Capítulo 39:

2.4K 147 11
                                    

- Un hijo... Como... ¿Un bebé? - Preguntó. Asentí. La habitación de repente en extremo silencio. - ¿Un niño? - Volví a asentir. - Que creció... ¿Aquí? - Preguntó, acariciando su plano estómago, viéndose completamente atónita. Repetí mi acción. Alexa cruzó la mirada con Dee, Kate y Clary, quienes estaban sentadas a los pies de la cama, cada una con un vaso de whisky en la mano. Ellas se miraron entre sí, por unos cuantos segundos antes de romper en escandalosas carcajadas. Dee se tiró al suelo mientras se retorcía por la risa, Kate y Clary solo sostenían sus estómagos.

- ¡Oh, si! ¡Tiene la misma sonrisa que su madre! - Gritó burlona Dee y comenzó una nueva oleada de carcajadas. Brett las miraba con el ceño fruncido, Evelyne apretaba mi mano y yo quería que la tierra se abriera y malditamente me tragara, pero antes necesitaba saber la verdad.

- ¿Y? - Pregunté.

- ¡Claro que tiene un hijo! - Gritó Kate, y mi corazón se detuvo. - Recién está aprendiendo a gatear. - Dee comenzó a tener otro ataque de risa. Sinceramente, sus risas eran iguales a las de unas malvadas y horrorosas brujas. Esto estaba comenzando a acabar con mi paciencia. Voltee hacia Alexa y ella estaba llorando de la risa, y aunque me gustaba verla así, quería su respuesta. 

- ¿De dónde sacaste eso? - Preguntó sin aliento.

- Te escuché hablando por teléfono con un tal Frederick... - Ella se mordió el labio y luego una carcajada ronca brotó desde su garganta. Se cubrió los labios con una elegante mano para controlar las carcajadas.

- ¡Hablaba de Scott! Sabes que siempre me consideré la madre de él. - De seguro mi cara no tenía precio, por qué hasta Brett se carcajeó a todo pulmón. Los únicos en la habitación que se encontraban serios eramos Evelyne y yo... ¡Mierda! Me había ganado una grande. Evelyne iba a destrozarme. Pero no me importaba, hoy podría ser el fin del jodido mundo y para mi todo estaría de maravilla. Alexa, la única mujer que había amado mucho más que a mi madre, era soltera, y no tenía ningún hijo con el idiota de Max. Todavía estaba a tiempo ¡Si! Quería jodidamente ponerme a bailar ahora. Pero me contuve, Evelyne estaba junto a mi con una aura completamente oscura, y no les mentiré, daba un poco de miedo... Sólo un poco...

Esta bien, estaba cagado hasta las patas.

- ¿Y Max? ¿Él se considera como su padre? Hasta donde yo sabía, Scott era mío. - No pude controlar lo que se escapaba de mi estúpida boca. En seguida me arrepentí de lo que dije, lo había dicho completamente sin pensar. Maldito idiota. Alexa no apartó los ojos de los míos, y yo me obligué a mantener su mirada, no iba a retroceder. 

- Scott adora a Max. Perdiste tu derecho a él el día que comenzaste a engañarme. - Sentí a Evelyne tensarse junto a mí. Todos los ojos de la habitación sobre nosotros.

- Alexa...

- No importa. - Me interrumpió con una sonrisa. - Ya te dije que estoy intentando superar todo esto, así que no pongas esa cara ¿Si? - Acarició suavemente mi mejilla, para luego dejar un sonoro beso en esta. - Sonríe. Te ves más lindo cuando lo haces. - Como si su petición pulsara un botón, las comisuras de mis labios se elevaron, mostrando una sonrisa completa que ella devolvió con todo esplendor. Retrocedió hacia la cama y tomó un vaso del suelo, luego apunto a Brett con el dedo. - Y tú. Cuando termines con esa novia tuya, llámame. - Le sonrió coqueta, el imbécil de Brett le devolvió la sonrisa.

- Oh, claro que lo haré, bombón. - Le guiñó un ojo. Requirió de todas mis fuerzas controlar el gruñido que luchaba por escapar de mi pecho. 

- Nos vamos. - Intenté que mi voz saliera tranquila, pero como ya supondrán... Fallé... Asquerosamente.

- Hey. - Evelyne me detuvo de mi camino hacia el tonto de mi amigo. - Tú y yo vamos a hablar seriamente cuando llegue a la habitación ¿Me escuchaste?

¡Malditas Traiciones!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora