Diane aun algo extrañada por aquella llamada de Grover, había llegado a la casa de este. Ese había sido el sitio en que Grover le pidió verla.
—Oh debes ser la invitada de Lou –dijo una alegre mujer morena, de cabellos rizos y alta. Esta al abrir la puerta salió y le dio un abrazo a Diane– bienvenida.
—Ahmm... Gracias por el recibimiento –dice Diane en medio de una pequeña risa y algo sorprendida por tan cálida bienvenida.
—Por nada, pasa –dice la Señora y Diane le sigue–, Lou me ha hablado mucho de ti. Habla de ti como si fueras una súper héroe, claro solo lo dice porque no puede creer que la mujeres seamos mucho mejores que los hombres como policías.
—Rene, hay dos cosas mal –dice Grover quien venía hacia Diane–, uno no creo que ella sea una súper héroe y no te hablo demasiado de ella; y segundo las mujeres son excelente en todo, así que no me sorprende que Diane sea medianamente buena en lo que hace.
—Oh, sí claro –habla su esposa y luego le susurra: —Descuida el solo quiere guardar las apariencias frente a ti.
Y Diane no puede evitar reír.
—Pues, no sé qué decir, más que tienes una agradable esposa Capitán Grover.
—Llámame Lou –responde este–, y si, Renee es mi luz. Ahora vamos ¿quieres una cerveza?
—Ahmm sí, claro. Me muero por saber qué es eso que tienes que decirme, un domingo a mitad de tu barbacoa –dice Diane y Grover sonríe.
Diane ciertamente creía que ella iría hablar con Grover sobre algo importante, y luego noto que Grover simplemente no sabía cómo invitarla a un domingo en su casa, sin que ella tuviera esa actitud insufrible (como dice Grover).
—Sabes... Hace días cuando me dijiste... ya sabes, luego de estar con Jack y su esposa. Fue la primera vez que me sentí comprendido por alguien de aquí –dijo Grover.
—Si lo dices por Steve, él nunca le hace las cosas fáciles a nadie. Y si no me crees pregúntaselo al mismo Danny, ni para él fue sencillo cuando llego –dijo Diane riendo.
—Oh, no, no... créeme que no dudo de ti. Eso es un hecho –responde Grover.
—Este sitio puede asfixiarte y agobiarte por momentos, pero luego entiendes que no esta tan mal, y que están tan lejos de todos, que siente que aquello que dejaste atrás no va alcanzarte, aun cuando tu mente te lo recuerde a cada rato.
— ¿De quién o de que huías tu Diane? –pregunta Grover con sinceridad.
—Responderé a eso de la siguiente manera; ¿Cómo es que le dices a Steve? Oh, sí. Tú y yo aún no llegamos a ese punto –y tanto Grover como Diane ríen–.la verdad es que ha pasado tanto tiempo de eso que solo puedo decir que ahora no estoy huyendo de nada fuera de esta isla, sino de esta isla en sí.
—Vaya, eso es complicado.
—Lou, si necesitas a alguien con quien hablar y te sientes cómodo yo estaré a la orden siempre ¿de acuerdo? Venir a esta isla es como cruzar la dimensión desconocida, así que puedo ayudar un poco adaptarte, e incluso a tu familia –dice Diane quien ve como su esposa e hijos están en el otro extremo riéndose junto a la barbacoa.
—Eres más agradable de lo que aparentas. Estas algo loca, pero eres agradable –dice Grover y Diane ríe.
—E insufrible. No lo olvides –dice Diane entre risas.
Base Afganistán/ Pakistán U.S Navy Seal
Aquel camino parecía eterno para Steve quien veía como Diane prácticamente moría en sus brazos. Durante el trayecto Diane aún se mantenía respirando y con pulso pero a medida que pasaban los minutos junto a la pérdida de sangre Diane parecía estar abandonando este mundo.
Al llegar a la base, rápidamente la llevaron a tienda de campaña de Sam, este se encontraba atendiendo a varios de los heridos, Tic Tac y Lucas iban delante de Steve así que Sam, que venía saliendo de la tienda no podía ver que traían a Diane y mucho menos en ese estado. Así que al verlos no lo dudo y se acercó al grupo.
— ¿McGarrett y...? –Y al acercarse y ver a Diane en brazos de Steve, se paralizo.
—Lo lamento Bradock –Dijo Lucas.
Pero al oír esto corrió a su lado, ordeno que la colocaran en una camilla y le tomo la mano para tomar su pulso, ella no podía estar muerta. Enseguida los Steve le comento, que aún tenía pulso carótidal cuando venian pero parecía no respirar.
Sam comenzó a cerrar las cortinas para desvestirla pero en ese momento Steve que pensaba en irse se cruzó de nuevo en su camino. Por un momento Sam había olvidado que él era el que la traía así que de manera cortante le dijo: —Sal de aquí, necesito atenderla.
—Sam, haz lo que puedas, no dejes que muera por favor–le pidió Steve que no estaba prestando atención a la actitud de Sam, solo le importaba Diane.
— ¿Ahora te importa? –Espeto este y cerro una de las cortinas frente a él, y Steve aun contrariado no le contesta–. Sal de aquí por favor, ahora. No quiero llamar a alguien para que lo haga.
Y este lo hizo, comprendía un poco la actitud de Sam pero lo hizo por Diane, y salió del lugar. Espero mucho tiempo afuera, durante ese rato llego el Comandante Cowan y Kavner, Steve les comento lo que sucedió y junto a él decidieron esperar las noticias de Sam.
—Tic Tac y Lucas me contaron lo que sucedió exactamente –dice Kavner como si reflexionara–. Diane recibió esa bala por ti, ¿Sabes cuantas veces en la vida tenemos la oportunidad de que eso nos suceda? Creo que muy pocas.
—Ni me lo digas –dijo Steve.
—No te lo digo de forma amable McGarrett, el que ella este ahí dentro luchando por su vida, tiene que ver contigo y solo contigo. Aún me sorprende como nunca pudiste ver qué. Diane te ha sido leal aun cuando no estaba a tu lado. Lucho y lucho para que no te culpara a ti ni a Rollins de abrir el expediente, y aun así tú seguías hundiéndola, solo mira donde tú y Catherine la llevaron.
—Kavner yo... –trato de decir Steve pero este no dejo.
—Ella no estaría aquí, ni yo, si tu tan solo hubiese hablado con ella, si tan solo la hubieses escuchado. Y aun hoy volvió a salvarte la vida, y espero que si ella sale de esto se dé cuenta de quién eres y se aleje de ti y tu equipo nefasto, que no ha hecho sino traerle problemas, espero que sepa que ella y su vida valen mucho más que alguien que no le importa cuánto le demuestren, jamás confiara en ella.
—Se lo que hice y créeme que por eso estoy aquí.
— ¿Por eso? ¡Ja, por favor!–replico Kavner y se levantó de su asiento molesto–, nadie más que yo te conoce, ella y yo siempre hablamos de lo mismo, y tú no estás aquí por ella, estas aquí por sientes que es necesario que todos vean que el gran McGarrett arreglo su error.
— ¡NO TE VOY A PERMITIR QUE SIGAS!...
— ¡Por favor señores! –interviene el Comandante Cowan.
— ¿Qué sucede aquí? Sus gritos se escuchan allá dentro y por si no lo recuerda uno de los pacientes está en estado crítico –sale también Sam quien escuchaba la disputa entre Kavner y Steve.
—Sam –dijo Steve y se alejó de Kavner y se puso frente Sam–, ¿Cómo esta Diane?
—Bradock ¿Cómo está la Comandante Brighton? –pregunto Cowan, sabía que Sam no le respondería, su cara hacia Steve denotaba demasiada incomodidad.
—Mal –hablo para Cowan, había ignorando completamente a Steve–. LA bala entro y salió, es una herida limpia, puede controlarse, a pesar de haber perdido mucha sangre. Lo crítico es que seguro Diane estuvo en una explosión o algo, porque un elemento se incrusto en su abdomen y perforo un lado del hígado. Esto es demasiados peligros así que necesito sacarla de aquí lo más pronto posible y llevarla a un quirófano para que puedan detener el sangrado, perdió mucha sangre y lo sigue haciendo. Transfundirle es inútil porque eso solo emporaría las cosas, y sus signos vitales cada tanto decaen y no parecen poder estabilizarse.
—Eso podría ser peligroso –contesta el Comandante Cowan–, podrían saber nuestra ubicación y atacarnos.
—Bueno Comandante, supongo que entonces habría que preparar un traslado de cadáver –soltó Sam–, si ella no es trasladada las próximas horas, morirá. De hecho sus pupilas no tienen respuesta, por lo que puede estar ya en un estado de coma por el Shock hipovolémico que sufre.
—Señor debe haber una forma –dijo Steve consternado–, a unas horas de aquí está la ciudad de Kabul, ahí hay tienen acceso a un hospital y podrían atenderla.
—El problema es el traslado Comandante –respondió Cowan–, en el estado de la Comandante Brighton se necesita un helicóptero ambulancia y los locales al verlo rondar por aquí podrían saber nuestra ubicación, llevamos meses aquí y si nos descubren cientos de planes se vendrían abajo.
—Podríamos trasladarla a 20 Kilómetros de aquí en auto, ahí se encuentra un punto ciego donde aterrizan helicópteros militares –dice Kavner–, dirigí una misión hacia aquí hace un tiempo desde el FBI, conozco el lugar. Podría pedir ayuda. Doctor, ¿usted podría acompañarnos y tratar de mantenerla con vida mientras la trasladamos?
—Por supuesto, no voy a separarme de ella –Contesta Sam y Steve le mira un poco de mala manera pero decide olvidarlo por lo momentos lo que importa es ayudar a Diane.
—Debo consultarlo, esto no es tan sencillo –interviene Cowan en la conversación.
— ¿Cree que hay tiempo para eso? –Dice Kavner– Diane podría morir e cuestión de minutos y...
—Comandante si lo que necesita es alguien que hable en el congreso por usted, lo hare. Pero no dejare que ella muera –dijo Steve decido.
Steve decidió mover algunos de sus contactos y lograr el permiso para sacar a Diane del lugar, al igual que Kavner quien dirigiría el traslado. Cuando Steve se dispuso avisarle a Sam el plan, se encontró con una escena la cual no le agradaba para nada.
Ella seguía tan pálida como hace poco pero en esta ocasión su rostro ya podía verse, y aunque tenía algunas marcas y morados, podía imaginarse aquel rostro que con una sonrisa y unos ojos tan azules como el mar, que en su momento habían atrapado a Steve, eso pensaba en ese momento; habían decido colocarle un tubo ya que Diane no estaba respirando por sí sola, pero por los poco implementos que había en el lugar no podía determinarse completamente, tenía un pequeña manguera transparente en su nariz la cual le pasaba oxígeno y estaba conectada a un monitor que podía marcar sus signos vitales, pero no era eso exactamente lo que había desconcertado a Steve, era ver que Sam estaba sentado en la cama a su lado y tenía su mano agarrada y que este la llevaba a sus labios y ahí se quedaba un corto tiempo con ellas.
—...Debí hacer algo –le decía el a Diane–, no puedes dejarme ¿ok? Haré lo que sea porque salgas de aquí, tenemos una promesa que cumplir, vamos a casarnos. Tengo una vida planeada a tu lado Diane, y no quiero una vida sin ti en ella...–se detuvo y Steve retrocedió un poco pensando en que se levantaría, pero noto que solo había dejado su mano sobre el vientre de ella y se recompuso. Su voz se había quebrado– Te amo Diane, y estando aquí te he amado más que nunca, necesito que te quedes mi amor. Que te quedes aquí... conmigo. Contigo todo es posible Diane, eres tan valiente, tan fuerte, tan inteligente; yo creo en ti y quienes te quieren también lo hacen –y Steve sintió como algo se removía en él, la culpa cada vez lo arropaba más–, si tan solo supieras lo que hiciste conmigo desde el día en que te conocí, no sabía que podía hacer todas estas cosas, hasta que llegaste tú, con esa entereza, con ese actitud tan feroz que es lo que más adoro de ti... Yo...Yo solo te pido que seas fuerte, sé que puedes con esto Diane, sé que sí. Te amo, y sé que al recordar todo esto, solo será un refuerzo de nuestro amor, porque te juro por mi vida, que haré todo lo que este en mis manos, por salvarte; no dejare que nuestra historia acabe aquí y ahora
Sam se levantó de la cama y Steve retrocedió completamente hasta la puerta de la tienda y miro como Sam le daba un beso en la frente y acariciaba su mejilla, le sonreía y miro el monitor. Este camino unos metros atrás para hacer como que se encontraba con Sam, cuando este estuvo afuera no pudo evitar sentir molestia al verlo pero como Sam ya se sentía así pensaba que era perfecto el ambiente porque ya no fingiría tener que soportarlo siquiera.
— ¿Qué haces aquí? –Pregunto Sam de mala manera–, no puedo dejar que la veas aun.
—Venía a decirte que salimos en una hora, y lo sé. ¿Cómo esta ella?
—Igual –espeto.
—Te veo en el helicóptero entonces –dijo McGarrett.
Sam intento siquiera contestar pero de él solo salió algo como un sonido y se dio la vuelta y volvió al lugar, pero McGarrett pensó en algo importante, el tiempo. Seguro cuando la saquen de ahí no va tener mucho tiempo de verla, así que se dio la vuelta también y siguió Sam, en ese momento también llegaba Kavner así que camino hacia donde estaban ambos.
— ¡Oye Sam! Sé que no me dejas verla, pero necesito hacerlo, no sé si pueda después que salga de aquí así que...
—He ignorado todo lo que ha sucedido, porque intento mantenerme sereno y tranquilo para tener mis cinco sentidos en Diane y poder salvarla –dice Kavner despacio, como intentara controlarse de algún impulso–, pero desde hace una hora solo quiero poder hacerte pagar esto. Diane tiene una vida por la delante, una vida que hiciste un infierno por meses, y gracias a ello, ella está aquí tratando de luchar. ¿En serio crees que yo dejare siquiera que te acerques a ella? Es mejor que no vuelvas a intentarlo porque no seré tan paciente.
Steve no quiso decir nada. Simplemente se dio la vuelta y salió del lugar, por primera vez todo estaba abrumándolo, y es que en fondo para el Sam tenía la razón, y la culpa le dolía tanto que se hacía física en su pecho. Deseaba poder regresar el tiempo y poder pedirle a Diane una explicación de aquella llamada de Catherine, y así evitar no solo el que ella este muriendo, sino todo ese infierno que todos mencionan por el que Diane pasó.
No sabía porque, pero todo parecía tan claro ahora, podía ver cada cosa que había hecho Diane pero sobretodo, podía sentirlas porque antes de desvanecerse en sus brazos sus últimas palabras le dieron un reconforte a ella misma, por haberlo salvado a él. Era demasiado, no sabía qué hacer, si algo le sucedía a Diane no podía perdonárselo, jamás podría.
Así que decidido, fue hasta la tienda donde tenían a Diane y espero a Kavner saliera y se escabullo dentro de ella, necesitaba poder hablar con Diane.
Una vez dentro y sin que nadie le viera, se sentó a su lado y tomo su mano, por unos minutos se quedó solo mirándola, esperaba que en algún momento pudieran salirle las palabras para hablar con ella, hasta que por fin sucedió.
—Diane yo... Yo no sé qué decir exactamente, quisiera decir un discurso y poder pedirte perdón como se debe pero las palabras no son mi fuerte, ya ves como tanta veces te he lastimado, y lo lamento, lo lamento mucho. Tu llegada a mi vida fue inesperada, yo no sabía qué hacer, jamás me había topado con alguien como tú, creo que jamás me había topado con una versión de mí mismo, de hecho una mejor versión –dijo en medio de una sonrisa melancólica–yo no sabía cómo llegar a ti, creo que aún estoy aprendiendo y cuando por fin supe cómo hacerlo, poco después vino tu partida que también me sorprendió. Sé que durante todo este tiempo yo pareciera no haberte dado una oportunidad, pero lo hice, me acerque a ti y fue ese tiempo que estuvimos juntos en que todas mis dudas se borraron. Tú te volviste alguien en quien confiaría mi vida porque sabía que tú vendrías y que estarías ahí, a quien le confiaría a quienes amo, porque harías cualquier cosa por cualquiera; pero las cosas no se dieron de la mejor manera y yo... Yo no sé cómo actuar cuando siento que me traicionan y cuando pensé que tú lo hacías, veía mi mundo derrumbarse porque... porque me estaba enamorando de ti, y fue por ello que paso todo lo que paso y al verte hoy aquí luchando por tu vida, me siento tan culpable, y desearía ser yo quien estuviera ahí y no tú, tú no eres como llegue a pensar, eres el ser humano más hermoso que yo haya conocido. Ahora entiendo porque Danny te quiere tanto porque el sí ha podido ver en ti lo que yo me negaba...
—... Lo siento –dijo de nuevo y beso su mano–, se fuerte por favor, quédate, quédate aquí. Te prometo que todo va a cambiar, todo, si tú te quedas ya no me importaría quien dirija Five-0, si somos o no perseguidos por Asuntos Internos, si te involucraste con Delano, incluso no me importaría que no decidieras volver a mí, solo pido que te quedes, que vuelvas a levantare y hacer enojar a Danny, a sorprenderme con tu valentía e inteligencia, a surfear, apoyarnos como lo has hecho, a sonreír... Siempre me gusto como sonreías, eres tan hermosa y jamás te lo dije, como jamás te dije que te necesite todo este tiempo, a tu lado tenía algo que no tuve desde hace mucho, y fue paz y tranquilad. Por favor...
Steve sintió de pronto que alguien entraba, así que se levantó de su silla, no quería que le vieran ahí, así que tomo la mano de Diane una última vez, cerro sus ojos y de él salió algo que no esperaba: —Te amo –dijo él y beso su frente.
Sam había estado mirando todo, sabía que Steve no tomaría su no, sin embargo de todo eso, lo que más le sorprendió fue lo último que escucho. Desde su escondite pudo ver cuando McGarrett salía. Aquel discurso de McGarrett por un momento por un momento lo hizo preocuparse pues básicamente entre Steve y Diane había una historia y por lo visto una bastante imposible de borrar.
Aún algo atónito, decidió intentar borrar esa escena y ponerse a preparar a Diane para el traslado.
Al salir del lugar Steve sentía dos cosas, el profundo miedo de no poder decirle lo último en persona y la tranquilad de que ya podía expresarlo, ya no le importaba guardarse cuanto quería a Diane, pero también sentía la convicción de que mientras este en sus posibilidades haría cualquier cosa porque ella viviera. Así que salió y se dirigió al helicóptero. Había pasado por un lado de Kavner al salir de la sala donde tenían a Diane y este simplemente le miro, Steve estaba perfectamente claro que ni con Sam, ni con él podría tener una conversación de más de dos palabras, así que por Diane guardo toda su personalidad y decidió hacer lo que estos decían.
Lucas y Tic Tac habían ido para despedirse y para ver a Diane, esperaban que ella pudiera recuperarse, mientras ellos volverían a su hogar al día siguiente. Así que luego de despedirse de McGarrett, Kavner y Sam; se acercaron a la camilla de Diane y Lucas tomo su mano y le dio un pequeño apretón, Tic tac que era aún más cercano a Diane se acercó a ella y en un gesto de hermano mayor le dio un beso en la frente y le dio ánimos con un "todo estará bien".
—Sam tu estarás con Diane, ¿tienes todo lo que necesitas? –dijo Kavner que revisaba que todo estuviera en orden antes de abordar el helicóptero.
—Por supuesto, cuando lleguemos ¿crees que pueda intervenir en el hospital? –pregunto Sam
—Aun no podría decirte –contestó Kavner ayudando a Sam a sujetar a Diane a la camilla–, y va a ser un poco complicado. Estas personas son muy recelosas y sobretodo con los americanos, además ¿dominas el idioma?
—No, la verdad no. Diane estaba enseñándome –dijo y le dio una mirada a ella que estaba a su lado–, pero es complicado.
—Yo podría hablar por ti, domino el idioma. Claro, si quieres –dijo Steve. Este estaba concentrado en los detalles de vuelo, sería el quien pilotaría el helicóptero.
—Bien –Contesto Sam cortante y subió al helicóptero y se colocó al lado de Diane.
Kavner cerró la puerta y se fue al lado izquierdo del helicóptero para subir con McGarrett, seria este su copiloto.
— ¿Todo listo? –pregunta Kavner a Steve.
—Listo –contesto este y comenzó a elevar el helicóptero.
Volaron unos 20 minutos, Kavner le indicaba a Steve el plan de vuelo para que estos no fueran notados, Steve estaba concentrado en el camino pero por momentos solo quería llegar para que ella fuera atendida, el vuelo parecía ser eterno para el estando así. Kavner al notar en ocasiones su intranquilidad preguntaba cómo estaba Diane, si bien McGarrett jamás fue ni volverá a ser de su agrado, sabía que en el fondo le importaba ella.
—La presión es baja –indico Sam– debe ser el vuelo, pero está un poco estable por lo momentos. Bien hecho –le dijo Sam a Diane al oído–, sé que tú puedes. Tienes que despertar porque debo decirte que no he elegido un traje para nuestra boda, así que necesito que me ayudes.
Unos quince minutos después ya estaban el lugar de aterrizaje, ahí les esperaba una especie de vans donde colocaron a Diane y Sam, Steve y Kavner irían en un jeep. Steve había pedido ayuda a la base 4 donde una vez ayudo en una operación tenia algunos amigos ahí, y estos no dudaron en ayudarle. El recorrido duro media hora, pero durante ese tiempo los signos vitales de Diane comenzaban a decaer de nuevo.
—La presión está bajando y tiene taquicardia –dijo Sam a los hombres que manejaban pues estos le preguntaba cómo estaba ella, dicho esto aceleraron un poco–, necesito adrenalina, está en ese bolso de ahí –le indico a uno de los militares que le acompañaba en la parte de atrás de la vans—. Ok Diane, ya falta poco, solo un poco más... por favor – dijo colocando la jeringa en la pequeña manquera que llevaba al catéter que tenía en su mano.
Al minuto siguiente ya estaban en el hospital, Steve y Kavner ayudaron a cargar la camilla y enseguida que entraron la colocaron en una de ruedas. Un grupo de médicos la recibían y Steve en su lengua les pedía que Sam estuviera con ellos, estos se negaron pero el insistió, les decía que él podía ayudarles o simplemente ver, pero que le dejaran entrar. En el fondo Steve sentía confianza en Sam, sabía que si sentía algo por Diane no dejaría que nada le pasara, así que convenció a los médicos hasta que lo dejaron pasar.
Después de ello pasaron algunas horas, horas en las que no sabían nada de Diane ni de los médicos que la atendían. Steve caminaba a lo largo del pasillo, mientras Kavner conversaba con uno de los militares de la base 4 quien casualmente conocía a Kavner y a Diane de la misión de FBI. En ese momento otro de los militares que estaba afuera resguardando el lugar entro a la sala y llamo a los tres hombres.
— ¿Oigan este es el hombre que ustedes buscaban? –pregunta uno de los soldados que le habían acompañado.
—Por dios –dijo Kavner al ver la foto– ¿Cómo se enteró que estaba aquí?
—Él no va a descansar hasta lograr lo que se prometió –dice Steve–, hay que salir de aqui
—Pero si Diane ni siquiera...
Y justo en ese instante venia saliendo Sam, y a Steve y Kavner se les olvido Farooq por un momento y abordaron a Sam para preguntar por Diane.
— ¿Cómo está? –Steve fue el primero en hablar.
—La herida sigue siendo grave pero lograron detener el sangrado interno, ya pueden transfundirle sangre, y la herida de la bala ya está suturada y controlada. Sus signos vitales están estables, así que creo que estará bien por algunas horas, hay que seguir esperando
Steve sintió una brisa de tranquilidad y Kavner solo sonrió y abrazo a Sam, pero la cara de preocupación volvió enseguida al recordar Farooq.
— ¿Por qué esas caras? –Pregunto Sam– su estado es crítico pero podría mejorar.
—Hay que salir pronto de aquí Sam –dijo Steve–, Farooq fue visto en los alrededores del hospital. No podemos arriesgarnos a que llegue a Diane.
—No podemos sacarla de aquí aun, está en cuidados intensivos –advirtió Sam.
—Lo sé, pero...
—Pero nada McGarrett. ¿Tú no eres el súper héroe siempre?, resuélvelo, pero ella se tiene que quedar aquí –dicho esto se dio la vuelta y volvió a la sala donde estaba Diane.
Steve sabía que Sam tenía razón, pero su mente trabajo rápido e ideo un plan.
—Necesito un teléfono satelital –dijo.
— ¿En qué estás pensando McGarrett? ¿Estás loco? Podrían saber nuestra ubicación.
—Escucha, lo último que pronuncio Diane antes de cerrar sus ojos, era sobre mantenernos a salvo a ti y a mí. Así que no dejare que esto que ella hizo sea en vano. Lo primero que haré, será ponerte a ti a salvo y después sacarla a ella de aquí.
—Bien súper McGarrett –contesto Kavner–, y ¿cómo se supone que vas hacer eso?
—Te pondré a cargo de la base 4 y te trasladare a Hawaii en otro helicóptero, tengo dos oficiales que podrán hacer eso. En cuanto a Diane, llamare a Dan y a Watt, ella es un militar reconocido estoy seguro que cuando sepan de su estado y de donde se encuentra harán lo imposible por sacarla de aquí, así que quédate aquí, buscaré el teléfono satelital.
Steve le dejo en el lugar mientras Kavner analizaba lo que este le había dicho, sobre las últimas palabras de Diane, así que pensó que también podría mover algunos hilos. Mientras ambos hablaban por teléfonos satelitales, dos de los militares que le acompañaban se dispusieron a cuidar la sala donde estaba Diane.
— ¿Danny? –dijo Steve al teléfono.
— ¿Steve? No puedo creerlo. Farooq transmitió todo lo que paso en vivo, vimos a Diane recibir esa bala, dime por favor que está viva.
—Diane está en cuidados intensivos, su estado es crítico; pero en realidad te llamaba porque necesito sacarla de aquí, estamos en un hospital pero aquí hay riesgos así que quiero que vayas con Dan y le digas de la situación, él sabe dónde está Diane y además le dices que está a 30km de su posición original al norte de B4, el entenderá. Además que contactes al Coronel Watt y le comentes la situación también y que este se comunique con Dan, necesito sacar a Diane de aquí pero el traslado podría ser peligroso y ella está en cuidados intensivos.
—Por amor a dios Steve...
—Danny estaremos bien ¿ok? Solo necesito que me ayudes a sacarla, de todo lo demás me encargo yo, voy a dejarte, volveré a comunicarme.
— ¡Ey McGarrett! –Le llamo Kavner–. Te va a gustar esto, tenías razón, al mencionar a Diane la ayuda vino enseguida. Conseguí que el FBI en conjunto con la Marina en L.A enviara un jet donde podrá tener cuidados como los de la UCI. Estarán aquí hoy a las 22:00.
— ¿De verdad? –dijo Steve emocionado–. Perfecto, entonces yo arreglare la seguridad para ti y para ella. Dame unos segundos –y volvió a tomar el teléfono.
Las siguientes horas fueron bastante positivas, Steve ya se había contactado con Danny y este le había corroborado que la ayuda sería enviada, y que estarían esperándole en la Base Aerea Hickman a su llegada, además de que se le ordeno desde Washington gracias al Coronel Watt que la Base 4 le diré protección a Kavner y a Diane, el avión que Kavner había pedido venia en camino y Sam con la ayuda de los médicos preparaban a Diane para el traslado.
Una vez que Steve aseguro que Diane y Kavner serían sacados de Afganistán, comenzó su plan. Quería cumplir con la meta de Diane y aunque ello le costara acabaría con Hasan Farooq. Después de todo, Strawberry Files se terminó por él, así que esta vez no sería distinto.
—Bien, Kavner, tu iras con Sam y Diane, necesito que te quites ese atuendo y te coloques este –le dio un uniforme de medico con una bata blanca–debemos ser lo más discreto posible. Sam, tus iras con el Capitán Khan y Crawford para su seguridad y la de Diane. Yo los alcanzare en unos minutos ¿de acuerdo?
— ¿Te comunicaste con el Doctor Hughes en el Tree Army Medical? –pregunto Sam. Le había pedido a Steve que se comunicara con el para qué Diane una vez que estuviera en Hawaii siguiera bajo el cuidado de Sam, este aún tenía una plaza en ese centro médico y quería que David (uno de sus mejores amigos) la recibiera y le atendiera mientras él hacia el papeleo para volver a instalarse ahí.
—Estará ahí por la mañana, así que será el que la reciba –contesto Steve. Sam solo asintió con la cabeza como dando un "Gracias".
El avión ya estaba en tierras orientales, y era el momento de regresar a Hawaii, así que todo debía salir como tenía planeado Steve.
Era muy tarde ya y todo el hospital estaba tranquilo, no había mucho movimiento así que sería un poco sencillo pasar desapercibidos. Unos minutos después de dar las instrucciones comenzaban a sacar a Diane de la sala, ella en su camilla junto a Sam y un doctor del hospital pasaron al lado de Steve, este la miro y en su rostro comenzaba haber un poco de color , y eso le hizo sonreír e incluso llenarse de coraje, el llevaría devuelta a Diane al lugar que se había convertido en su hogar, con quienes se convirtieron en su Ohana. Para Steve esta era una segunda oportunidad, había jurado que por nada del mundo volvería a desconfiar de ella y mucho menos a separarse de su lado, a menos que ella se lo pidiera.
Mientras el corroboraba que Diane subiera a la ambulancia y se fuera junto con los militares, planeaba internamente el final de esta misión. Kavner antes de subir le miro y Steve sabía que él ya había notado sus intenciones, pero que no intento detenerlo porque pensaba igual. Una vez que estos se alejaron el volvió al hospital y le pidió al militar que iba a esperarlo que lo hiciera afuera y con el auto encendido.
Rápidamente se dirigió a un baño cercano y ahí se cambió de ropa, así como había conseguido un uniforme para Kavner, lo consiguió para él. Steve ya había ubicado a Farooq dentro del hospital, este solo estaba esperando el momento adecuado para atacar a Diane, así que se instaló en una sala contigua a la que tenían a Diane.
Steve entro en ella y cuando los hombres que venían con Farooq se dieron cuenta comenzaron a pelear con este, junto a Farooq, pero Steve tenía tanta ira contenida que al desatarla en esa pelea se le hizo fácil derribarlos, pero eso no era todo cuando tuvo a Farooq contra el suelo y apuntándole, no lo dudo y le disparo. Aquel sonido ni se sintió en el lugar pues había puesto un silenciador en su arma. Por lo que es trabajo ya estaba hecho.
Steve con mucha agilidad salió por una ventana que estaba en los corredores del hospital ventana, para no llamar la atención con la suerte que debajo de ella había un contenedor que desde arriba parecía tener sabanas, este salto y enseguida salió de ahí y corrió hasta el auto, este acelero y unos segundo después ya el hospital se perdía de vista, probablemente por la mañana haya algunos titulares en la prensa de oriente, pero sobre todo se habrá acabado con el reinado de terror de Hasan Farooq, que había asesinado a más de 6 agentes americanos y muchos solados, la deuda estaba saldada.
Base Hickman, Oahu. Hawaii.
Durante el vuelo Diane se mantuvo estable, fueron casi ocho horas y durante este tiempo ninguno de los presente, exceptuando a Diane que no se sabía cuándo despertaría de nuevo, había descansado, pero ver la isla y estar sobre su suelo le daba un poco paz a todos. Al bajar del avión le esperaban, los Five-0 con un Danny bastante preocupado, Dan y la ambulancia que llevaría a Diane al Tripler Army Medical.
— ¿Cómo está ella Sam? –preguntó enseguida Dan a Sam
—Está estable, pero debe seguir en cuidados intensivos.
— ¿Vivirá cierto? –pregunto de nuevo Dan.
—Es lo que espero con toda mi alma –respondió Sam y abrió las puertas de la ambulancia, y dentro de esta había una grata sorpresa.
—Es extraño verte de nuevo y en estas condiciones, pero en el fondo estoy feliz de verte. Lamento lo de Diane Sam –dijo David a Sam y enseguida que este subió a la ambulancia le dio un abrazo.
—Gracias por estar aquí David, te necesito. –respondió Sam, su cara denotaba mucho agotamiento pero seguía muy alerta y con mucha energía para ella.
Danny se acercó a la camilla y solo pudo verla, quería poder acercarse más pero con Dan y Sam ahí, no lo creyó conveniente. Steve decidió quedarse unos metros atrás, de todas maneras iría enseguida al hospital, no tenía pensado apartarse de ella aun, así que dejo que Sam y David tomaran el mando de la situación, además que la cara de Dan al verlo no era la mejor, si hubiese podido y si Diane no hubiese estado en esa camilla, probablemente le hubiese golpeado la cara.
Mientras Danny los demás Five-0 abrazaron a Steve, era bueno verles, incluso a Diane aunque su estado no fuera el mejor. Steve les pidió a todos que volvieran al cuartel, pero Danny fue el primero en negarse y por alguna razón los demás también lo hicieron así que le acompañaron al hospital. Probablemente Diane y ellos no hayan tenido en estos últimos meses la mejor relación pero en fondo ella siempre ha sido parte del equipo y ahora que sabían que era inocente no podían evitar sentir que debían estar ahí, para ella y para Steve.
Tripler Army Medical
David ya había instalado a Diane en la UCI, mientras Sam solicitaba su reintegro en Administración y al director del hospital. Kavner se encontraba con Dan conversando sobre lo sucedido; en eso Dan le planteaba la posibilidad de que Kavner solicite su protección en Boston, estaba seguro que a Diane le gustaría que él y Dan estuviesen cerca. Unos minutos después llego Steve y los Five-0, y Dan al notarlo no pudo soportarlo, al verlo llegar dejo a Kavner y se fue hasta donde estaba Steve, en su cara se notaba tanta ira que Kavner decidió seguirle, no era prudente que en este momento hubiera más problemas.
—Te juro, que no voy a descansar hasta acabar contigo –le dijo Dan a la cara a Steve, este agacho la mirada–, contigo, con tu carrera, cuando menos lo pienses tu apellido será borrado y olvidado del mundo militar y policial...
—Señor sé que...
— ¡ELLA NO MERECIA ESTO! –Grito Dan y se abalanzó a Steve, enseguida Danny y Kavner se pusieron en el medio de ambos–, incluso cuando ella se fue, en cada declaración que le pedía el alto mando militar, la NSA, el Pentágono y la CIA intentaba salvarte a ti y a Rollins. ¡y aun así tu abriste ese maldito expediente y por tu culpa ella ahora está en esa cama luchando por su vida!
—Steve vámonos –dijo Danny.
— ¡Tú y todos ellos están acabados! –dijo y Kavner miro de mala manera a Steve y a los Five-0 y se llevó a Dan a otro lugar.
Mucho rato después, todo el grupo estaba sentado nuevamente en la sala de espera, Dan y Kavner por un lado y los Five-0 por otro, Sam ni David había salido todavía así que esperaban noticias sobre la evolución de Diane.
—Puedes decirlo ¿sabes? –le dijo Steve a Danny que desde hacía mucho rato estaba callado y pensando, y esa no era su especialidad.
—No se... Es que solo pienso en que si tan solo le hubiésemos dado la oportunidad, ya sabes ¿no? Diane no es lo que aparenta Steve, Diane es alma y corazón, detrás de esa fachada de arrogante, de insoportable, de fuerte, de invencible; es igual o más sensible que cualquiera de nosotros. Haría lo que fuese por cualquiera... Solo debimos escucharla y creer, solo eso –concluyo mirando sus manos.
—Danny, lo sé ¿de acuerdo? Y no tienes idea de cómo me está matando todo esto, sé que debí darle la oportunidad de conversar y aclarar las cosas, lo se...
—De igual forma, el que te apuñales por ello no va levantarla justo ahora de ahí –dijo Danny.
—Danny tiene razón jefe –intervino Kono–, estamos aquí para ella, supongo que eso podría remediar un poco las cosas, y si ella nos necesita de ahora en adelante estaremos, solo debemos ayudarla, apoyarla, estar ahí...
—Concuerdo con Kono –afirma Chin–. Cuando ella despierte, porque lo hará, hablaremos con ella y aclararemos todo, tal vez nos dimos cuenta tarde pero Diane es buena persona y ella entenderá, estoy seguro que sí.
—Vaya, no sé si prohibirles la entrada o llamar a otros oficiales para que los saquen de aquí –dijo Sam al verlos, este salía del pasillo de administración y se dirigía con Dan pero no pudo evitar decir eso al verlos.
—Sam entiendo que justo ahora no somos tus personas favoritas– dice Danny enseguida evitando que sea Steve quien responda–, pero Diane es mi amiga, y quiero estar aquí, necesito estar aquí. Así que relájate, porque no iremos a ningún lado.
—Deberían revisar su concepto de amistad –refuto Sam–, porque si mal no recuerdo ella termino en esta misión porque su gran jefe McGarrett abrió un expediente, que causó la muerte de 4 oficiales, casi 5 y el secuestro del Agente Kavner, y que tuvo y tiene que resolver este problema en el medio oriente y en Washington.
—Gran respuesta Sam –dijo Dan que se acercó al oír la conversación– y si quieres podemos prohibirles la entrada, yo tampoco los quiero cerca de ella.
Y en ese momento los Five-0, Sam y Dan comenzaron a discutir un poco alto en replica a lo que había dicho Dan, para Steve no era sensato lo que se hacía, tal vez fuese justo pero no sensato, Danny intentaba al igual que Kono en hacer que Steve no siguiera respondiendo, hasta que Kavner con un pequeño grito logro callarlos a todos.
—Señores por favor, están la sala de espera de la UCI, ¿podrían comportarse?
—Disculpen ¿podrían bajar la voz? Esto es un hospital, sino voy a pedir que los saquen a todos –dijo David que se hacía presente en la sala–, Sam puedes entrar a ver a Brighton, ah... y preséntate en la sala de donantes, ya puedes donar.
— ¿Cómo esta ella? –pregunto Danny y los Five-0 aprovecharon para acercarse a oír la respuesta, mientras Sam dejaba la sala y entraba por una puerta de vidrio, que tenía un sensor de presencia, al sentir a Sam se abrió enseguida y que en la parte superior tenía un letrero que decir UCI.
—Logramos estabilizarla, estamos haciendo algunos estudios más por la cantidad de golpes que tenía entre ellos algunos traumatismos en la cabeza. Ya no hay hemorragia interna, y la sangre que ha perdido ya ha sido transfundida, afortunadamente Sam y ella tienen el mismo tipo de sangre, su tipo es un poco complicado así que él se ofreció. Venia también a notificarles que en unas horas le haremos otra cirugía para regenerar el tejido dañado del hígado, esperemos que tenga la suficiente fuerza para soportar esta otra cirugía.
— ¿Y es muy necesaria esta cirugía? –pregunta Dan preocupado.
—Lamentablemente si –contesto Sam para todos–, preferiríamos no exponerla más pero si no logramos regenerar este tejido la herida seguiría abriéndose dentro del hígado y vendría otra hemorragia y si esto sucede moriría.
— ¿Cree que pueda verla? –pregunta Danny.
—Por lo momentos y hasta nuevo aviso, no podrán hacerlo –responde David, quien en apoyo a Sam había cambiado por completo y por momentos esa aversión que tenía hacia Diane–, no se preocupen, está en buenas manos, Sam y yo cuidaremos de ella. La Comandante Brighton es una de las personas más fuertes que conozco, y estoy seguro que saldrá de esto también. Ahora con su permiso, debo seguir haciéndole estudios.
—Gracias David –le dijo Dan y extendió su mano–, sé que me mataría si estuviera aquí pero llámala Diane.
—Ok, lo haré –dijo sonriendo.
Unas horas después ya David Salía de la sala de cirugías a informarles a todos que Diane lo había logrado, había superado la operación. Sin importar la tensión que había entre todos, decidieron quedarse, tanto los Five-0 como Dan y Kavner.
— ¿Crees que pueda verla David? –Pregunto Dan.
—Por los momentos no, no es conveniente.
— ¿Cuándo despertara? –pregunto Danny.
—La verdad es que es apresurado hablar de ello, Diane ingreso realmente en un estado crítico, a pesar del excelente trabajo de Sam por mantenerla con vida, así que por lo momentos preferimos que este así, inconsciente para que su cuerpo descanse y pueda recuperarse. Sam me comento que alguien quería quedarse junto a ella hoy.
—Yo lo haré –dijo Dan–, me quedaré.
—Ok, le avisaré al personal del hospital para que este cómodo. Cualquier cosa pueden contactarme, estaré de guardia estos días. Permiso –dijo David y dejo la sala.
Steve quería ser quien se quedara pero prefirió seguir la corriente, lo último que quería era otro problema con Dan, de igual manera volvería mañana temprano y estaría con ella asi fuese en la sala. Para el, el trabajo de Diane no terminaba pues todavía faltaba reubicar a Kavner.
—Oye, sé que esto no ha sido fácil y que no soy de tu agrado, pero me gustaría terminar lo que Diane comenzó. Puedo reubicarte si quieres –le dijo Steve a Kavner.
—No te preocupes McGarrett, ya me reubicaron, me iré mañana temprano. Y tienes razón, no eres de mi agrado pero espero que reflexiones. Diane siempre estuvo del lado de ustedes, siempre –y miro a Kono a Chin y a Danny–. Incluso cuando la forzaron a venir aquí de nuevo, era mentira que solo lo hacía por ella y por Danny, lo hacía por ti y por los demás. Siempre me decía que se los debía porque ustedes la salvaron de Valdés.
—Tal vez me estoy enterando tarde Kavner, pero aprovechare esta segunda oportunidad –respondió Steve.
—Eso espero.
Danny le hizo una seña a Steve y el junto al resto del equipo salieron del hospital. Danny decidió acompañar a Steve a su casa y quedarse con él, pensaba que Steve necesitaba hablar con urgencia con alguien y nadie más que el para entenderle.
Entre tanto David intentaba convencer a Sam de que fuera descansar que él estaría al pendiente de Diane pero este se rehusaba a separarse un segundo de ella, así que solicito al igual que David la guardia del resto de la semana, por esta noche dormiría en la sala de Cuidados Intensivos, ya después se quedaría con ella en su habitación junto a Dan quien también se rehusaba a dejarla sola. E incluso ambos hablaban sobre la situación de Diane y Five-0.
***
Habían pasado 12 días y Diane se recuperaba pero aún seguía inconsciente, desde entonces ni Sam ni Dan se habían separado de ella, ambos se turnaban para descansar y para quedarse por las noches. Durante días recibía flores y visitas de quienes le conocían. Kavner al tercer día había abordado el avión que le llevaría a Boston, cuando Diane se recupere Dan estará con él, de hecho prometió que convencería a Diane de mudarse con él a Boston, Kavner pensaba que era difícil pero le agradaba la idea, Diane se había vuelto para Kavner más que una amiga una hermana, y no sabría nunca como retribuirle lo que había hecho por él, pero al menos sabía que si Diane llegara a necesitarle ahí estaría para ella siempre.
Por otro lado, Steve como cada mañana se preparaba para ir al hospital, algunas mañanas Danny le acompañaba como en otras solo iba a dejarlo pues este debía estar a cargo de Five-0, durante el tiempo en que Diane estaba en el hospital o estuviese fue a Danny a quien le designaron la dirección de Five-0, el gobernador tenía muy claro que Steve no volvería, aún si Diane podía ejercer sus funciones, así que designo a alguien más, en realidad pensaba colocar a alguien que él tenía en mente pero eso representaría muchos riesgos, sabia como actuaba Five-0 ante los extraños.
