Navidad en Lotus Pier, pt. 2.

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Para sorpresa de pocos, tanto Lan Wangji como Wei Wuxian se encontraban impacientes en sus habitaciones.
¿Que tanto tiempo tenían que dejar pasar para que fuera apropiado irrumpir en la habitación del otro sin que fueran regañados?
Era una de las desventajas de no estar en Cloud Recesses, donde nadie dudaría de Lan Wangji y a pocos importaría la ausencia de Wei Wuxian en su habitación.
Como era costumbre, entregaron la cena en las habitaciones de los visitantes, dándoles tiempo de ajustarse al lugar y descansar más pero esto solo aumentaba la impaciencia de los jóvenes, quiénes ansiaban inundarse en la presencia del otro.
Eran pasadas las once de la noche cuando Wei Wuxian se dio a la tarea de escabullirse a la habitación del segundo Jade.
No estaban dentro de Cloud Recesses, así que el toque de queda no era importante.
Solo tendrían que trabajar en mantener a Lan Zhan despierto, fácil.

Para cuando alcanzó la ventana trasera de la habitación del Jade, su corazón latía con tanta fuerza que estaba seguro que saldría de su pecho. Colocó su mano sobre éste y respiró hondo, intentando calmar su ritmo cardíaco.
Cuando reunió el valor suficiente se sentó en la orilla de la ventana, la cual tenía una hermosa vista al lago que estaba junto al muelle de la familia Jiang.
Solo estaba cubierta por leves cortinas que había levantado, viendo la figura del segundo Jade recostado sobre la cama, justo bajo la ventana.
Su corazón no dejaba de palpitar, parecía querer correr por su cuenta a los brazos del Jade y permanecer ahí. Wei Wuxian se identificaba.
Lan Wangji siempre dormía de manera tan recta que Wei Wuxian imaginaba que sería incómodo, sus brazos perfectamente descansados sobre su estómago y su respiración tranquila, reflejada en su rostro.
El discípulo de Yunmeng Jiang no podía evitar mirarle, ¿quién podría? Era Lan Wangji, el segundo Jade.
El Jade más precioso de la historia.
Su valor iba más allá de lo que la fortuna y riqueza pudiera comprar, y Wei Wuxian no tenía nada bajo su nombre que pudiera ofrecerle al Jade.
Subió su pierna, recargando su mejilla sobre la rodilla mientras balanceaba en el aire la otra, recostando su espalda en el lado de la ventana.
¿Realmente estaba bien desear al Jade para él?
Sería un delito privar al mundo de Lan Wangji.
¿Lan Zhan seria feliz al lado de alguien como Wei Wuxian?
Era difícil imaginarlo.
Respiró profundamente cerrando sus ojos, contemplando su futuro.

"¿Te quedarás en la ventana toda la noche?" La voz de Lan Wangji le exaltó, sacándolo de sus pensamientos.

"Aiya Lan Zhan, si estabas despierto debiste haberme avisado." Se quejó.

"No hablaste por un rato, parecías pensar algo importante." Contestó el Jade, después de una pausa agregó. "¿Entrarás?"

Y dando unas palmaditas a el lado vacío de su cama indicó a Wei Wuxian que tomara asiento.
Las mejillas de Wei Wuxian se tornaron rosa y se ubicó a su lado, recostandose en su lado izquierdo para encarar al Jade.

"Si descubren que estoy en tu habitación nos castigarán mañana." Dijo el primer discípulo, con una sonrisa.

"Tomaré el castigo de Wei Ying y lo cumpliré con alegría si puedo pasar tiempo con él." Lan Wangji miró a los ojos al otro, una pequeña sonrisa en sus labios.

La mirada de Wei Wuxian se tornó seria, su ceño fruncido.

"No bromees con eso Lan Zhan, ni siquiera una vez. No me gustaría que fueras castigado por mi culpa, no más de lo que ya te he hecho pasar."

"Nunca me opuse al castigo. Fue mi decisión hacerlo, no de Wei Ying."

"Aún si así fue, no me siento orgulloso de ello."

El Jade simplemente cerró sus ojos y se recostó mirando el techo, sus brazos entrelazados en su pecho.

"Dime, Lan Zhan," Wei Wuxian comenzó, en un tono nervioso. "¿Estuvieron bien este tiempo?" El 'sin mi' que no fue dicho no pasó desapercibido. Lan Wangji se incorporó, sentándose contra la cabecera de la cama, Wei Wuxian le siguió enseguida.

"Estuvimos bien." Las cejas del loto temblaron un segundo. "Físicamente, emocionalmente Wei Ying nos hizo falta."

Lan Wangji centró su vista en los ojos del otro, un mar de emociones tendidas ahí, listas para que Wei Wuxian las viera. Nunca manteniendo la puerta cerrada para él.

"Vivir sin Wei Ying ha sido difícil. No compartir el desayuno, las caminatas, las charlas... Cuando Wei Ying se fue, se llevó con él parte de la felicidad de mi vida."

Lan Zhan!" Wei Ying cubrió su propio rostro, mejillas ardiendo. "¿Cómo puedes decir tales cosas sin afectarte en lo más mínimo?" Abrió sus dedos, mirando a través de ellos.
Las orejas de Lan Zhan teñidas en un tierno tono carmesí, pero su mirada jamás flaqueba.

"Solo digo la verdad. No tener a Wei Ying es como perder una parte de mi alma. Wei Ying es mi alma gemela, mi vida sin Wei Ying no volverá a ser la misma jamás."
Lan Wangji podía dar la impresión de alguien frío y distante, pero cuando alguien se tomaba la oportunidad de mirar, de observar y de querer entender. Es ahí cuando descubrías al verdadero Jade. Uno que pocos tenían el privilegio de conocer.

"¡Lan Zhaaaaannn! Sólo harás que sea más difícil despedirme de ti." Wei Ying se quejó.

"Estoy trabajando en eso."

"¿Uh?" Wei Wuxian retiró las manos de su rostro, mirando al Jade quien solo dio una pequeña sonrisa y estiró el brazo, tomando la mejilla del otro en su palma y acariciandola con su pulgar, una sonrisa en sus labios.
La respiración del otro se cortó, y antes de pensarlo, Wei Ying recargó su rostro en la palma de Lan Zhan, suspirando al contacto.

Había extrañado sentirlo así, con él.

"Supongo que no me darás más detalles al respecto." Concluyó Wei Wuxian, imitando la sonrisa del Jade quién negó con la cabeza.

"Eres muy injusto Lan Zhan. Que sea tu alma gemela no significa que pueda leer tu mente."

"Pero Wei Ying puede."

Las cejas del discípulo de Yunmeng se levantaron.

"Tienes razón. A veces puedo hacerlo."

Después de algunas palabras terminaron recostados en sus costados, charlando y charlando. No importaba el tema, no importaba la hora ni el lugar. No existía nada más y en algún momento sus voces pararon y lo último que vieron sus ojos fue el rostro pacífico del otro, durmiendo a su lado.

Que feliz era la vida.

"Wei Ying. Debes regresar a tu habitación o sino serás castigado." La voz de Lan Zhan le despertó, suave y gentil en sus movimientos.

"Cinco minutos más Lan Zhan, tengo sueño." Arrastró las palabras de su cerebro aún dormido.

"Si Wei Ying es castigado no podrá llevarnos a Sizhui y a mi a conocer Lotus Pier." Y como por arte de magia, el Loto se encontraba despierto y arreglando sus túnicas dobladas y cabello despeinado. "¡Lan Zhan! ¡No debiste dejarme dormir aquí!"

"Mis disculpas, te veías cómodo y no quise despertarte." Las acciones de Wei Ying adormilado eran demasiado tiernas como para no guardarlas en su mente, aún bajo la pequeña luz de la vela que tenía.

"Lan Zhan, ni siquiera me quité los zapatos para subir en tu cama anoche. ¡No deberías ser tan bueno conmigo!"

"Si se trata de Wei Ying, no me molestará."

"¿Que voy a hacer contigo?" Sonrió antes de trepar en la ventana. "Regresaré a dormir y por la mañana espero verte para desayunar. ¡No desayunes sin mí o me molestaré!" Dijo antes de salir apresurado por la ventana.

"Mn. Te esperaré." Y su sueño se había ido con Wei Ying, siendo aún temprano incluso para un Lan el estar despierto a esa hora. Tomó su peine y comenzó a alistarse para el día, la emoción inundando sus sentidos.

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El siguiente será el último capítulo del especial.

Ya se terminó la temporada donde tuve mucho trabajo, así que espero poder retomar la escritura y actualizar más seguido.
Después de esto regresaré a las actualizaciones normales.

Decidí cortar este capítulo del especial en dos para que en el siguiente sea más fácil disfrutar de las actividades que tendrán, espero les guste.

Bye bye

De cintas Lan a malentendidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora