La música comenzó a sonar y yo coloque la mano derecha en la mano de Daniell y la otra en su hombro. No se podía negar el chico sabía bailar. Mis pies y los suyos estaban sincronizados, el movimiento era sexy y habían pedido que fuera tango básico. Al final de la canción quede con la mitad del cuerpo abajo y una de mis piernas encima de las caderas de Daniell. Todos aplaudieron y yo volví a ponerme de pie.

- bailas muy bien ¿quieres tomar algo? - mire a donde estaba Jt y este estaba con Damon a su lado, la boca se me abrió de golpes y mis ojos casi se salen del lugar - ¿estás bien?

- sí, es solo ¿viniste con tu hermano? - Daniell miro hasta la mesa.

- no, pensé que él estaba en una reunión con los ingleses - ¿era hoy?

- esa reunión es mañana.

- no, Damon cambio todo. Algo le molesto y regresan mañana.

- no sabía - ambos nos miramos y bajamos de la tarima. Mi jefe se levantó y salió junto a Lutier. Mierda, no debí retarlo - ¿porque el señor Smith vino? - pregunté a Jt

- solo vino a decirnos que hay cambios de planes, nos vamos mañana a primera hora.

- voy a tomar aire.

- te acompañó - que pesado era.

- no, ya regreso. Además, creo que debo irme. Me ha faltado algo que arreglar para dejar en tu oficina.

- Bella, me iré contigo - ¿las personas no entendían que quería estar sola?

- no es justo Jt, quédate un poco más. Tomare un taxi - este sonrió. - nos vemos.

Tomé mi bolso y salí a la calle, sabía que mi jefe me esperaba a fuera. Subí al auto sin decir nada y el tampoco. Dios me salve. El camino hasta el hotel se hizo largo y aburrido. Al llegar Damon se bajó primero que yo, así que aproveche de hablar a la velocidad de la luz con Lutier.

- necesito que me ayudes. Por favor, atrasa la salida de mañana al aeropuerto - este me miro.

- el me matara.

- será media hora, necesito comprarle algo.

- a las nueve. No daré más tiempo.

- gracias- le lance un beso. me baje con calma y Damon me miraba con mucha seriedad.

- ¿también le coqueteas a mi jefe de seguridad? - ¿qué diablos?

- ¿que? No. ¿Estás loco?

- no lo estoy Bella. ¿porque tardaste tanto?

- mi teléfono había sonado ¿porque le estoy dando explicaciones?

- porqué la pedí.

- no le estoy coqueteando a nadie. Y sé que se imagina que lo hago con su hermano - mi jefe me pegó de la pared del ascensor y metió una de sus manos por debajo de mi vestido y por debajo de mi braga. Su dedo paseo por mi monte de venus, humedeciendo toda mi vagina, su dedo entro en mi tan rápido que solté un grito ahogado y luego el otro. Salían y entraban en mí, rápidamente y justo cuando me estaba por venir mi jefe sacó sus dedos. lo mire y el a mí. Pulso un botón nuevamente y las puertas se abrieron. Se bajó sin decir nada y más atrás yo.

- así tal cual quedaste tú, estuve yo cuando no sabía dónde estabas - iba hablar, pero me quedé callada al ver que él siguió caminando.

Entre en mi habitación, termine de agarrar mi ropa y la guarde. No podía creer que se haya molestado por salir y además se molesta porque yo hablaba con Lutier. Me acosté a dormir y a las siete de la mañana me desperté como loca vistiéndome. Había visto una tienda donde vendían todo tipo de cosas militares. Salí corriendo ligando que el señor bestia no me viera salir. Camine por la calle casi corriendo, llegue a la tienda y entre. Un chico de unos veintitantos me atendió.

#PGP2022 Ni tan bella Ni tan bestiaWhere stories live. Discover now