Capítulo 12.

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"¿Wei... Ying... murió?" La garganta de Lan Wangji se cerró, su pecho sintió una presión que jamás había sentido y su boca se secó. ¿De qué estaba hablando?

"Me gustaría decir que ha sido una mentira, " Sizhui le miró con culpa. "Pero no lo es. El Maestro Wei siguió un camino que lo llevó a su perdición."

El segundo Jade solo miraba su taza de té. Intentaba controlar su respiración, pero esto probaba ser algo más difícil que nunca. Estaba seguro de que si tomaba una respiración profunda, esta temblaría junto a su voz.

"Dijiste que se fue, pero regresó. ¿Murió después de regresar?" ¿Era adecuado hacer preguntas? ¿Quería saber las respuestas? Temía escuchar la verdad, pero era Wei Ying. Su Wei Ying.

Sizhui tragó.

"Alguien lo regresó a la vida, lo usó para sus planes de venganza. Esperaba que todo saliera de acuerdo a su plan, lo que no esperaba era que estuvieras ahí tan pronto para descubrirlo. Ni que el conjuro estuviera incompleto."

A Lan Wangji no le agradaba la idea de que alguien usara de Wei Ying de esa manera, Sizhui pudo notarlo en la manera en la que sus cejas se juntaron en el centro de su frente.

"En el camino de la cultivación no hay ningún conjuro que te permita traer a alguien de la muerte." Lan Wangji razonó.

"Efectivamente. Al menos en la cultivación tradicional." Esto atrajo la mirada del segundo Jade.

"¿Existe otro tipo de cultivación?"

"Aún no. Pero puedo imaginar, por la dirección en la que encontré al maestro Wei dirigiéndose cuando nos conocimos, que ya compartió sus pensamientos sobre el uso de la energía resentida como método de supresión del mal."

Los labios del Jade se abrieron en contra de su voluntad.

"Tío le castigó por haber sugerido el uso de energía resentida. Pensar en ello es malo, peligroso." Lan Wangji lo decía más para él que para el joven.

"Lo es. Pero el maestro Wei no tuvo elección."

"¿A qué te refieres?"

"El maestro Wei perdió su núcleo dorado."

"Imposible." Fueron las palabras que Lan Wangji no pudo retener.

Sizhui cerró sus puños bajo la mesa de té.

"Lamentablemente es posible. El clan Wen tiene a un cultivador muy poderoso capaz de fundir el núcleo dorado de otro."

"¿Él fue quién se lo quitó?" El puño de Lan Wangji se cerró sobre sus túnicas.

"No." Sizhui respiró profundo. La siguiente pieza de información podría empeorar la relación de su padre con el futuro líder de Secta, y por lo que podía notar, ya era demasiado frágil. Aunque no podía culparlo. También Sizhui tenía unas cuantas cosas que quería reclamarle.

"El clan Wen, como ya han notado, tiene una sed de poder inmensa. Wen Ruohan consiguió el hierro Yin, un artefacto impregnado en energía resentida que le dio el poder de controlar ejércitos de muertos. Pero su error fue confiar demasiado en su propio poder.
Quiso alcanzar la inmortalidad usando el hierro Yin, pero todos sabemos que el cuerpo requiere de entrenamiento físico, así como nuestra cultivación para lograrlo. Su cuerpo no soportó la cantidad tan grande de poder que el hierro le otorgó y su sed de dominación le hizo volverse loco.
Lo único que le impedía dominar por completo el mundo de la cultivación eran las grandes sectas.
Gug Lan fue la primera en ser atacada junto a Qinghe Nie, Gusu Lan fue incendiado y solo unos pocos discípulos, el tío Qiren, Hanguang Jun y Zewu Jun lograron sobrevivir." Sizhui se tomó un momento para continuar, dándole oportunidad a su padre de asimilar aquello. Su secta llevada a las cenizas y sus conocidos muriendo en el proceso.

De cintas Lan a malentendidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora