera reaccionar, solo sintió que soplaba una ráfaga de viento y fue inmovilizado con las tres piezas rotas de su espada contra la Piedra de Liberación de la Hoja. Afortunadamente, estos trozos solo perforaron su ropa por debajo de sus hombros y entrepierna, sosteniéndolo en el lugar. Se quedó de pie ahí, estupefacto, demasiado temeroso para moverse.

Inigualable [WS]Where stories live. Discover now