— ¿Podrías darte prisa? A esta hora Bradock está en su casa descansando, así que eso me evita encontrármelo de frente –dijo Steve quien llamaba a Danny por el teléfono por segunda vez ya que no salía de casa.
—Estoy saliendo ¿ok? Siempre haciendo todo tan difícil –contesta este y enseguida cuelga.
Al llegar al hospital ya no necesitaban ser anunciados, estos pasaban directamente al cuarto donde estaba Diane, y como Steve había dicho era la hora en que Sam estaba en su casa, así que no estaría en la sala. Danny pidió entrar primero y estar con ella unos minutos, este llevaba un pequeño ramo de rosas que había comprado para ella, probablemente si despertaba le haría Bullying por ello, pero Danny estaría feliz de que así fuera, deseaba tanto volver a conversar con Diane, volver a reírse de sus locuras a enojarse porque ella sin pensarlo salte ocho metros desde un edificio a otro, o porque simplemente le obligue a ir a Maui por un pedazo pizza, de verdad extrañaba a Diane.
Este se acercó a su cama y tomo una silla que estaba cerca y se sentó en ella, coloco las flores en la mesita que estaba a su lado y se quedó mirándole un rato. Ya su rostro estaba completamente curado, ya solo tenía algunas pequeñas marcas, al igual que su brazo ya no tenía un yeso que le habían puesto pues tenía una pequeña fractura en la muñeca, por lo visto se había curado. Le sonrió y en ese momento el sintió como Diane movía su mano, se alertó y le miro a la cara y efectivamente estaba moviéndose, ella arrugo el rostro y respiro profundo; los deseos de Danny se hacían realidad, Diane despertaba.
Poco a poco abrió sus ojos, por momentos todo era claro como también borroso, así que volvió a cerrarlos por unos segundos.
—Diane, está bien ¿ok? Estoy aquí –dijo Danny casi susurrando a su oído–, despierta.
Diane abrió bien sus ojos y miro a todos lados, respiro y ya todo era más claro, miro al hombre que tenía enfrente y sonrió, este le sonrió de vuelta y le dijo: —Hola... Estoy tan emocionado de verte despierta que no se ni que decir.
—Eso es lindo –musito ella con una débil sonrisa–, ¿en dónde estoy?
—En el Tripler Army Medical, es una larga historia pero no te preocupes, ya habrá tiempo para contarte todo
—Me alegra saberlo, aunque no sepa de qué hablas –contesto ella.
—Ya lo sabrás, no te preocupes, ahora no te esfuerces tanto y descansa –dijo él y le tomo la mano.
— ¿Y tú eres? –dijo ella mirando como él le tomaba la mano.
—Muy graciosa Diane –dijo este sonriendo.
— ¿Qué te parece gracioso? –replico ella llevándose la mano a la cabeza, mientras hablaba intentaba recordar todo y en ese proceso le dio un fuerte dolor de cabeza.
—Diane... es... es enserio ¿no sabes quién soy?
Ella negó con la cabeza y el rostro de Danny se transformó, tanto que Diane se confundió aún más y sentía que sus parpados se cerraban, el dolor de cabeza era cada vez más fuerte.
— ¿No recuerdas quién soy?
—No –respondió ella de nuevo–. De hecho lo último que recuerdo es salir de mi casa en Bel Air y subir a mi auto para ir a la SRU.
— ¿La SRU? ¡Ay no!, esto es horrible... Ok, hagamos esto, tu descansa ¿ok? Descansa. Yo voy por un médico.
Danny salió de la habitación y no hizo falta que Diane le hiciera caso, sin querer al segundo siguiente ya estaba dormida de nuevo, el dolor de cabeza se hizo más fuerte y sus parpados más pesados así que cerro sus ojos de nuevo.
— ¡Ey Danny! ¿Todo bien? –dijo Steve al ver como Danny salía de la habitación a toda prisa.
—No, nada está bien, ¿En dónde está Bradock?
— ¿Qué paso? ¿Diane está bien? –pregunto Steve angustiado.
En ese momento venia Bradock junto a David por el pasillo y Danny enseguida le abordo.
— ¿Qué paso? –pregunto Sam, la cara de Danny le preocupaba.
—Bradock, es Diane... acaba de despertar.
— ¡¿Enserio?! –dijeron Steve y Sam al unísono. Ambos se miraron pero decidieron ignorar el hecho de que les emocionaba el que Diane despertara.
—Si acaba de hacerlo, pero... pero no me recuerda, no sabe quién soy –dijo este angustiado.
—No te preocupes Danny –interviene David–, puede ser porque acaba de despertar, al principio todo puede ser muy confuso, ha estado inconsciente por casi dos semanas.
—Mejor vayamos a verla –dice Sam y se encamina junto a Danny y a Steve a la habitación de Diane.
Al entrar ella estaba consciente, miraba todo a su alrededor y de Sam salió una sonrisa, se acercó a ella y comenzó a revisar el monitor.
—Hola Diane ¿Cómo te sientes? –le pregunto.
—Me duele mucho la cabeza podrías decirme ¿Qué paso? –dijo ella.
—Claro que sí, pero ahora necesito que descanses ok, esto ha sido duro para ti –dijo este tomando su mano.
—Hola Diane –le dijo Steve desde el otro lado de la cama.
—Hola –respondió ella, pero su cara era de confusión.
— ¿Lo recuerdas a él? –pregunta Danny y Sam lo ve de mala manera, no cree que sea conveniente forzar a Diane.
—No. A ninguno de hecho –responde ella, mirándolos a los 4.
—No te preocupes Diane, todo estará bien, por ahora descansa. Buscare algo para tu dolor de cabeza –dice David.
—Gracias –contesta ella–, de verdad lo necesito.
Al salir de la habitación Sam apenas y podía respirar bien, no creía que estuviese frente a esa pesadilla, su prometida, parecía estar sufriendo de perdida de la memoria. Por otro lado, Steve y Danny se miraban con confusión mientras le preguntaban a David, si ella estaría bien, pero esa, era una pregunta muy difícil de responder.
¡Alohaaaa! Los tkm😂😘
Cómo siempre...
Mahalo por leer😎✌🏻
Con Amor...
D.A Blaez💙