Capítulo 35:

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Al subir al bus vi a Damon recostado en su litera, de espalda.

Agradecí mucho eso. No podría soportar ahora un bombardeo de preguntas, él las iba a hacer, y estaba alegre de que no fuera ahora. Me tiré en mi litera. Pensando en Alexa, recordando la forma en la que se retorcía bajo mi agarre, el dulce sabor de sus labios contra los míos, en mi cuello, en mi mejilla, en mi barbilla, sus delicadas y heladas manos jugueteando con mi cabello, su lengua danzando contra la mía...

¡ALTO!

Si seguía ese camino iba a doler... Si es que entienden lo que quiero decir.

Recordar todo aquello no hacía más que volverme loco y encenderme con la realidad de que no encontraría consuelo. Y eso como que era una mierda.

Una hora después ya estábamos dirigiéndonos a la siguiente ciudad.

Adam, Derek y Brett jugaban a las cartas mientras bebían y reían a carcajadas. Damon había permanecido en la misma posición desde que subí al bus y no sabía si estaba durmiendo o no. Y yo, bueno, intentaba distraerme con cualquier estupidez, ya que no podía sacar a Alexa de mí jodida cabeza.

Venían a mi cabeza imágenes de cuando nos conocimos como si se tratase de una película, repetitiva pero intensa. Lo que había sentido la primera vez que la había visto fue de lo más intenso que me pasó en la vida. Nunca creí que podría llegar a sentirme de esa forma. Sentí como si todo lo que había vivido se reducía a ese momento, el momento en el que nuestros ojos hicieron contacto y una lenta y tímida sonrisa fue dirigida hacia mí.

Una sonrisa que me calentó las venas y provocó el nacimiento de enormes murciélagos aleteando en la boca de mi estomago. Y cuando habló la más dulce voz de todas había llenado por completo la habitación, llenando de camino mi mente, mi corazón y mi vida. No podía dejar de pensar en ella.

Era todo un estúpido adolescente enamorado.

Pensaba en casarme con ella, en tener miles de hijos y cientos de gatos.

Me imaginé una vida perfecta junto a ella.

Hasta que Evelyne se coló en mi corazón.

Ahora esos pensamientos quedaron en el olvido.

No son más que fantasías de mi mente inmadura.

Un sueño que nunca cumpliré.

Y a pesar de que amaba a Lyne demasiado, no la veía como la madre de mis hijos en un futuro cercano.

Solo la veía como Evelyne, mi novia. La mujer con la que probablemente pasaría el resto de mi vida.

Y eso era bastante malo.

No estaba seguro si podía ver ahora a Alexa como madre de mis hijos, sin duda no quería pensar en ello.

<<Piensa en unicornios, Luke. Piensa en jodidos unicornios>>

- Hey, muchachos. En unos minutos pararemos por algo de comer ¿De acuerdo? - Anunció el conductor. Los chicos vitorearon y golpearon la mesa con sus copas, derramando su contenido.

- ¡Al fin! Moría de hambre. - Saltó Damon fuera de su litera.

- Hey, hombre. Creíamos que estabas muerto o algo así. - Derek lo palmeó al momento en el que Damon se sentaba junto a él.

- Solo estaba utilizando mi teléfono. No se desharán de mi tan fácilmente, grupo de idiotas.

- Uh ¿Hablabas con alguna nena de la que no estemos enterados? - Brett le arrojó una carta. No podía ver el rostro de los cuatro perfectamente, pero pude ver la sonrisa burlona que les disparó Damon

¡Malditas Traiciones!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora