DIECISÉIS PRIMAVERAS (en proc...

IsabeleGPedroso द्वारा

253K 5.1K 536

Dieciséis años, hermosa y con ciertas habilidades especiales, inexplicables para ella misma. Ella, la cual nu... अधिक

Bilogía de Megana
L'inizio
Viaggio a Londra
Mia suocera e i suoi pensieri
I
II
III
Dieciseis primaveras
I
Decisioni sbagliate
I
II
III
IV
V
VI
Piacere...
I
II
III
IV
V
Benvenuta
I
II
III
IV
Ciao
I
Il mio strambo
I
¡Bambina insolente!
I
II
¿Cosa rispondi?
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
Per te mi sposerò
I
III
IV
V
Ricordi del passato e piani futuri
I
II
III
IV
V
Inizia il conto alla rovescia
Dieci
I
II
III
IV
V
Nove
I
II
III
IV
V
Otto
I
II
III
Sette
I
II
III
Sei
Cinque
Quattro
Tre
Due
I
II
Uno
Uno e settantacinque
Uno e mezzo
0!! Mi sa che sei in anticipo
La forza dell'amore
I
II
III
IV
Philip è assente
I
II Jissella
III
IV
V
VI
Insieme per sempre
I
II
Per sempre

II

2.6K 45 4
IsabeleGPedroso द्वारा

Las chicas se bajaron del coche. Tan solo venían las dos hermanas.

-Hola-nos saludó Alexandra agitando la mano alegremente mientras con la otra cerraba la puerta. Acortamos el espacio entre ambos grupos.

-Chi...-Francesca no me dejó hablar. Se abalanzó como una posesa sobre mi padre para plantarle dos besos en las mejillas.

-Amo sus novelas de adolescentes... Oscura Navidad, Solo fantasía...

-Hola a ti también, joven-todos reímos al escuchar a mi padre.

-Perdón-dijo Frany tendiéndole la mano a mi padre, que se la estrechó-Mi nombre es Francesca y soy fan de sus historias.

-Créala, es una obsesa de sus historias. Bueno y mi padre, pero él de las de intriga-dijo Alex antes de acercarse a mi padre y presentarse. Mi padre sonrió tanto satisfecho como halagado.

-Me alegra saber que mis historias gustan. Creo que después de mi pequeña es lo que más me importa-ambas hermanas me miraron.

-Pero niña, tú que les das para que dos chicos como estos te quieran tanto?-preguntó Francesca con una sonrisa. Sentí el calor subiendo a mis mejillas.

-Ser increíble-respondió Philip abrazándome una vez más.

-Luego me dejas la receta-bromeó Fancesca guiñándome un ojo y provocando nuestras risas.

De camino a casa de las hermanas, pude recordar rápidamente las calles de alrededores, me encantaba aquella zona, era rural en cierto modo y podías encontrarte a los niños jugando por las calles al escondite o a la pelota, me gustaba porque hoy en día estamos más acostumbrados a ver las calles vacías y aún así podemos saber perfectamente donde están los niños; delante de la tele, una play o un ordenador... Aunque obviamente y por suerte hay excepciones.

Pasamos por delante de la casa de unos amigos de mi padre que tenían un hijo dos años mayor que yo, se llamaba Cámeron. Sus padres eran escoceses pero él nació aquí en Italia, el caso es que siempre había sido muy simpático conmigo y al pasar por allí me acordé de él.

-Siguen viviendo ahí los Aitken?-le pregunté a mi padre, que estaba hablando con Francesca de una de sus historias, "Hijo del mar"-Perdonad que haya interrumpido, es que me he acordado de Cámeron.

-Quién es Cámeron?-preguntó mi pequeño cogiendo mi mano y colocándola aún entre la suya, sobre su pierna.

-Tranquilo vaquero, son como hermanos. Y sí cariño, siguen viviendo ahí. Por aquí las cosas no han cambiado demasiado-Sonreí.

-Era por curiosidad, pero ahora que ha dicho eso, me deja mucho más intranquilo-dijo Philip ganándose un beso en la mejilla por mi parte.

-Pues no tienes por qué, el chico es súper agradable, te caerá genial.

"Si me cae tan bien como Carlos, he triunfado"-pensó, provocando que tuviese que girar la cara hacia la ventanilla para esconder mi intentona de aguantar la risa.

-Te gusta, Meg?-me preguntó Alexandra cuando comenzábamos a pasar el portón.

Aquello era precioso, todo era de madera y piedra, los suelos eran adoquinados... Por otra parte la casa, aunque de una sola planta, era enorme y acogedora.

-Enserio quieres mi respuesta?-pregunté arrimando la cabeza a la ventanilla, para ver mejor cuando pasamos a pocos metros de la casa.

-Sí por favor.

-Wuaaau-dije tan solo provocando la risa de todos.

Francesca aparcó junto a otros dos coches a unos treinta metros de la hermosa casa en un pequeño descampado.

-Señorita-me dijo Philip tendiéndome la mano. Se la di entre risas. Se había bajado por el lado de mi padre, prácticamente bajando a mi padre a patadas, por tal de ayudarme a salir.

-Otro empujón y haces de corta césped yerno querido-le había dicho mi padre.

Caminamos en silencio hacia la casa. Lo agradecí porque necesitaba concentrarme en aquella bella imagen. Había plantas perfectamente cuidadas por todos lados, en algunos lugares te encontrabas con las sonrisas amables y las miradas agradables de los pequeños gnomos de cerámica, que decoraban el jardín desordenadamente. Resultaban muy graciosos.
La casa era realmente amplia, de grandes ventanales con marcos cuadriculados, paredes de piedra desde el nacimiento del suelo hasta poco antes de la mitad y el resto de madera caoba. Enredaderas las decoraban deliberadamente por ratos, incluso llegaban a ocultar algunas de las tantas ventanas, de las cuales en aquellos momentos salía luz. Era lógico, la noche comenzaba a hacerse pesada.

-Chicas esto es precioso-dije mirando en todas direcciones.

-Pues todo lo ha decorado esta niña tan guapa-dijo Francesca echándole el brazo por encima del hombro a su hermana, que al llevar tacones por un momento perdió el equilibrio.

-Cómo que lo has decorado tú?

-Sí, estudio arquitectura y diseño-dijo ella echando a su hermana a un lado de un solo empujón.

-Philip... Ya sabemos a quien acudir para que nos decore la casa-bromeé antes de engancharme al brazo de mi peque, que en cuanto lo dejé entrelazó sus dedos con los míos.

-Bueno, pues ahora tienes que decirme qué tal la decoración de dentro-dijo Alex, antes de insertar la llave en la cerradura y tras girarla, empujar la puerta.

Todo era igual de bonito que en el exterior, paredes y suelos de madera, pero de un color mucho más claro en dos tonalidades y tipos, cerezo y roble oscuro. Alfombras oscuras y elegantes cubrían parte de los suelos, plantas decorativas se repartían por cada esquina... Todo era realmente precioso.

-Gordo-susurré en un tono medianamente alto con la intención de que todos me escucharan. Philip me miró con una leve y cálida sonrisa.

-Dime-estrechó mis dedos entre los suyos.

-Creó que te dejo por Alex-la chica se echó a reír con ganas.

-Meg lo siento, pero si tú lo dejas por mí, yo te dejo por él, así que mejor consérvalo-bromeó.

-No he dicho nada-bromeé ahora yo simulando voz de niña mientras tiraba de mi pequeñajo, que se reía mientras era arrastrado.

-Venid por aquí-las hermanas nos guiaron a través de los largos pasillos.

De detrás de una gran puerta corredera, se escuchaban vivas risotadas.

-Y aquí esta el viejo de nuestro padre-dijeron ambas al unísono, antes de que una de ellas corriera las puertas dejando a la vista lo que parecía una amplia sala de estar. Las risotadas fueron a peor y créeme cuando digo que aquella era una risa maliciosamente contagiosa, de las que hacen que te duela el vientre.

-Papá!-ambas llamaron la atención de su padre a gritos.

-Ah! Ya están aquí!-dijo Luis poniéndose en pie-Lo siento es que estaba viendo una película de Jim Carrey, sé que es un payaso, pero tiene gracia-todos reímos con su disculpa.

Una vez los presentamos, mi padre y Luis conectaron de inmediato.

Nos sentamos todos a la mesa.

-Y bueno chicos, cuándo es la boda, porque...-interrumpí a Alex sin dejarla terminar.

-Aún no lo hemos hablado-dije casi con sofoco. La había interrumpido porque tenía pensado decir, "Porque lo bonito sería que el niño naciera con papis legalmente casados" y bueno... Digamos que mi padre aún no sabía que yo venía como los huevos Kinder, sí, gorda no estaba, pero la sorpresa venía seguro.

-Eeh...-comencé a decir mirando a Philip, que me miró con preocupación por mi expresión-Papá, de los presentes eres el único que aún no sabe algo...-dije ahora buscando o más bien huyendo le la mirada de mi padre que me observaba extrañado e intrigado.

-El que no sé?- preguntó antes de darle un trago a su copa de vino y volver a dejarla junto al plato para luego apoyar ambos codos sobre la mesa.

-Eh... Estoy embarazada-por su expresión agradecí que segundos antes hubiese dejado la copa, sino me temo que la hubiesen tenido que recoger del suelo hecha añicos.

-Cómo?-preguntó tras parpadear varias veces como si aquello le despejara la mente.

-Estoy esperando un hijo de Philip-dije. En cuestión de segundos su perplejidad pasó a la furia.

-Tú, vamos fuera-dijo con voz amenazante señalando a mi novio.

-Papá-me puse en pie asustada.

-Tranquila-me tranquilizó Philip poniéndose en pie, para luego acariciar mi mejilla. Las hermanas nos miraban sorprendidas y Luis simplemente observaba con seriedad la escena.

-Te espero fuera-dijo mi padre dándonos la espalda antes de comenzar a andar hacia la puerta.

-Philip...-le supliqué agarrando su mano cuando se dispuso a seguir a mi padre.

-Nena no te preocupes-forzó una sonrisa-No ocurrirá nada-mintió. Ni el mismo se creía sus palabras. Me dio un beso fugaz antes de salir de la habitación.

-Chicas-oí la voz de Luis poco antes de intentar caminar hacia la puerta, pero sin saber cómo, me encontré agarrada por las gemelas.

-No-me dijo Alexandra en una voz aterciopelada-Puede que tan solo quiera hablar con él.

-Y luego matarlo-aquello me salió sin pensarlo. Alex sonrió divertida por mi reacción.

-No te preocupes Meg, esperemos aquí a ver qué pasa.

-Chicas que mi padre está chalado, como le de la vena de creerse uno de los personajes criminales de sus novelas policíacas, me lo mata-ninguno de los tres pudieron aguantar la risa.

-No te preocupes hija-dijo Luis poniéndose en pie-Tu padre es un hombre de principios. Mientras esperamos, queréis terminar conmigo la película?-fruncí el ceño.

Bromea?-pensé.

-Claro, cuál es?-preguntaron ambas hermanas arrastrándome con ellas, mientras seguían a su padre.

Todos estábamos sentados en el ancho sofá, aún así me había tocado estar junto a Luis, que era un hombre robusto y lo cierto es que se me hacia pequeño. Más de una vez había intentado levantarme estando sentada entre las chicas, así que me habían puesto al perro guardián.

Cada vez que se reían una de dos o yo fingía que me parecía gracioso, o me quedaba pensativa y preocupada por lo que estuviera pasando fuera.

Que la noche iba a estar increíble? Sí, increíblemente penosa... Por favor, que no vaya a peor-pensé hundiendo el rostro entre mis manos.

-Relájate, todo estará bien-me dijo Francesca frotando mi espalda. Justo en aquel momento se abrieron las puertas tras nosotros haciendo que rápidamente y con nerviosismo mirase con miedo a lo que me pudiese encontrar.

-Philip-dije corriendo hacia él, antes de comenzar a revisar su rostro, su cuello... Provocando su risa suave.

-No busques rasguños, tan solo hemos hablado-el aire golpeó mi pecho cuando lo dejé entrar.

-Qué te ha dicho?-negó con la cabeza.

-Cosas de mayores-bromeó antes de besar mi frente.

-Idiota-lo empujé levemente para apartarlo, pero me atrapó entre sus brazos antes de intentar besarme, solo que no lo dejé, hasta que finalmente logró inmovilizarme y luego besarme.

-Está fuera fumando, ve y habla con él... Creo que lo necesita-dijo con un punto amargo en la voz. Asentí con la cabeza.

La noche estaba fría fuera. Froté mis brazos con rapidez.

-Papá-lo llamé. Estaba sentado al pie de las escaleras y sobre su cabeza se esfumaba el humo de su cigarro. Me miró antes de volver la cabeza hacia delante nuevamente.

-Siéntate aquí conmigo-dijo con voz débil. Le hice caso.

-Estás enfadado?-me miró de reojo mientras echaba el humo por la nariz, antes de negar con la cabeza y volver la vista al frente perdiéndola entre los oscuros arbustos o encontrándose con la de los agradables gnomos-Papá-quise hablar.

-Lo has pensado bien?-pero no me dejó. Me miraba... No supe interpretar aquella mirada, pero tuve miedo de que fuese decepción.

-Sí-dije segura.

-Sabes que soy tu padre?-fruncí el ceño-Se cuando mientes y más si tu novio me acaba de decir que cree que en realidad lo haces por él-aquellas palabras me tomaron por sorpresa-Te lo repito... Lo has pensado bien?

-No, pero merece la pena...

-Acabar con tus sueños? Qué pasa con tu sueño de llegar a Hollywood y arrasar en taquillas? O con tu trabajo de modelo?

-Los aparto por un tiempo... Ahora tengo dos nuevos objetivos.

-Tu hijo y tu futuro marido... Pero estás segura de querer hacerlo? Sabes cómo serán las cosas? La carga que puede suponer un hijo para una niña de tu edad, lo difícil del matrimonio, sus peleas continuas...?

-Papá, que tu matrimonio fracasara no significa que el mío también lo tenga que hacer-me arrepentí de aquellas malditas palabras al instante-Lo siento-me disculpé de inmediato cuando dejó caer la colilla y la pisó antes de ponerse en pie.

-Entremos-dijo subiendo las escaleras. Resoplé poniéndome en pie también.

Tan tonta como tú misma-me regañé mentalmente mientras entrábamos en la casa.

Nos despedimos de los anfitriones, apenados por la escena.

-La próxima vez quedaremos en nuestra casa y probaremos a probar una cucharada al menos de la cena-me disculpé, las chicas me abrazaron ambas con una sonrisa apenada.

-No te preocupes, mal día-dijo Frany.

Nos despedimos de Luis antes de montarnos en el coche con las chicas.

Al pasar por delante de la casa de los Aitken, vi a Cámeron dejando la basura en la puerta. Se quedó mirando el coche.

-Buenas noches-se despidieron ambas hermanas, antes de que el coche diese la vuelta y se marchase.

-Yo también me despido chicos, me duele un poco la cabeza-dijo mi padre comenzando a caminar hacia la casa. Lo seguimos en silencio.

-Come algo pequeña, no hemos cenado nada-dijo Philip atrayéndome hacia él por las caderas para besar mi cabeza. Negué con la cabeza, antes de apartarme y comenzar a andar.

-Buenas noches-dije sólo.

Entré en la habitación algo mosqueada. Todo estaba a oscuras, tan solo la luz blanquecina del patio interior y la anaranjada de las farolas de fuera que entraba por la ventana, iluminaban parte de la habitación, la de las farolas más concretamente parte del suelo, formando un rectángulo anaranjado. Salí al pequeño balcón sintiendo la brisa fría raspar mi piel.

Definitivamente una noche de ensueño-pensé irónica-Entristezco a mi padre y por si fuera poco, no puedo dormir con Philip...-suspiré antes de darme la vuelta y encontrarme con mi chico sentado en el suelo y una bandeja llena de comida frente a él. Sonreí instintivamente.

-Qué haces peque?

