Decir que me sentía muerto sería el eufemismo del siglo.
Alexa no sólo me había asesinado, lo había hecho de la forma más brutal y desgarradora que podría haber pensado.
¿Utilizarme para lastimar a Evelyne? ¿Y de paso lastimarme a mí?
La muy perra fue inteligente y una excelente actriz. De verdad había creído que me amaba y se sentía mal por Lyne.
Ahora que pensaba en todo lo sucedido las piezas encajaban perfectamente, las expresiones cobraban sentido, las sonrisas inesperadas y las miradas culpables que en su momento decidía estúpidamente ignorar y de las que desconocía completamente su nacimiento, podía entenderlas por completo.
Las sonrisas y el brillo malvado en sus ojos que tanto amaba, esas cosas que fervientemente creía nunca me lastimarían terminaron dejándome increíblemente...
Roto.
Me sentía irreparable.
Como si toda mi vida hubiera sido del cristal más transparente y frágil de todos, y ella, siendo un fuerte y enorme puño que me destrozó por completo.
¿Era en serio tan necesaria toda esta venganza?
Al parecer, para ella lo era.
Y yo aquí, pensando en lo patético que me sentía, y Evelyne sintiéndose igual o peor que yo.
Otra vez las personas que más quería tenían que sufrir por mis errores, por mi calentura.
Listo, me convertiría en cura...
¿A quién demonios quiero engañar?
Sería un pésimo cura, si ahora no era capaz de resistirme a las tentaciones no lo haría como cura, además de que los curas creían en Dios y toda esa mierda y yo no lo hacía.
Tal vez ahí radicaba el problema.
Tal vez por culpa de mi ateísmo mi vida era una verdadera mierda, tal vez Dios sí existe y me está diciendo, más bien gritando, que crea en él.
Y tal vez soy un imbécil paranoico que intenta encontrar el porqué de sus desgracias en algo tan estúpido como el ateísmo.
Suspiré.
Ojalá todo esto fuera una pesadilla, una horrorosa pesadilla.
Pero el dolor era demasiado fuerte como para ser irreal, un producto de mi mente torturada y culpable.
Una pequeña parte de mí sabía que no debía confiar en ese oscuro ángel de la muerte, en esa belleza andante de mirada sombría, pero como todo el mundo dice:
El amor te ciega.
Yo estaba ciego, no podía ver las diminutas pistas, esas pequeñas y extrañas cosas que ella hacía que demostraban su maldad.
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¡Malditas Traiciones!
Romance¿Qué sentirías si eres traicionada por tu mejor amiga, la que te prometió nunca hacerte daño, la que prometió siempre estar contigo, la que prometió nunca dejarte caer? ¿La odiarías? ¿La perdonarías? ¿O te alejarías de ella para que pudiera ser feli...