CASA DE DANNY
─Ok, Grace, es hora de ir a dormir de acuerdo. Mañana debemos levantarnos temprano para estar en la costa norte, así que... Andando –Le dice Danny a Grace
La niña al recordar que mañana iría a su campamento de porristas en la Costa Norte, se levantó de inmediato del sofá y apago la TV, fue hasta Diane le dio un abrazo de despedida y se fue hasta su habitación.
─ ¿Dónde quedamos? –Dice Danny recogiendo algunas cosas de la cena–, ah sí... Steve te beso y...
─Bueno, quise romperle los dientes, juro que sí; pero era una pérdida de tiempo, además creo que seguía en shock, así que no le hice nada. Luego...Luego ya no quise irme, lo que es extraño y por eso termine aquí teniendo esta conversacion.
Y Danny que estaba tomando un vaso con agua, casi se ahoga al oír eso, bajo el vaso y la miro sorprendido.
─Si, lo se... yo también estoy así, no sé qué sucedió.
─ ¿Estás diciéndome que aun sientes algo por Steve? –pregunta Danny aun en su asombro.
─No, no... No, simplemente te estoy diciendo que estoy a cinco días de mi boda con Sam y un beso me está haciendo dudar. Sí, eso es lo que estoy diciéndote.
─Diane, hasta hace unos meses juraría que si Steve y tú se quedaban solos en la misma sala, uno de ustedes no sobreviviría. Además que en la cena en la que estuvimos tú, Gaby, Sam y yo lucias realmente enamorada de 'el ¿Qué se supone que paso?
─Danny, no lo sé... Es solo que –y Diane suspiro. Sabía que era momento de decir la verdad–, cuando me fui de aquí, estaba tan enamorada de él, y luego volví y al verlo todo estaba ahí, fue cuando apareció Wo Fat de nuevo que me obligue a sacarlo de mí... No fui yo quien decidió esto, fue el. El me obligo, yo no quería que me oyera para salvar mi imagen, sino para salvar lo nuestro.
─Es la segunda vez que te oigo hablar así –dice Danny algo afligido– ¿Qué harás entonces?
─No tengo que hacer nada, solo seguir como lo hice todos estos años, Sam me ama, y sé que yo también puedo hacerlo. El no merece esto.
─ ¿Vas a ser infeliz el resto de tu vida, solo por orgullo?
─No es orgullo Danny, la vida sigue y yo seguí con la mía. Volver con Steve jamás estará en mis planes, y por mas confundida que este, no voy a dejar a Sam, ni decirle a Steve lo que acabo de decirte.
─Tal vez no debería decirte esto, pero Steve siente lo mismo por ti; y lo sintió también. Cuando supo la verdad, me confeso que siempre siguió sintiendo algo por ti. Sé que es amor, pero él no sabe cómo decirlo.
─Y tenía que saber la verdad para ello ¿Nunca fue suficiente dejarlo entrar en mi vida? ¿Arriesgar mi vida y mi carrera por él, por el equipo? Si solo así fue que pudo darse cuenta que sentía algo por mí, entonces nunca lo sintió.
─Diane, sabes que Steve no es como cualquier tipo, ya ves que tiene problemas hasta para decir "lo siento" de manera normal.
─El que los dos perdamos la paciencia por todo y por nada, no nos hace alma gemelas. Él y yo debemos estar separados, así lo decidimos ambos. Incluso, aunque no lo parezca.
***
─Hola –saluda Steve al ver a Diane–, es la primera vez en casi una semana que vienes a una escena ¿Estas evitándome?
─ ¿Evitándote? –Responde Diane sonriendo que era totalmente falsa–, he estado ocupada con Kavner que no responde a mis llamadas, es todo. No tendría por qué evitarte, fue solo un beso, el cual no tuvo importancia, somos adultos y entre tú y yo, no hay nada.
─Eso no fue lo que percibí –replica Steve.
─Bueno, déjame decirte que tu percepción ha estado siempre averiada, antes me percibías como una criminal ¿No es así? Y ya ves, no lo era. Así que si percibiste algo demás en ese beso, deberías revisar tu percepción.
─Oh, ahí están –dice Chin que venía de hablar con los oficiales que acordonaban el lugar–, el nombre de la víctima es Gus Yamada. Es un pandillero local con una larga hoja de antecedentes que dice que no juega tan bien con los demás. La mujer de allí trabajaba en el bar anoche –y Chin señala a una chica vestida con unos pantaloncillos de jeans y una camiseta a amarilla–, dice que el propietario, Jack Anderson, echó a Yamada y a uno de sus hijos alrededor de las 11:00 después de que se confundieron con otro cliente.
─ ¿Ya hablaron Anderson? –pregunta Steve.
─ Según el camarero, cerró el bar alrededor de las 2:00 pero aparentemente nunca llegó a casa. Su esposa denunció su desaparición esta mañana temprano –responde Chin.
─ Entonces, hasta ahora creemos que Yamada y su amigo esperaron aquí a Anderson y luego lo confrontaron por haber sido expulsado del bar –interviene Diane.
─Es una teoría –contesta Chin.
─Pues antes de morir dio una buena pelea –señala Steve.
─Oigan ¿Desde cuándo el Capitán de SWAT aparece en la escena de un crimen, de homicidio? –dice Chin quien veía a Grover conversando con algunos agentes de la escena.
─Desde nunca –dice Diane quien enseguida volteo al escuchar a Chin hacer la pregunta.
─Comandante Brighton –le llama uno de los oficiales que estaban alrededor de la escena–, Tal vez quiera echarle un vistazo a esto –y le entrego un teléfono celular–, lo encontré en uno de los contenedores de basura.
─Necesito guantes –dice Diane y enseguida el policía saca uno de sus bolsillos–, Gracias.
─Ese tiene que ser el teléfono de Anderson –dice Steve.
─Bridgette debe ser su esposa –dice Diane quien empieza a buscar en la aplicación de llamadas–, ha intentado localizarlo toda la llamada –y Diane les ensena el historial del teléfono.
─Mira eso –señala Steve–, ese número de teléfono no es local.
Y entonces Diane marca a la que fue su última llamada hecha, enseguida este comienza a repicar y de pronto un teléfono al mismo tiempo comienza a sonar, la intuición de Diane le decía que estuviera pendiente de su alrededor, por lo que al voltear, enseguida alguien contesta y Diane ve quien es: ─ ¿Hola? –contesta Grover.
─Necesitamos hablar –dice Diane al teléfono y Grover enseguida hace contacto visual con ella. Y lo que vio, no pareció agradarle, pues Diane le mostro el teléfono haciéndole entender que ella tenía el celular de Anderson.
...
─ Conocí a Jack en un evento de caridad hace unos meses–Le relataba Grover a Diane y Steve dentro del bar del que era dueño Anderson, al tiempo que le enseñaba una foto donde estaban ambos–. Su bar patrocina un equipo de fútbol juvenil local. Y los dos somos niños de Illinois, nacidos y criados, y... Nos unimos a los Bears del 85.
─Sigue sin darme una respuesta concreta sobre que hacia aquí Capitán –dice Diane.
─Su esposa me llamo en la mañana –explica Grover–, estaba preocupada de que él no volviera a casa anoche, así que me pidió que fuera a conducir hasta aquí y ver si su camioneta todavía estaba aquí. Es un buen tipo ¿Ok? Verdadera sal de la tierra, hombre de familia. Si no volvió a casa anoche, hay un problema.
─ Lo que sea que haya pasado, llegaremos al fondo, ¿de acuerdo? –Dice Steve y Diane lo mira sorprendida, ser comprensivo no era precisamente lo suyo.
─Gracias –dice Grover–, me alegran que sean ustedes lo estén investigando esto, de verdad. ¿Creen que puedan mantenerme al tanto?
─Lo haremos –contesta Steve.
─O... podemos hacer algo mejor y dejar que trabajes junto a nosotros en esto –interviene Diane.
Steve también le mira sorprendido, ya que si algo había notado es que Diane había vuelto a tener esa actitud fría y distante de antes, y dejar que Grover trabajara con ellos, a pesar de no estar tan convencida (pues se le notaba) solo podía en parte tranquilizar a Steve pues creía que estaba odiándolo, y también comprobar que la Diane que a él le agrada, estaba aún ahí.
Cuartel General Five-0
Para seguir con el caso, Chin, Diane, Steve y Lou fueron al cuartel, donde Fong a través de una video llamada, les explicaría lo que había estado investigando de lo procesado por el equipo de CSI.
Pero antes, un hombre de traje estaba esperando en la entrada del cuartel.
─Comandante Brighton, es un placer –dijo el hombre y extendió su mano al ver a Diane.
─ ¿Y usted es? –pregunto Diane.
─Soy el Agente Carvallo del FBI de Los Ángeles, vengo por encargo del Agente Kavner para entregarle esto –y el hombre saco un sobre amarillo pequeño del bolsillo de su saco.
─Oh, que acaso Kavner no confía ni el sistema de correos de este país –dijo Diane tomando el sobre.
─Lamento decir esto, pero diré exactamente lo que me pidió que le dijera, porque él sabía que esa sería su respuesta. "Su equipo especial son un montón de psicópatas, así que nunca se sabe" –y Diane no pudo evitar reír.
─Podemos oírlos –dice Steve desde el otro extremo de la sala, pues estaba junto a Chin y Grover esperando la llamada de Fong.
─Si, si tiene un poco de razón –dice Diane–, Gracias por venir Agente Carvallo.
─Lamento la demora, pero entregar este paquete no era mi objetivo principal, vine aquí por un caso. De hecho se me hizo sencillo encontrarla, ya que usted estuvo es el ataque de los miembros del MNL aquí en Hawaii.
─OH, eso –dice Diane y rueda sus ojos–, si de hecho yo los arreste y al mismo tiempo deje que se me escaparan ¿Están atacando en L.A?
─Si, lamentablemente. Pero estamos teniendo ayuda de la SRU para los ataques y en la investigación tenemos a Kavner –dijo el hombre y Diane de pronto sintió nostalgia.
─Pues estoy a lo orden aquí en Hawaii para lo que necesite, fue un placer conocerle Agente Carvallo.
─Igualmente Comandante Brighton –y de nuevo el hombre extendió su mano, Diane esta vez la tomo y tomo su camino hasta donde estaba el resto del equipo.
Ya el equipo estaba en contacto con Fong, solo esperaban por Diane, así que una vez que ella estuvo frente a la pantalla Fong comenzó hablar.
─Comandante –saludo Fong.
─Hola Charlie –dijo Diane–, cuéntame ¿Qué tienes para nosotros?
─Recibí una coincidencia del CODIS, la sangre de la escena del crimen, pero no es Jack Anderson. Este hombre –y de pronto la imagen de la pantalla se dividió en dos para tener la imagen de la llamada de Fong y la que mostraba el expediente policial de uno de los sospecho–, Dennis Koga. Ha estado entrando y saliendo de prisión durante los últimos años. Historial de asalto, robo...
─Espera Fong –dijo Chin y comenzó a teclear en la pantalla de la computadora–, Creo que reconozco a Este tipo por el chequeo que hice en el hospital. Sí. Dennis Koga. Fue ingresado en el "Honolulu General" esta mañana en estado grave con múltiples contusiones y fracturas.
─ Espera un segundo. Si Yamada está muerto y este tipo está en el hospital, ¿dónde está Jack Anderson?
─Creo que eso va a tocarnos empezar a buscarlo –dice Diane.
...
─Ok, voy a dejar esto claro ¿sí? –dice Diane al ver que Steve y Grover se dirigían a los asientos delanteros del auto–, o manejo, o voy de copiloto; pero sobre mi cadáver voy en el asiento trasero ¿Estamos de acuerdo?
─ ¿Siempre es así de insufrible? –le pregunta Grover a Steve.
─Hay días buenos –responde Steve y Grover decide subirse al asiento trasero del auto.
Con las evidencias que tenían, los tres decidieron ir hacer una visita a Koga en el hospital, el camino estuvo callado hasta que Steve recibió una llamada, y por la forma en que contesto era Danny.
─Si es Danny ponlo en altavoz –dijo Diane–, quiero preguntarle cómo va todo en la costa norte.
─Ey cosita –dice Danny al oír a Diane.
─ ¿Cómo va todo Danny? ¿Y Gracie como se quedó?
─Creo que me estoy enfermando –responde Danny.
─Danny, son solo un par de días ¿De acuerdo?
─Oh no, esto va más allá de un par de días. Ella... Ella solo salió del auto, se despidió y ya. Ni siquiera un beso en la mejilla, y esta no es la primera vez que miro los ojos de mi pequeña y veo algo diferente. No sé qué es... no lo sé, es como si su inocencia se esfumo, o está volando al espacio y va lentamente, no lo sé...
─Bueno, tal vez solo está creciendo –dice Steve.
─No estas ayudando –dice Diane.
─ ¿Qué se supone que vas hacer entonces? –pregunta Steve.
─ Construiré una máquina del tiempo. Voy a retroceder en el tiempo, cuando ella era solo un bebé, antes de conocerte, a un momento feliz en mi vida, eso hare.
─Pues buena suerte con eso –dice Steve.
─ ¿Crees que esto es divertido, no? –dice Danny.
─ ¿Eh? No, no creo que sea gracioso. Solo digo que tienes que dejarla ir. Tienes que dejarla crecer. No hay nada que puedas hacer, para ella siempre serás Danno. ¿Está bien? Ella siempre te amará. ¿No es eso suficiente?
─Ey escucha esto –Interviene Grover–, y se va a poner peor Oh sí, sí... Espera a que te pida que la lleves por sujetador de compras. ¿Eh? ...
─Oye no le digas eso a Danny –Le interrumpe Diane.
─...O... cuando aparezca el primer novio. Te va a encantar. Tú no has visto nada todavía, amigo, así que ponte tus pantalones de niño grande porque el "Padre Tiempo" no es tu amigo.
─Ok, pueden ponerme a Diane –dijo Danny y Steve le paso el teléfono a Diane, apagando la bocina de altavoz
─Danny...
─Bajo ninguna circunstancia dejes que eso vuelva a pasar ¿ok?
─La verdad duele ¿no? –dice Grover en voz alta para que Danny pudiera oír.
─Sabes que... Ponlo al teléfono –dice Danny y Diane le entrega el teléfono a Grover.
─Bueno, voy a decirte algo más... – Dice Grover y entonces Danny colgó.
Honolulu General Hospital
─ Oye, te lo preguntaré una vez más, Jack Anderson, ¿dónde está? –Pregunta Grover.
─Y se lo diré una vez más, si necesita hablar con alguien, hable con mi abogado –dijo el chico.
─Sabes que Grover, yo te puedo ayudar con eso –dice Diane y coloca su mano frente a Steve y este coloca una navaja suiza en sus manos.
─ ¿Puedes hacer el favor de cerrar la puerta Steve? –dice Grover y Diane se coloca justo al lado de la polea que sostiene el pie fracturado de Koga.
─Por supuesto –responde Steve.
Y una vez cerrada, Diane le da un fuerte golpe a la base de la polea y el chico comienza a dar gemidos de dolor, enseguida el monitor que chequea sus signos vitales se dispara las alarmas y una de las enfermeras le habla al comunicador: ─Señor Koga, ¿Esta bien?
─Oh si, está perfecto, gracias enfermera –dice Steve y apaga el comunicador.
─ ¡No pueden hacer esto! –gimió el hombre.
─Pues ya lo estoy haciendo –dice Diane y comienza a cortar la soga. Steve sonrió al verla, era otro de esos momentos donde podía verse a sí mismo. Grover en cambio se sorprendió un poco, pero siguió con la temática
─ Escucha esto, estoy con Five-O. Tienen inmunidad y medios ¿No es así comandante?
─Así es Capitán –contesta Diane con una sonrisa y acelera el movimiento para terminar de cortar la soga.
─ Eso significa... que puedo hacer lo que quiera –Y Grover le da la señal al Diane para que siga cortando.
─ Espera, espera, espera, espera –decía Koga con desesperación–, No sé dónde está. Esa es la verdad. ¡Lo juro, no lo sé!
─ ¿Se verá muy mal si cierro el oxígeno? –dijo Diane y el chico abrió los ojos asustado.
─Cálmate –dice esta vez Steve–, solo dime lo que sabes.
─ Está bien, mira... El tipo Anderson le faltó el respeto a Gus. Solo quería darle una lección al tipo –respondió por fin Koga y Diane dejo de cortar.
─ ¿Qué clase lección? –pregunta Grover.
─ Lo esperamos fuera del bar –comenzó a relatar Dennis–. Gus tenía un cuchillo. Fue hacia el hombre y trató de cortarlo... pero se defendió. Nunca había visto a nadie pelear así, le quitó el cuchillo a Gus y lo mató con él. Planté esa cosa en su pecho. Traté de ayudar a Gus. El tipo me golpeó. No había nada que pudiera hacer...
─Salvo correr –dijo Steve.
─También me habría matado sino hubiera corrido –musita Dennis.
─OK, trágica historia –dice Diane–. Te dieron lo que merecías y ¿A dónde fue Anderson?
─Ni idea –responde Dennis.
...
─Y entonces ¿Dónde aprendió a pelear de esa manera tu chico Jack, Grover? –pregunta Steve.
─ ¿Militar? –pregunta Diane.
─Tal vez, no lo sé –responde Grover–, Jack es un hombre de pocas palabras. No habla mucho de sí mismo.
─Oh, si... Me imagino las conversaciones increíbles que debieron tener ustedes dos –dice Diane.
─Se llama humildad –dice Grover–, deberías practicarlo alguna vez.
─Soy realmente humilde para tu información –responde Diane sarcástica.
Grover solo rueda sus ojos y Steve sonríe.
─ Muy bien, entonces... –Dice Grover para cerrar el tema–. La declaración de Koga confirma que Jack mató a Yamada en defensa propia. Cualquier jurado del mundo lo habría visto de la misma manera. Entonces, ¿dónde diablos está él? Quiero decir, ¿por qué no se quedó y llamó a la policía? Entonces se acabó.
─Mejor aún –dice Diane–, ¿Por qué no te llamo a ti?
Y después de ello, los deja a ambos pensando y a Grover con una cara de que aquella conclusión era demasiado buena y que solo incriminaba a su amigo.
Cuartel General Five-0
─ Las huellas que CSI tomo del arma homicida coinciden con las huellas de referencia que tomamos de la casa de Jack Anderson –Dice Chin
─ Bueno, eso es consistente con la historia de Koga –comenta Grover–, nos dijo que Anderson apuñaló a Yamada con su propio cuchillo.
Y Chin al oír Grover hizo un gesto en su rostro que Steve y Diane notaron de inmediato.
─ ¿Hay algo más por decirnos, no Chin? –dice Diane
─ Las huellas de Anderson también aparecieron en AFIS –explica Chin tecleando en la computadora, y la imagen de Anderson junto a su expediente y un cartel de "SE BUSCA" aparecían en las pantallas de frente–. Es un veterano condecorado de la Guerra del Golfo, una boina verde que acababa de terminar una gira en Irak cuando esto sucedió. Según el Departamento de Policía de DeKalb, Anderson era el conductor de un automóvil que se escapaba en un robo a mano armada de una licorería en 1993. Ahora, el automóvil que conducía chocó contra otro vehículo, matando a su conductora, una recién casada llamada Jessica Haley. Ella estaba en camino a casa desde el trabajo.
─Este tipo estuvo engañándome –dice Grover sorprendido.
─A ti y otras personas –Contesto Chin–, sus cómplices fueron atrapados huyendo de la escena, pero de alguna manera, pareció desaparecer de la faz de la tierra... hasta hoy
─ Jack arrojó deliberadamente ese teléfono celular en un contenedor de basura porque no quería que nadie lo encontrara –Comenta Grover.
─Jack Anderson no es una persona desaparecida –Dice Diane–, es un fugitivo.
Los tres esta vez se encaminaban a la casa de Jack Anderson, donde se supone que encontrarían a su esposa, quien podría hablarles sobre Jack y así saber más de él, ya que según Grover no lo conocía más de lo básico.
Al llegar al lugar la señora recibió a Grover y en su rostro se notaba que tenía todas sus esperanzas puestas en él, Diane y Steve se presentaron y al entrar a la casa de Anderson, vieron que tenían dos hijos y una bonita casa, porque lo que a Anderson, dinero no parecía faltarle.
─Y bien ¿Lo encontraste? –pregunta la Sra. Anderson.
─No, aun no. Bridgette, tenemos que hablar de algo. Steve, Diane ¿Nos darían un minuto? –dice Grover y Diane y Steve se van junto a los niños.
Diane se sienta justo al lado de uno de ellos mientras Steve conversa con el otro y le entrega su placa.
─Creí que confiabas en Grover –dice Steve al ver que no le quitaba la vista ni por un minuto a Grover.
─Desde que el contesto el teléfono en el bar, deje de confiar en él. Solo quiero mantenerlo cerca –respondió Diane.
─Es lo mismo que yo habría hecho –dice Steve.
─Lo sé, en el fondo algunos tienen razón, pensamos y actuamos de la misma manera. Creo que en el fondo el equipo no sufrió ningún cambio drástico cuando llegue aquí.
─ ¿De que estas hablando? –pregunta Steve, empezaba a sentir que Diane le estaba hablando entre líneas.
─Cuando me case, ciertamente hare lo posible por hacer mi vida lejos de la isla, así que hare lo que sea necesario para que vuelvas a dirigir Five-0.
─Diane, yo no quiero dirigir Five-0 si estás tú en él, no tengo problemas con ello.
─Hasta hace una semana, los tenías Steve, y por más que quiera tapar el sol con un dedo, no vas a poder. Yo no quiero estar en Hawaii y este es tu equipo, tu Ohana... Debes estar con ellos.
─Es tuyo también.
─Esto se está poniendo un poco irritante así que jugare con el chico –dijo Diane y se sentó al lado del pequeño junto a sus juguetes.
Tanto Steve como Diane, no se habían acercado a los chicos solo porque si, por lo que una vez que tenían lo que querían, dejarían de pretender que Grover podía tener algo de control sobre la situación.
─Lo siento –dice Steve interrumpiendo la conversación de Bridgette con Grover–Necesitamos su ayuda, así que si se ha comunicado con Jack o sabe dónde podría estar necesito que me lo diga ahora mismo.
─Yo no... Lo juro, no he tenido contacto con Jack.
─Señora Anderson sus hijos dijeron que Jack regreso a casa esta mañana –dice Diane y Grover la mira de mala manera, no podía creer que estuviese interrogando a los chicos.
─Debí haber estado dormida, no lo sé... –responde algo nerviosa Bridgette.
─Es lo que dijeron –dice Diane–, y les hizo prometer que no le dirían a nadie que volvería aquí. Supongo que agarró un rifle y algo de equipo para acampar. También les dijo que podría estar fuera por un tiempo. ¿Tienes idea de dónde podría estar?
─ Va... a cazar en la Reserva Forestal Ewa. Uh, por lo general acampa alrededor del arroyo Waimano. Bueno.
─Se dónde está eso –dice Steve–, Gracias.
─Gracias Señora Anderson –dice Diane y acompaña a Steve.
RESERVA FORESTAL 'EWA
WAHIAWA. O'AHU
─Y bien... ¿Alguna idea de quien quiere matar a tu amigo? –pregunta Steve quien está a la cabeza del recorrido, al ser el que más conoce la isla, era el indicado para dirigir. Diane iba detrás de él, y detrás de ella Grover.
─No lo sé, Jack es un fugitivo. Tal vez se le fue la mano con algunas personas de aquí o de Chicago, así que no lo sé. No me gustaría ser yo quien lo juzgase –responde Grover–. Creo que prefiero preguntárselo yo mismo, en persona. Y ¿Podrías reducir la velocidad?
─ ¿Qué? ¿No puedes seguir nuestro ritmo? –pregunta Steve con sorna y Diane rueda sus ojos, sabía que no dejaría ir la oportunidad
─ Sabes, mi viejo me dijo una vez... nunca confundas a alguien que se está moviendo rápido con alguien que sabe a dónde se dirige –responde Grover.
─ ¿Si? Pues con el debido respeto, tu padre no me conocía. Me muevo rápido y sé a dónde voy –responde Steve.
─ ¿Sabes? Me gustaría ser la mitad de bueno, de lo que realmente crees que eres.
Y en ese momento un insecto se posó en la mejilla de Grover y este se asustó un poco pero enseguida lo aplasto con su mano, Steve le vio y vio a Diane y esta última sonrió.
─Muy lejos de Chicago ¿No? –dice Steve.
─ ¿Que se supone que significa eso? ¿Crees que no conozco mi camino por el bosque? –Dice Grover.
─ Primero que nada, esto es una reserva forestal, no un bosque –Dice Steve deteniéndose para beber agua– En segundo lugar, si conocieras el camino por este bosque... sabrías que el arbusto junto al que estás parado es noho malie. Es muy venenoso.
Grover al oír eso abrió sus ojos, tenso su cuerpo y se alejó lentamente del árbol.
─Gracias por eso Ranger Rick –dice Grover.
─Si, de nada –responde Steve.
─Sabes atravesar es este bosque... Oh, lo siento "reserva Foresta" –dice Grover con sorna–, te hace ver las cosas un poco diferente.
─ ¿No me digan que este lugar los está invadiendo del arte Zen? –dice esta vez Diane, y saca su envase con agua y comienza a beber de ella.
─Tu tampoco eres nativa de esta isla, hasta donde sé, eres de New York y te criaste en los Ángeles, así que deberías estar de mi lado.
─Así es, pero toda mi vida he estado en combate, soy un Seal, el rango de Comandante no es apodo artístico Capitán; por lo que estos lugares me son familiares –responde Diane.
─Bien, de acuerdo –responde Grover–, solo les diré que se lo que traman.
─ ¿Lo que tramamos? –Dice Diane– ¿Qué se supone que tramamos Capitán?
─Eso de "Dejaremos que trabajes junto a nosotros en esto" –dice Grover imitando la voz de Diane– ¿Crees que dejaste que estuviera en tu caso por la bondad de tu corazón?
─Primero que nada –responde Diane con una sonrisa algo sarcástica–, esto no es una especie de plan. Y segundo, eres amigo de Jack y desde que contestaste ese teléfono, solo quería tenerte cerca ¿De acuerdo? Sabía que no te irías y te sentarías en una poltrona a esperar mi llamada, así que para evitar tener que lidiar contigo, y tener que soportar que tal vez sabotearas mi investigación te traje hasta aquí. Pero... Luego de pensarlo mejor, me salió muy buena la idea porque Danny está en la costa norte, Kono esta quien sabe dónde, estaba un poco falta de personal así que vi que en el fondo era algo bueno para esto y decidí dejarte, tenía la oportunidad y la tome ¿Contento?
Steve solo se le quedo mirando con una pequeña sonrisa en su rostro y Grover podría estar ahorcando en su cabeza en ese instante, al ver que Diane siempre tenía esa misma actitud de arrogancia y alerta que tanto hacia enojar a cualquiera.
─ ¿Dijiste "algo bueno"? –Dijo Grover y Diane solo rodo sus ojos, se dio la vuelta y comenzó a caminar de nuevo–, porque tú no eres material para el monte Rushmore cariño.
Steve soltó una pequeña risa y se fue tras Diane.
La camina en busca de Jack continuaba, al mismo tiempo que Steve, Diane y Grover se hacían preguntas sobre porque Anderson había tomado aquellas decisiones si tenía una vida relativamente buena.
─ Héroe de guerra condecorado. Nunca en problemas con la ley. ¿Cómo es que un tipo así acaba robando una licorería? –dice Steve.
─ No lo sé. Quizás estaba borracho o drogado. Realmente no importa, ¿verdad? –responde Grover.
─ No, no es así. Tampoco estoy tratando de excusar a este hombre. Sólo digo, que quizás cometió un error, ¿sabes? Es decir... tiene que representar algo en lo que cambió toda su vida, y pasó los siguientes 20 años tratando de corregirlo –dice Steve.
─ ¿Y si fuera tú hermana, mi esposa y mis hijos a los que mató en ese accidente de coche? Lo que hizo antes, lo que hizo después, no significaría nada –expresa Grover.
─ Escucha, tienes un buen punto, ¿de acuerdo? Solo digo... Que no puedes decirme que se sentirá bien ponerle las esposas a un tipo así. Además, es tu amigo.
─Intentare pensar en la familia de la víctima –dice Grover.
─ ¿Qué pasaría con la familia de Jack? –pregunta Steve.
─ ¿Crees que no tengo corazón? Tengo un nudo en el estómago de solo pensar en todo esto.
─Yo creo que ambos tienen opiniones demasiado radicales y muy alejadas de la realidad. Jack, hizo lo que hizo y nada cambiara eso, pero lo peor de todo, es que aún no te has dado cuenta que tal vez, si hubieses atendido ese teléfono, tu estarías ayudando a un fugitivo Grover –Dice Diane y Grover se detuvo y más atrás Steve al oírla decir eso–, no me miren así, saben que tengo razón. Jack comentó dos errores importantes y en el último, no iba a tener compasión para utilizarte, sino, no te habría llamado. Si fuese el excelente hombre que ustedes relatan fantásticamente; no habría huido, habría hecho las cosas bien.
─En el fondo, que seas tan insufrible tiene algo de ventaja –dice Grover–, porque tienes razón.
─Yo solo diré que no descarten por completo lo que digo, a veces la gente buena, hace cosas malas –dice Steve–. Todos estamos huyendo de algo ¿No es así?
─Podrías ser más obvio –dice Grover y Diane ríe. Steve había tomado esa oportunidad para averiguar por fin, porque Grover se había venido de Chicago.
─ ¿Disculpa? –dice Steve pretendiendo sorpresa ante el comentario de Grover.
─ Si quieres algo de mí, solo pídemelo –dice Grover–, Esos trucos mentales Jedi no funcionan conmigo.
─ ¿Qué te saco de Chicago? –soltó Steve de una vez.
─Ni lo suenes –contesto Grover–, tú y yo aún no llegamos a ese punto.
Diane sabía que se desataría una nueva discusión, últimamente estaba extrañando mas ver pelear a Steve y Danny que a Steve y Grover, era algo tonto pero lo anhelaba. Así que siguió su camino y los dejo atrás a ellos hablando. En ese momento Diane a unos metros encontró unas huellas y parecían ser recientes.
─ ¡Ey, chicos por aquí! –grito Diane y enseguida ambos hombres corrieron hasta el lugar.
─ ¿Qué sucede? –dijo Steve al llegar.
─Miren esto –dijo Diane señalando las huellas–, esto parece estar fresco, así que no deben estar tan lejos.
─Andando –dice Grover.
...
─Chin, dime –contesta Diane su teléfono desde el Bluetooth en su oreja.
─Se quien contrato a Yamada y Koga para matar a Anderson.
─ ¿Quién?
─ Matt Haley –Responde Chin–. Es el esposo de Jessica Haley, la mujer que Anderson mató en el accidente automovilístico.
─Ok, espera un segundo... ¿Haley encuentra a Anderson en la isla después de todos estos años y luego contrata a Yamada para vengar la muerte de su esposa? ¿Cuáles son las posibilidades de que Haley esté en la isla?
─ Oh, estoy pensando que muchas probabilidades. Tengo varias llamadas entrantes al teléfono quemador de Yamada, y todas son del "Malohi lnn." Uno de ellos era reciente como hace una hora.
─ Probablemente era Haley tratando de averiguar si el trabajo estaba hecho.
─Es lo que también estoy pensando. Iré al "Malohi Inn" averiguar, les estaré avisando Probablemente era Haley tratando de averiguar si el trabajo estaba hecho –dice Chin.
─Ok, Gracias Chin –dice Diane y cuelga.
─Y ¿Qué sucede? –pregunta Grover
─Matt Haley está en la isla, el esposo de la mujer que Jack asesino –explica Diane–, él fue quien contrato a Koga y a Yamada para asesinarlo. Chin está yendo al lugar donde se está alojando, mientras nosotros debemos continuar buscando a Jack, creo que su idea era venir y esconderse junto a los animalitos de este lugar. Así que, Steve tú, iras al lado norte, yo me quedare con Grover, que no conoce la zona y juntos cubriremos el lado oeste, mantente siempre tu radio encendido.
─Ok, ten cuidado –dice Steve.
Una vez divididos, Diane y Grover que cubrían el lado oeste se encontraron con una especie de claro en forma de círculo, así que ambos se separaron y se encontrarían de nuevo, sin alejarse demasiado.
De pronto Diane escucho que Grover gritaba su nombre, así que corrió hasta allá y se encontró una escena que no era la mejor. Jack Anderson lo tenía apuntado con su rifle y lo había despojado de sus armas y de su chaleco.
─Suelta el arma o le disparo –dice Jack al ver a Diane.
─Eso no va pasar Jack, tengo excelente puntería, y antes de que siquiera muevas un pelo, yo estaré poniendo una bala en tu cabeza, así que suelta a Grover, déjalo ir y hablaremos contigo.
─Diane... –pidió Grover y aunque ella no estaba del todo segura, lo hizo. Tardo un poco en decidir pero lanzo su arma cerca de Jack.
─ ¿Quién mas esta con ustedes? –pregunto Jack sin dejar de apuntar a Grover.
─Solo nosotros dos –respondió Grover.
Diane fue quitándose poco a poco todo su arsenal, para cuando termino Jack tomo sus pertenencias y se acercó a ella con Grover en frente, a quien apuntaba todavía
─No creo –dice el hombre y obliga a Grover a colocarse unas esposas junto a Diane.
─Cuando esto acabe, no prometo no dispararle –le susurro molesta Diane a Grover.
─ ¿Cuál es el plan Jack? –Habla Grover y comienza a caminar junto a Diane–, ¿Asesinarnos y luego vivir por siempre en este bosque como si fuese un cuentos de hadas? Sé que lo hiciste por defensa propia.
─Deja de hablar y ¡muévete! –grito Jack empujándole con el arma.
─ Esa mujer que mataste, Jack, fue un accidente –continuo Grover hablando–, sé que has hecho muchas cosas, cosas buenas, para tratar de enmendar lo que hiciste, pero nunca lo harás. Nunca lo harás, hasta que lo reconozcas.
─ ¿Crees que no lo hago? –Respondió Anderson desesperado, se notaba el terror en su rostro–. Esa mujer está en mi cabeza todo el tiempo. Era un buen tipo e hice algo estúpido. Me puse al volante de un coche y, en diez minutos, mi vida cambió para siempre y no puedo deshacer eso. No importa cuánto me esfuerce.
─No eres el único Jack, se cómo es vivir arrepentido... Todos los días me miro al espejo y pienso "¿Y si hiciera esto? ¿Y si hiciera eso?" –expresa Grover y Diane comienza a entender porque aún no le explica a Steve porque se vino de Chicago. Pero desde el día uno, en que ella supo, quien era Grover, también supo que no debía preguntar nada. Porque exactamente así se sentía ella cuando llego a la isla. Steve tenía razón, todos ocultamos algo–. Así que bienvenido al club, amigo. Escúchame, Jack. Tienes que acabar con esto. ¿Mmm? Tienes que terminarlo ahora mismo, Jack. No para mí. Tómate un segundo para pensar en Bridgette y en los dos chicos.
En ese momento Diane que estaba simplemente escuchando e ideando la manera de atacar a Jack, así que hizo un movimiento de amague y Jack se distrajo, por lo que Grover aprovecho y lo golpeo y lo hizo caer.
Grover tomo el arma, mientras Diane conseguía una llaves para desatar las esposas, una vez que lo hizo, se las entrego a Grover, y mientras este se las colocaba Diane buscaba entre las cosas de Anderson su arma pequeña.
─Bien hecho –dice Steve saliendo de unos arbustos cerca.
─Oh vaya, gracias por aparecer.
─Estaba intentando salvarlos, solo para que sepan –dice Steve.
─Oh, si... y lo hiciste genial –reclama Grover de nuevo y esta vez comenzó a reír
─Levántate Jack –ordeno Diane quien aún estaba seria–, de pie.
...
─ ¿Qué estamos haciendo aquí? –Dijo Anderson al ver que Steve se había estacionado frente a la casa de este–, te dije que no quería que mi esposa e hijos me vieran así.
─Anderson, aprovecha esta oportunidad –dice Diane–, y no me hagas cambiar de opinión, porque no estoy muy feliz con lo que sucedió hace rato.
Grover y Steve se bajaron del auto, y acompañaron a Jack a que se despidiera de sus hijos y esposa. Mientras tanto, Diane bajo del auto y veía a Grover y Steve, Grover por alguna razón les dejo ahí y fue hasta Diane.
─Oye, sé que crees que soy insufrible ¿De acuerdo? –dice Diane riendo antes de que el hablara–, pero no puedo evitarlo, así soy. Solo quiero decirte que, te entiendo. Y no tienes que decirle nada a Steve y nadie sino lo quieres, pero se exactamente cómo te sientes, porque también en algún momento esta tormentosa roca del pacifico, fue mi refugio cuando decidí huir. Así que cuentas conmigo, así solo sea para soportar lo insufrible que soy –y Grover se carcajeo–, se lo que es pasar por todo eso sola.
─Gracias Comandante –dijo Grover y se notaba que aquello que le había dicho Diane le reconfortaba, entendía que ella tenía un personalidad algo difícil pero que era realmente honesta en cuanto a lo que sentía y como hacia las cosas.
***
El tiempo pasaba volando, y sin saberlo ya Diane estaba a solo tres días de su boda con Sam: este llegaría en la tarde de su misión como Medico de base para la ceremonia.
Diane estaba junto a Danny, Grace y Charlie en una tienda eligiendo un vestido para su boda, si algo había olvidado era ello, no sabía si era su confusión o que algo dentro de ella se sentía de nuevo con dudas acerca de la boda. Pero para evitar caer en esas dudas, decidió que lo mejor sería que eligiera un vestido, así todo parecería más real y dejaría de pensar en los "Tal vez sí..."
─¿Y qué tal? –le pregunto Diane a los chicos cuando salió del probador con precioso vestido blanco de encaje tipo playero, con los hombros descubierto y mangas que llegaban hasta sus codos
─WOAOOO –dice Danny–, te ves preciosa cosita.
─Entonces este es –dijo Diane y Danny hizo un gesto de sorpresa, era el primero que se media–, ¿Seguro que no quieres medirte algunos más?
─No, este está bien, me gusta mucho –dice ella mirándose en el espejo.
─Mira lo que encontré Dani –dice Grace emocionada, quien traía una corona de flores blancas en sus manos
─Oye eso está precioso –dijo ella agachándose para que la niña se lo pusiera.
─No puedo creer que vayas a casarte –dice Danny–, me siento como un hermano mayor emocionado.
─aaawww –dice Diane riendo–, ni yo tampoco pero estoy muy... mmm... Ya sabes tranquila.
─ ¿Tranquila? –Y Danny se había extrañado por la palabra que uso–, Diane no seguirás confundida o ¿Si?
─ ¿Confundida? Oh vamos... claro que no, eso solo fue un error. Yo estoy enamorada de Sam, si claro que sí.
─Suena como que intentas convencerte a ti misma.
─Pues no lo hago –y en ese instante solo su celular. Lo cual Diane agradeció, porque si Danny seguía con su interrogatorio, no sabría que más decir–, Comandante Brighton... oh, claro. Ahí estaré.
─Tengo que irme, el General Matthews quiere hablar conmigo por videollamadas así que estaré en el cuartel, te espero ahí –dijo ella y se metió de nuevo en el probador a quitarse el vestido, con un extraño presentimiento sobre esa llamada.
Cuartel General Five-0
─General, lamento la demora. ¿A que debo su llamada?
─Quisiera ser portador de buenas noticias para usted Comandante, pero, la verdad es que no –responde el hombre y en su rostro se notaba algo preocupado.
─ ¿Qué sucede?
─Hace tres días el equipo de Narcóticos y Cyberdelitos del FBI, me contactaron para informarme que habían confirmado la desaparición del Agente Harry Kavner –y Diane sintió que su corazón se iba a salir del pecho– junto ellos hicimos las investigaciones necesarias y logramos ubicar al Agente en Pakistán, todo apunta a que está en manos de Hasan Farooq. Tú y el son los únicos agentes Vivos que están involucrados con esa misión que aún viven, de hecho solo tú y Farooq lo sabe, como también sabe que Kavner custodiaba el archivo y que es la manera de llegar a ti.
─ ¿Qué están haciendo para traerlo de vuelta? –pregunta Diane.
─Esa es la cuestión Comandante, que después hablarlo con la Agencia y con el departamento de seguridad, con todo lo que ha pasado, no quieren autorizar un misión de búsqueda y rescate del Agente Kavner.
─¿Perdón? Harry es un Agente del FBI que trabajo para el departamento de defensa de este país, indirectamente porque el era mi contratado para cuidar el archivo. Y durante anos lo hizo magnifico, hasta que todo... En fin, ¿Cómo que no van autorizarlo?
─Diane –dijo esta vez Matthews tuteándola. Matthews trabajaba para James Mattis, el secretario de Defensa y luego del juicio se mantuvo siempre en contacto con Diane, por alguna razón a pesar de ser la mano derecha de Mattis y admiraba a Diane y estaba dispuesto ayudarla. Al conocer su historia por alguna razón quedo fascinado al punto que se volvió cercano a ella–, estoy contactándote porque a pesar de todo pedí hacerlo porque sé que te interesa Kavner, así que sabes que te digo todo esto, porque conozco a la perfección tu reputación, como también sé que tienes los medios para actuar tu sola sin necesidad de nosotros. Haz lo que tengas que hacer, yo te respaldare ¿De acuerdo?
─Gracias Matthews –dijo Diane y la llamada se colgó.
Diane está en un estado catatónico, no sabía ni qué hacer ni que decir, estaba en esa posición que tanto odiaba, vulnerable porque tienen algo que ella ama. Aun ni siquiera podía moverse del sitio estaba en blanco, hasta que oyó una voz que la hizo salir de su trance.
Al voltear y ver de quien se trataba solo pensaba en dos cosas, en que quería con todas sus fuerzas odiarlo, porque esto era su culpa, pero al mismo tiempo, quería poder ir a decirle que no sabía qué hacer y que le ayudara...
─Diane... –dijo Steve quien había escuchado toda la conversación pues estaba en su oficina solo que Diane no lo noto cuando entro.
Nota 15/03/2021
¡¡¡Alohaaaaa!!! No puedo creer que enserio haya llegado aquí, esto lo veía tan lejano... Solo puedo decirles que estamos en la mitad de esta novela, y que a partir de ahora todo será como cuando Dr. Strange le dijo a Stark "estamos en el juego final", a partir de ahora muchas cosas se decidirán, es una locura pero será necesario.
Como dije en un comentario, el siguiente capítulo lo escribí hace dos años así que solo debo ajustarle algunas cositas y pronto lo tendrán, so... disfruten este, y me dicen si les gusto.
Mahalo por leer :*
Con Amor D.A Blaez
Nota 12/03/2021
¡¡¡Alohaaaaa!!! ¿Me enloquecí otra vez y por eso actualice más rápido? Si, obvio sip. Pero es que muero porque lleguemos a un momento donde todos lloraremos o donde querrán matarme, pero está bien, lo aceptare (al menos no saben dónde vivo jajajajaja)
En fin... Disfrútenlo y díganme que tal
Mahalo por leer :*
Con Amor D.A Blaez