-Si Megana no va a la comida, la comida va a Megana-reí sentándome junto a él, antes de apoyar la cabeza en su hombro.

-Qué te pasa pequeña?-me preguntó dándome uno de los... demasiados sándwiches que había preparado. Negué con la cabeza, tanto por su pregunta como por el bocadillo.

-Venga, solo un poco.

-No me apetece comer pan-fue decir eso y levantarse a toda prisa para luego salir de la habitación.

-Phil..-ya se había ido cuando quise preguntarle a dónde iba. Me levanté para luego dejarme caer sobre la cama, al poco Philip apareció por la puerta con una caja de cereales, un bol, una cuchara y un brick de leche. Reí.

-Esto si te apetece, no? Mira que soy joven, pero las escaleras cansan-reí.

-No tengo hambre-dije sentándome.

-Bueno, pues no es para ti... sino para el peque y eso no permito que me lo cuestiones-dijo dejando las cosas sobre la mesita de noche, para luego prepararlo. Cogió la bandeja que aún seguía en el suelo y la dejó en el escritorio, para luego arrastrar la silla hasta colocarla a mi lado.

-Nene-me quejé.

-Sshh...-dijo cogiendo el bol y sentándose en la silla-Te lo vas a comer?

-No-respondí como si aquello fuese obvio.

-Vale, en ese caso supongo que tendremos que recurrir al avioncito.

-Ah no, eso si que no!-dije riendo. Asintió con la cabeza.

-Venga, a ver esa boquita que llega el avioncito.

-No!-reí. Finalmente tuve que abrir la boca, eso o me echaba la cucharada encima.

-Ahí llega otra vez-se burló con una gran sonrisa.

-Nene-me quejé nuevamente entre risas.

-Por hoy llámeme piloto nene, por favor abra la boquita o no podré aterrizar-yo no podía aguantar la risa.

-Esto es injusto-dije, antes de que me hiciera tomarme la cucharada. Al final me rendí y dejé que "el avioncito" siguiese aterrizando en mi boca, eso no quita que con cada cucharada me doliese el vientre de la risa, pero lo que más me gustaba era escuchar la risa de mi niño y ver su sonrisa, tan solo por eso no le hice feo a la idea de seguir comiendo.

-Muy bien mi niñita, que se lo ha comido todo-se burló una vez más dejando el bol sobre la mesita, antes de sentarse a mi lado.

-Tonto-rio abrazándome con fuerza.

-Reconócelo, por eso me quieres tanto-bromeó. Lo abracé dispuesta a relajarme entre sus brazos como auto invitación a quedarme dormida.

-Mierda-me lamenté.

-Qué pasa?

-Por qué diablos tendría que habernos dicho que no podíamos dormir juntos?! Uuf...-Philip se echó a reír nuevamente dejándome extrañada-No es ningún chiste, quiero dormir contigo-refunfuñé una vez más consiguiendo que besara mi cabeza.

-Gorda, que tu padre estaba bromeando, me lo dijo mientas jugábamos al baloncesto... Bueno... No exactamente, tan solo bromeaba si yo le lograba ganar.

-Viejo tonto-dije estrechando la cintura de mi niño con fuerza-Entonces puedo dormir contigo-celebré. Adoraba la risa de mi pequeño príncipe.

-Sí, podemos dormir juntitos-dijo mientras apoyaba su mejilla sobre mi cabeza.

पढ़ना जारी रखें

आपको ये भी पसंदे आएँगी

19.8M 1.3M 122
Trilogía Bestia. {01} Fantasía y Romance. El amor lo ayudará a descubrir quién es en realidad y su pasado hará reales sus peores miedos. ¿Podrá ell...
Touchdown ʟᴜᴅᴍɪʟᴀ द्वारा

किशोर उपन्यास

48.5M 4.6M 83
Primer libro de la serie #GoodBoys. En físico gracias a Nova Casa Editorial (este es un borrador). Inteligente, perfeccionista, competitivo, meticulo...
127K 9.5K 28
Hazel, una chica que es famosa en la escuela por agarrar a patadas a todos y ser muy extrovertida y Noah, la chica mas popular de toda la escuela, a...