5

162 27 2
                                    

Su Appa había preparado su cena favorita por lo que estaba más entretenido en comer y hacer figuras con sus fideos que atender la conversación de sus padres que parecía estar bien entretenida por cómo se reía su Omma, pero su Omma se reía todo el tiempo en realidad.

A pesar de estar entretenido con su comida escucho la puerta ser tocada pero el llanto que se escuchaba por arriba del ruido fue el que le hizo soltar sus palillos para correr a abrir. Reconocería el llanto de Jackson sobre cualquier otro sonido en el mundo.

Ignora los gritos de su Appa y abre la puerta recibiendo inmediatamente a Jackson entre sus brazos.

- Cosa!

- MADKIE

- Que pasa? QUE LE HICIERON?! ¿PORQUE ESTÁ LLORANDO?!

Su carita se había arrugado con la molestia mientras su mirada se fijaba en los padres de su microbio que estaban de pie en la puerta con el ceño fruncido por la preocupación.

- DE MUDIO MADKIE

- Que?

- MADTE AD BEBE

Vuelve su atención al pequeño cuerpo que temblaba sobre él por culpa de los sollozos, ladea la cabeza dejando que Jackson pueda oler su cuello y así lograr calmarse.

Su atención fue hacia la cajita roja que Jackson tenía en su manito y entendió que sucedía.

Hacía dos había encontrado una mariquita en su ropa y como su amigo estaba tan encantado con el bichito que había corrido a su casa en busca de algo en que poder meter al bichito, su Omma le había dado esa cajita y él se la había regalado a Jackson, su amigo había dicho que ahora ese bichito era el bebe de ambos porque Mark era una lombriz y él un microbio. Su pechito y su pancita se habían sentido extraños cuando Jackson había dicho eso pero aun así estaba feliz.

- Mañana buscaremos otra, cosa salvaje

- DO QUEDO!

- Salvaje

- EDA BEBE DE PINCIPE MICOBIO Y PINCIPEZA LOMBIZ!

Frunce el ceño al notar que los padres de ambos los estaban mirando. Era una conversación privada, porque estaban escuchándolos? Siempre estaban de chismosos escuchándolos o tomándoles fotos, su Omma y la Omma de su amigo creían que no se daba cuenta pero lo hacia, Jackson era demasiado tonto como para notarlo.

Arrastra con todas sus fuerzas el pequeño cuerpo de su amigo y lo carga/arrastra lejos de los ojos curiosos de sus padres, sabía que no podría subir hasta su cuarto porque aunque Jackson era pequeño era pesado para su delgado cuerpo.

-

Levanta una ceja mirando a su hijo arrastrar/cargar al hijo de los vecinos como si fuese una especie de cadáver, claro si estos llorarán como si su vida dependiera de eso.

- Lo siento mucho, Hyung.. Jackson no dejaba de llorar y gritar pateando sus juguetes

- Tranquilo, niño

- ¿Qué es eso del bebe?

Su ceño se había hecho más pronunciado, ignora el pequeño apretón tranquilizador que Youngjae le había dado en la mano.

Mark era su bebe, no había estado para nada feliz cuando este se hizo mas y mas cercano al niño de los vecinos, si hubiera sido por él, Mark habría sido encerrado en una burbuja plástica para que nada ni nadie lo pudiera tocar o lastimar pero probablemente su pareja lo habría mandado a la calle con Nora.

- Jackson apareció en casa con la caja esa diciendo que ahí estaba su bebe y que debía cuidarlo

- ¿Que? Yo no creo que sea buena idea que sigan siendo amigos

Sentía su pecho arder por los celos pero es que, Mark era su bebe! No podía estar hablando de bebes!

- Jae, no seas así, son pequeños

- Youngjae tiene razón, Hyung

Refunfuñando para sí mismo se encamina hacia la sala donde su hijo se había llevado al pequeño de los vecinos.

Adoraba a Jackson, para ser un mocoso que ni siquiera podía hablar bien era bastante educado y sobre todo limpio, a veces le ponía los pelos de punta que siempre estuviera gritando y tocando todo con sus deditos curiosos pero lo recompensaba cuando se abrazaba a su pierna pidiendo específicamente su comida, ni siquiera su hijo apreciaba as sus platillos pero eso no quitaba el hecho de que el mocoso le estaba quitando a su bebe.

Youngjae no dejaba de decirle que debía dejar de ser tan celoso que solo eran niños, que ni siquiera debían ser conscientes de lo que hacían o decían pero él había notado la forma en la que Jackson siempre buscaba el olor de su bebe o lo posesivo que era con él.

Entra a la sala para encontrarse a su bebe abrazando posesivamente al mocoso de los vecinos, ambos durmiendo plácidamente. Con un suspiro profundo toma en brazos a los dos niños para llevarlos al cuarto de su hijo, nuevamente Jackson se quedaría con ellos porque estaba seguro de que si Mark despertaba y Jackson no estaba ahí..

Ten hijos le dijeron, vas a ser feliz le dijeron.. 

Historias de un microbio y una lombrizWo Geschichten leben. Entdecke jetzt