Capítulo 9

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Sara


Llegué a casa, tengo 30 minutos para arreglarme, antes de subir a mi habitación le pedí a Esmeralda que llamará a Mike para que pasara por la mañana a buscar mi auto, siento que lo he destrozado. Ella se enojó porque ensucié el piso con la arena y se le haría complicado sacarla, me desvestí en el baño dejando la ropa apilada en el suelo, me duché con agua caliente para no agarrar alguna gripe.

Cuando termine salí del baño directo a mi closet a buscar que ponerme, saqué un conjunto de pijama de seda color rose gold, tomé mi ropa interior, me puse todo y peiné mi cabello, Ares iba de un lado a otro como yo. Terminé de arreglarme justo cuando los chiscos llegaron a la casa, en la planta baja podía escuchar sus voces darle vida a mi hogar, con la compañía de Ares salí de la habitación, bajamos y nos encontramos con las cálidas risas de mis amigos y la de Adeline.

—Hola –les digo.

—Hola –saludan todos.

—Esmeralda nos pidió pizza para cenar –me comenta Nadia.

—Perfecto, ¿y de qué reían? –pregunto sentándome en el sofá donde se encontraba sentado Klaus.

—Le contábamos a Adeline un poco sobre nuestros momentos locos en las fiestas –responde Mauro, él se reía, pero sus ojos los notaba apagados.

—En mi opinión ustedes saben cómo divertirse –dice Adeline.

—Quizás un poco –digo sonriendo.

Ares se subió al sofá en el espacio que quedaba vacío a mi lado y colocó su cabecita en mi regazo, yo por mi parte empecé a acariciarle la melena, seguimos hablando un buen rato hasta que la puerta principal se abrió dándole paso a un Giles con unas cajas de pizza.

—Me encontré a un repartidor en la entrada –dice poniendo las cajas en la minimesa de centro –las pagué, que les aprovechen.

—¿No comerás con nosotros? –pregunté.

—No, solo vine a ducharme, haré una guardia nocturna con un paciente –dice acercándose a mí y dejando un beso en mi frente.

Se despidió de los demás para después subir a su habitación, yo antes de empezar a comer me fui a lavar mis manos, cuando regresé Klaus le está dando pizza a Ares (lo regañé). Comimos en paz mientras hablamos sobre que íbamos a hacer hasta que quedamos en ver una película, buscamos colchonetas y despejamos la sala de estar para ponerlas ahí, preparamos palomitas y ya todo estaría listo para una noche de películas.


***


Abrí mis ojos de golpe, Klaus tenía su cabeza en mi pecho, desperté por ruidos, con cuidado dejo a Klaus sobre la almohada y me levanto de la colchoneta, me pongo mis zapatos y soñolienta empiezo a caminar, llego al despacho de mis padres, el cual tenía la puerta abierta, observo un poco de su interior, no entro frecuentemente aquí, tiene un estilo rústico que hace ver el espacio elegante.

Me acerqué al enorme ventanal que abarca toda una pared del despacho, al menos son como las 3:00 todo afuera es oscuridad, lo único que ilumina de forma tenue son los faroles, me quedé mirando las calles por un rato, hasta qué pasó algo inesperado, los ruidos que me despertaron son pequeños gritos, venían de un chico que estaba corriendo y una persona iba detrás de él que con paso rápido lo atrapó.

No me quedé estática a ver lo que sucedería, salí corriendo a la sala de estar y empecé a despertar a los demás:

—Afuera está sucediendo algo –les digo rápido.

Klaus, Mauro y Noah se levantaron con mala cara, se pusieron sus zapatos y los cuatros salimos al frente, al momento que salimos yo me quede estática, el chico que gritaba ya se encontraba inerte en el suelo, degollado, a lo lejos vi correr a la persona que lo había atrapado minutos atrás, no pronuncie palabra alguna solo señale por dónde estaba corriendo, los chicos también estaban estáticos, pero miraron a donde señalaba, Klaus golpeó el pecho de los otros dos y salieron corriendo tras la persona.

Un Crimen Perfecto (libro 1)Where stories live. Discover now