Capítulo 49:

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“Dos meses después…”

Tenía que terminar con Lyne, pronto.

Me había puesto esa meta hace meses, pero hasta ahora no había podido llevarla a cabo. Un par de veces estuve a punto de decirle todo, a punto de dejarla ir por fin, pero me echaba para atrás al instante.

Era un jodido cobarde.

Ya no podía seguir haciéndole esto.

Alexa y yo llevábamos casi tres meses de salir en secreto.

“Salir” era la palabra clave.

Nosotros no “salíamos”.

Nosotros nos enrollábamos. 

Pero sin sexo, lamentablemente.

Alexa iba a mi habitación o yo iba a la suya, y pasábamos horas hablando y besándonos. Nunca creí poder amar a alguien tanto como la amaba a ella. Y no me presionaba para que terminara con Evelyne, ella siempre decía que lo hiciera cuando estuviese listo, y tenía que ser pronto, la gira estaba a una semana de terminar y no quería regresar sin que Evelyne supiera la verdad.

Ella lo merecía. 

Merecía que dejara de mentir, de fingir todos los días que nada había cambiado entre nosotros, que seguía amándola con la misma intensidad que el primer día. 

Mierda.

¿Cómo le digo?

Voy a romper su corazón.

Y eso es algo que no quería hacer pero era completamente necesario.

El corazón de Alexa ya estaba demasiado roto como para que continuara con la mentira.

Tenía que comenzar a comportarme como el hombre que era y dejar las cosas claras de una buena vez.

Claro que era más fácil decirlo que hacerlo. 

Sentí algo suave y frío tapar mi vista, la risa agradable se escuchaba demasiado cerca de mi oído, y por mi corazón acelerado y los murciélagos en mi estómago supe quién era.

- ¿Quién soy? – Era una voz gutural. Sonreí.

- ¿Ridge? – Pregunté en broma, ella rió y me golpeó el hombro al tiempo que me liberaba. Volteé y me encontré con su enorme y brillante sonrisa. 

- Que Ridge venga y te bese ahora. – Me sacó la lengua y la sonrisa de idiota que normalmente me salía al verla se instaló en mi rostro, sostuve si cintura y la empujé a mi pecho. 

- No es mi tipo. – Encogí un hombro, burlándome de ella. Se paró en las puntas de sus pies, apenas acariciando mis labios con los suyos suavemente. 

- ¿Y yo lo soy? – Susurró contra ellos. Mordí su labio inferior levemente y ella jadeó. Y comencé a excitarme, como cada vez que estoy con ella. 

- Seh, eres muy de mi tipo. – Y con eso me besó. Un beso lento, y cálido, un beso que me robó por completo el aliento y me dejó de rodillas.

- Te amo. – Murmuró contra mis labios. Nunca iba a cansarme de escucharlo.

- Te amo. – Se apartó de mí sonriendo.

- La gira termina en una semana. – Suspiré. - ¿Sucede algo?

- No, es que… - Volví a suspirar. – Quiero terminar con Evelyne antes de que la gira termine, pero no sé cómo. – Murmuré frustrado. Un brillo que no supe interpretar apareció en los ojos de Alexa, se fue tan rápido como vino, dejándome un poco perdido. Esas cosas eran algo comunes en ella, sonrisas rápidas, miradas secretas, brillos raros. 

¡Malditas Traiciones!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora