Emily Brown creía que tenía todo bajo control en su vida, hasta que llegó el momento de irse a la universidad.
Era una buena estudiante, buena hija, buena hermana y buena amiga, cumplía cada meta que se proponía y era feliz con su novio Nathan, inc...
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Emily.
Posterior a nuestra fabulosa y deliciosa comida, Noah decidió reproducir un poco de música en su móvil y se puso de pie, estirando su mano en mi dirección con una gran sonrisa en sus labios, lo que me hizo sonreírle de igual manera.
¿Qué haces? –Pregunté entre carcajadas y sostuve su mano, permitiendo que me llevara a una posición de pie y me guiara hacia una de las enormes rocas que se encontraban allí. -
Te debo un baile. –Mencionó mi chico con una sonrisa en sus labios y sonreí, recordando la fotografía que le había enviado hace semanas, en donde salía su hermano y mi mejor amiga bailando. - no lo he olvidado y realmente deseo bailar junto a ti. –Dijo, dejando su móvil a un lado de la superficie en donde nos encontrábamos y posando sus manos en mi cintura. -
Ha llegado su momento, príncipe. –Bromeé con una sonrisa en mis labios y deslicé mis manos por su pecho hasta detrás de su nuca, entrelazándolas allí. - le concedo este baile.
Noah soltó una carcajada y una de sus manos viajó hacia mi cabeza para que la recargara contra su hombro, lo cual hice y comenzamos a movernos con el ritmo de la lenta melodía, "Put your head on my shoulder" de Paul Anka sonaba de fondo y nuestros cuerpos se balancearon con el ritmo de la música.
Joder, creo que todos los momentos se vuelven perfectos y únicos a tu lado. –Murmuró Noah contra mi oído y levanté mi cabeza de su hombro para dedicarle una dulce sonrisa y juntar nuestras narices, permaneciendo con los ojos cerrados mientras nos movíamos al ritmo de la música. -
Creo que somos perfectos juntos. –Dije con gracia y Noah soltó una carcajada contra mis labios, depositando un casto beso sobre ellos mientras susurraba la letra de la canción. - ¿cuándo me conociste por primera vez cruzó por tu mente que terminaríamos aquí dos años después? –Pregunté y posé mis manos en su pecho, brindándole suaves caricias. -
Siendo sincero, no creí que volvería a verte alguna vez. –Confesó él y golpeé su pecho con suavidad, lo que nos hizo reír a ambos. - siempre pensé que la hermanita de mi mejor amigo estaba prohibida para mí, sin embargo, cuando te conocí supe que eso sería complicado. –Dijo Noah con una pequeña mueca en sus labios. -
¿Complicado? –Pregunté con una ceja alzada mientras continuaba balanceándome con el ritmo de la música. -
Eras jodidamente guapa, Em. –Respondió Noah con una sonrisa en sus labios y subió una de sus manos hasta mi mejilla para brindarle suaves caricias. - sigues siéndolo, cada día. –Dijo y rodé mis ojos a modo de broma. - y agradecí el no tener que verte cada día o Jacob me golpearía por caer como un bobo por ti.
Hasta que llegué a la universidad. –Dije y él asintió, sostuvo una de mis manos e hizo que girara sobre mis pies para luego volver a pegarme a su cuerpo, manteniendo una de sus manos entrelazada con la mía y la otra en mi espalda baja. - eso me convierte en tu mayor pesadilla.
