"Érase una vez una oruga que terminó atrapada en una tela de araña, lastimándose al tratar de escapar"
Rini
Los malos momentos no se previenen, los malos momentos simplemente existen. Puede que no estés haciendo absolutamente nada y de pronto toda la situación se retuerza de la peor manera. Ese día lo confirmé.
Estaba en camino de la cafetería, acababa de superar mi primer examen de una manera extraordinaria, si todo iba bien podía ser ascendida a la clase A.
"Junto a Alain"
Silencié avergonzada a la vocecita de mi cabeza. En el momento en que cruzaba por el pasillo de los anuncios, me vi sorprendida por la cantidad de alumnos reunidos observando el mural. Me acerqué curiosa, de repente anunciaban un postre gratis en la cafetería.
Mi corazón se detuvo cuando observé la frase pintada con enormes letras rojas.
"Ekaterina Gallardo es una ladrona"
No una, ni diez. Eran cientos de fotos mías, de mi familia y del cartel de requisitoria de mi primo Roger.
La conversación de Halloween que tanto me esforcé en desviar, volvió como un recuerdo insano y persistente. Sentí las miradas asqueadas y furiosas de mis compañeros sobre mí.
"—No tienes porque renunciar a tu sueño por esto Rini, tú no has hecho nada malo"
El consuelo de mi madre hace medio año resonaba en mi cabeza como ave de mal agüero, siempre estuve aterrorizada de ser descubierta. Mis piernas se movían torpemente hacía atrás tratando de escapar.
—¡No es cierto! —Exclamó frustrada Cherry mientras arrancaba encolerizada uno de los carteles pegados — ¡Rini solo tienes que decir todo es una mentira!
Los ojos avellanas me miraban suplicantes a la espera de una respuesta afirmativa a su exclamación, a su lado mi mejor amigo con una expresión de decepción mas que de asombro, acarició el hombro de su novia en un intento de hacerle comprender de que no iba a ser posible.
No aguanté mas y atravesé el pasillo en busca de una salida.
—¡Rini espera! —gritó Lucas.
No podía involucrarlos en esto, por mas que lo único que quería era un aliado en esta batalla perdida. Traté de ignorar todos los susurros e insultos de la multitud, excepto que cuando te acostumbras a cierta voz puedes reconocerla sin intención.
—Esto es tan desagradable.
"Alain"
No me giré para confirmar lo que mis oídos habían percibido. No lo soportaría, no de él. Las lágrimas luchaban por salir pero me negaba a dejarlas ir hasta estar en alguna zona segura del bosque. En el momento en que logré avistar la salida al patio, una figura cruzó por mi costado sonriendo.
Era ella, era Daisy.
No había nada que me asegurara que había sido ella, pero dentro de mí lo sabía. Creo que si no estuviera tan desolada por los sentimientos de tristeza, la rabia se hubiera apoderado por completo de mí, y la hubiera atacado.
Pero ese día no sería.
Estaba en la copa de un árbol no tan alto, reposando mi cabeza adolorida por los quince minutos de llanto incontrolado. Tenía que dar un examen luego del almuerzo, apreté mis ojos con fuerza al recordar el precioso momento en que mis padres y hermano me dieron mis prendas para el baile.
"No puedo decepcionarlos"
Dudaba en poder acompañar a Lucas al baile, mi reputación lo arruinaría por completo, pero debía rendir los exámenes.
Cuando le insistí a mi mamá de que tenía miedo de asistir a Abingdon luego de todo lo que descubrimos sobre mi primo y su padre, ella me convenció de que nada sucedería y que yo no tenía que sentir vergüenza porque no había hecho nada malo.
Y aunque ella tuviera razón, el 90% de la población de Abingdon no pensaba lo mismo. Para ellos, todos los que no pertenecen a su estatus son despreciables y peor si alguno de ellos tiene una conducta "reprochable", todos los relacionados a él están condenados.
La vibración de mi celular me alertó de un mensaje y aunque no quería seguir presenciando mas odio, lo revisé por puro masoquismo.
"69: Oye bicho, no me digas que te confundieron con un gnomo de jardín y te tienen secuestrada en una casa de ancianas."
En situaciones normales me hubiera reído por lo estúpido de su mensaje, sin embargo la cabeza me dolía demasiado como para brindar una respuesta ingeniosa.
Yo: lo siento Ronan, hoy simplemente no puedo.
Creía que eso sería suficiente para que me dejara en paz, 69 era insistente pero no era realmente malo como para seguir con la discusión. Mi celular empezó a vibrar nuevamente, sin embargo esta vez era por algo diferente.
"69 llamando"
Era extraño como siempre aparecía en esos momentos en los que estaba tan vulnerable que hacía cosas sin sentido. Contesté la llamada.
—¿Y ahora qué carajos te hicieron? —exclamó furioso.
No supe bien si fue porque me llamó apenas notó que había algo diferente en mí o por el tono de preocupación y venganza con la cual contestó, no obstante desencadenó nuevamente el llanto en mí.
—Rooonaaaan —Balbuceé arrastrando su nombre —Me odian, mis amigos me sienten asco, estoy segura de eso. Lo arruiné todo, todo.
—¡Oye! ¡Tranquila, tranquila! ¡Vamos no llores! Dios, no sé qué hacer ... — Se oía desesperado ante mi insólita forma de responder —¡Cálmate y deja de llorar! A que los mocos se están escurriendo por toda tu cara y luces espantosa.
Traté de tranquilizarme ante su extraña forma de consuelo y respondí.
—Ya... ya está.
—Bien —suspiró aliviado. — Ahora dime porque razón estás gastando todos tus fluidos corporales en lágrimas y mocos.
—Me expusieron, al más puro estilo Mean Girls. —Limpie mi rostro con mi antebrazo —Escondí durante mucho tiempo este secreto y ahora... veras ... mi primo, él era parte de una banda de estafadores a familias ricas, ingresaba a su círculo gracias a su buen aspecto y pues... lo demás es historia.
—Parece el trabajo de un profesional... —Se calló un momento como evaluando lo que dijo. — Me refiero a la forma de exponerte.
—¿Has visto Mean Girls?
—Tuve una que otra niñera bastante floja — contestó sin mayor importancia.
No sé porque la imagen de un Ronan más joven viendo atentamente Mean Girls me hizo sonreír ligeramente.
—Mis mejores amigos no sabían nada sobre esto, se los escondí por miedo.
—No lo comprendo, ¿Tú le robaste a alguien? ¿Estuviste involucrada?
—No, para nada. Nunca se lo dije a alguien porque me daba vergüenza. Me enteré el año pasado, ya sabes cuando me desconecté.
—Tu primo ... ¿Por qué lo hizo? — preguntó nuevamente.
—Su padre estaba en una banda de estafadores, pero también era un imbécil alcohólico y apostador. —Sobé mi nariz que ardía debido al llanto. —Cuando mi tía enfermó, mi primo pensó en hipotecar la casa para poder pagar el tratamiento, pero cuando se enteró que mi tío ya lo había hecho e incluso había perdido el dinero, empezó a colaborar con él para obtener financiamiento pronto.
—Tu tío es un cabrón de mierda, sin ofender.
—No me ofende, pero él "fue" —aclaré.— Falleció junto a mi primo en un accidente automovilístico, al parecer no habían dormido por estar escapando de la policía.
Recordar el momento en que me enteré de la muerte de Roger rompió un poquito mi corazón.
—Es lamentable lo que le sucedió a tu primo. Sus razones eran buenas, sus acciones no. —Ronan era conciso, hablaba como si señalara un hecho —Sin embargo, solo fueron estafas y a que no afectó mucho a la economía de un montón de imbéciles forrados.
El juicio de Ronan, me dio la tranquilidad que necesitaba. Pude respirar nuevamente sin sentirme acongojada.
—Aunque eso no evita que se lo escondí a mis amigos.
—Mira tardígrada*, si yo lo entendí, ellos entenderán. Sino no son tus amigos. —explicó. — Ahora te debe valer una mierda lo que piensen de ti los otros idiotas de tu academia, ellos ya quemaron su única neurona aprendiendo a respirar, no les pidas mucho.
Me reí un poco y avisté un poco de luz al final del túnel. Como odiaba admitir cuando el latoso de Ronan tenía razón. Al menos esperaba que Lucas y Cherry me perdonaran.
—Ojala sea así —respondí, recordé la prueba y me sentí agotada. —Ronan, tengo un examen dentro de media hora. Espero no te moleste, voy a reposar.
—Vale, entonces me ...—lo corté
—Quédate, por favor —supliqué —¿Puedes acompañarme en silencio mientras descanso?
Necesitaba saber que había alguien allí, era un extraño comportamiento que tenía luego de bajones emocionales. No me pasaba desde niña, cuando le suplicaba a Dimitri que me tomará la mano al dormir.
—Sí puedo.
Solo respondió eso y se hizo la calma. Cerré mis ojos en un intento de calmar el dolor de cabeza, el viento helado relajaba los músculos de mi rostro y el silencio era agradable, pero la necesidad imperiosa de oír nuevamente la voz de Ronan no desaparecía.
—¿Cómo es el clima allá? —pregunté desviando toda nuestra conversación anterior.
—Hace un puto sol de porquería —Lo dijo como si fuera un político. —Lo único que aprecio es que mi uniforme sea blanco, aunque odio el color.
¿Ronan de blanco? Tenía que estar bromeando.
—Me encantaría verte de blanco. —El pensamiento salió por mi boca antes de que pudiera procesarlo.
Un bufido sonó del otro lado.
—A mi también me encantaría verte de blanco, bicho —susurró.
Un inexplicable sentimiento lleno mi pecho. Mi rostro, helado por el frío, se tornó de pronto tibio. No comprendía bien qué era, pero se sentía bien. Vi la hora, debía irme si no quería llegar tarde a clases.
—Debo irme. Gracias por ... —me detuve —, por siempre estar ahí Ronan.
—¿Espera que— Colgué.
Había dado demasiadas muestras de debilidad a mi enemigo. Me reí al pensar que Ronan era como esos pulpos reversibles, a simple vista parece estar emputado con el mundo pero por dentro es más amable de lo que aparenta.
Cuando bajé del árbol me di cuenta de algo. Me la pasaba demostrando en línea que nadie podía pisotearme y muchos menos humillarme, no obstante cuando me atacaban en la vida real iba al árbol más cercano a esconderme, literalmente.
Recordé la primera vez que Ronan me dijo que debía vengarme, hasta ahora el pensamiento no se me había hecho tan claro. La rabia que había dejado desaparecer a propósito, volvió a instalarse en mi cerebro dominando cada uno de mis pensamientos.
Iba a pisotear a esa margarita podrida.
Decir que estaba sorprendida cuando Cherry y Lucas se sentaron a mi lado, aún cuando estaba comiendo exiliada en uno de los jardines de la academia, era decir poco. Había pasado apenas un día desde el "frabulloso" evento, no entendía porque estaban realizando tal suicidio social.
—Deberían irse.—dije asustada. Cherry bebió un poco de su botella de agua y Lucas le dio un mordisco a su enorme sándwich, antes de contestarme.
— Dinos la verdad y luego pues... decidiremos si queremos irnos —explicó Cherry con un aire diplomático. — Yo... me voy a ir pronto, así que no me importa lo que digan de mí. Rini, cuando te conté lo de mi familia pensé que al menos había confianza entre nosotras.
Eso me dolió mas que todos los insultos que me han estado susurrando desde ayer.
—Queremos oírte Rini —agregó Lucas con la mirada más comprensiva que existía en el universo.
Ver como ellos estaban insistiendo en oír mi verdad, a costas de que sean considerados parias en la escuela; era la cosa mas bonita que me había pasado. Quería abrazarlos y no separarme de ellos para siempre.
—Gracias chicos. —respondí esperanzada e inicié — Mi primo Roger...
Me tomó casi todo el almuerzo explicar la truculenta historia de la familia de la hermana de mi padre, sin embargo la recompensa valió la pena. Al finalizar Cherry y Lucas estaban abrazándome, para cubrir las lágrimas que no dejaban de caer por mi rostro, eran como un par de padres cuidando a su hija.
Ronan tenía razón, ellos comprendieron. No hubo juicios tontos, ni preguntas innecesarias, solo unas disculpas de mi parte por no ser totalmente honesta y un sermón de su parte acerca de la confianza.
Una pequeña vocecita me gritaba que estaba engañándolos nuevamente al no contarles mis planes de venganza, tal vez se los revelaría mas adelante.
Tal vez.
—Bueno chicos hay algo que también me gustaría confesar. —Esta vez Cherry nos miraba con los ojos llenos de lagrimas.
—Lo sabía... ¿No me amas, cierto?—cuestionó Lucas.
Cherry le respondió con un puñetazo en el hombro y un "Idiota", luego los tres empezamos a reír.
—Mi vuelo ha cambiado de fecha —dijo algo insegura — Será el día ...
Mi primer encuentro "fatídico" con Daisy , fue cuando ella pensó que la había estado espiando en un cubículo del baño. Yo lo negué rotundamente, pero aún así ella dio inicio a mi cacería.
Sin embargo, Daisy no dudo en vano. En un instinto de supervivencia, en aquella ocasión active el micrófono en una de mis conversaciones más recientes y grabé todo. El audio en sí, tenía una calidad espantosa y era hasta inidentificable, pero utilizando todos mis ahorros y mis contactos en LOW, encontré a alguien que podría mejorarlo.
Y lo hizo.
Sin embargo, cuando abría mi bandeja para revisar el contenido prometido, un correo diferente saltó a la vista.
Había sido enviado por un tal "alwaysinurheart@ema.com" y decía lo siguiente: "Sé que buscas venganza, solo quiero darte un poco de apoyo", en documentos adjuntos había un archivo con formato de video.
Si algo había aprendido durante toda mi vida como asidua jugadora en línea era no descargar archivos de correos sospechosos, mas el mensaje era demasiado específico.
Lo sopesé un momento.
Iba a descargar el archivo, luego quitaría mi conexión a internet y cuando lo abriera, si veía algo sospechoso desconectaría el equipo.
Por suerte nada extraño paso, pronto deduje que la persona que me lo había enviado era cercana a Daisy. El video mostraba a una Daisy, tal vez de uno o dos años atrás, apenas pudiendo mantenerse en pie por los altos tacones y el obvio estado de ebriedad que se cargaba. Poco después empezaba a vomitar en la calle, con múltiples risas de las chicas que la acompañaban, el video se cortaba ahí. No duraba mas de dos minutos.
Ahora tenía dos bombas para destruir a Daisy, la pregunta era ¿Cuál la arruinaría mas?
Luego de mi masacre social, Evie Mae me pidió, bastante triste, retirarme del comité organizador, por una decisión no unánime del consejo. Me brindó algunos días para dejar mis obligaciones saneadas. No me negué, yo sabía que ella no lo hacía con mala intención, debió de haber estado presionada por los demás.
Mi última tarea era encargarme de la recopilación multimedia para cada momento del evento. Entregué el USB con total confianza y conociendo lo ocupada que estaba Evie Mae; esta solo revisaría los primeros archivos. Le daría la aprobación, sin saber que la multimedia a reproducir en el momento de la coronación de la reina, era en realidad la prueba que desenmascaría a Daisy frente toda la escuela.
La venganza es un plato que se sirve frío y que mejor situación para hacerlo que en un baile de invierno.
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*Tardígrados: llamados comúnmente osos de agua debido a su aspecto y movimientos, constituyen un filo de ecdisozoos dentro del reino animal.
¡Holliwiiiiiis!
Lo prometido es deuda y aquí esta el capítulo XVIII :'D. Perdonen por las faltas ortográficas uu
Basta decir que si a ti personita hermosa que me lees, te amo :'D
También de que ahhhh >O<! ¿Cómo creen que se desarrolle todo? Yo estoy emocionada, se vienen cosas bien cools.
Solo decirles gracias por todo su apoyo :'3 !!! Escribir es algo que me gusta y saber que existen personas que les gusta lo que escribo es i3i <3!
Les mando galletas y abrazos <3!
Clowie