Capítulo 10: Evelyne.

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- ¿Conocen alguno de mis temas? – Les pregunté, ellos se miraron entre ellos.

- Si… - Respondió William.

- Genial, entonces ¿Se saben “The pain”?

- Si. - Dijo Luke.

- Bien, ese será el tema entonces – Los chicos asintieron y se prepararon para tocar. Miré a Alexa y ella me observaba con la ceja alzada, sabía que ese nombre le había sonado familiar, después de todo ella lo eligió.

Los chicos empezaron a tocar, así que llevé el micrófono a mis labios, Clary tocaba el teclado. Comencé a cantar, sin despegar mis ojos de los de Alex, ella parecía como si desconociera el tema, hasta que el entendimiento cruzó por su rostro. Sus ojos lentamente se abrieron, hasta quedar como platos, estaba sorprendida. Ella se acercó a mí, se paro justo en frente mío, y yo le canté, le canté con todo lo que sentía por ella.

- "No matter what you say, no matter how you look at me, no matter what you do, nothing will soothe the pain that I feel for you" – Ella me miraba inexpresiva, con los ojos opacos, sin brillo, y eso clavó un puñal en mi corazón. No quería seguir lastimándola, pero necesitaba que ella supiera que nunca iba olvidar todo lo que había vivido con ella.

Cuando terminé de cantar, traté de decirle algo, cualquier cosa, un “Lo siento” pero nada salió, mi garganta tenía un fuerte nudo, imposibilitándome el poder hablar, quería llorar, la necesitaba, necesitaba abrazarla, necesitaba que ella me abrazara, que ella me perdonase. Alex miró hacia un lado mientras pestañaba rápidamente, pude notar como sus ojos contenían lágrimas, y eso hizo que mis ojos también las tuvieran. Tragó saliva rápidamente y agarró su chaqueta, caminó rápidamente a la puerta y salió de la habitación dando un fuerte portazo, que me hizo saltar. Mi respiración se volvió rápida, superficial, me mordí el labio para evitar que las lágrimas cayeran de mis ojos.

- Entonces si te odia… - No tuve que voltear para saber quién era el que hablaba, reconocí su hermosa y ronca voz. Esa voz provocó que me temblaran las rodillas. Ni siquiera Luke lo había logrado en estos dos años que llevabamos juntos, y Jamie lo había hecho a tan sólo unas cuantas horas de conocerlo.

- Si… Lo hace. – Tragué saliva mientras las lágrimas rebeldes caían por mis mejillas, para desaparecer en mis labios y barbilla.

- ¿Por qué? – Su voz era fuerte y autoritaria.

- Hice algo… Terrible – Respondí con un hilo de voz. El simple hecho de recordar que la traicioné, el recordar su rostro bañado en lágrimas esa horrible noche, hacía que mi corazón se rompiera en millones de fragmentos. Dolía, dolía tanto.

- ¿Qué? – Preguntó parándose frente a mí. Al notar que estaba llorando se sorprendió, pero luego frunció el ceño, con su mirada me incitaba a hablar, y yo no quería hacerlo.

- No te metas donde no te llaman, Jamie. – Volteé sorprendida por el fuerte tono de voz de Clary. Ella estaba observándolo enojada.

- ¡¿Acaso no viste como salió?! – Gritó señalando la puerta. Clary se sentó en el sillón y se cruzó de piernas.

- Lo hice, pero eso no es asunto tuyo. Lo que pasó entre ellas es algo que sólo ellas pueden solucionar, ¿No es cierto, Evelyne Simms? – Me miró, su mirada era intensa. Clary sabía lo que había pasado entre nosotras, sólo estaba fingiendo no saberlo. Asentí lentamente. – Deja que Max se haga cargo de ella ahora.

- ¡Pero no quiero que el idiota de Max se haga cargo de ella!

- ¡No seas inmaduro, Jamie! ¡Max es su novio! – Le gritó mientras se levantaba y lo encaraba.

¡Malditas Traiciones!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora