Capítulo 29 (final)

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Capítulo final


"Dos cuerpos han sido encontrados en un parque infantil esta precisa mañana, la policía se está siendo cargo del asunto, se rumora que ambos cuerpos llevaban consigo un USB con grabaciones de escenas de los homicidios realizados por el asesino en serie de la ciudad, uno de los cuerpos se encuentra en un avanzado proceso de descomposición mientras que el otro es reciente, fueron identificados como; Giles Cole y Evan Fischer, los cuales hasta este momento están siendo declarados como los presuntos asesinos en serie de la ciudad, pero también dan paso a una nueva investigación de "¿quién cometió la atrocidad de asesinarlos?", sigan en sintonía para saber más información sobre el caso".

Tomo un sorbo de mi taza de té, Esmeralda me abraza mientras escuchábamos las noticias, mis padres fueron informados sobre Giles inmediatamente fue identificado, mi madre se encuentra devastada sin poder asimilarlo, ¿cómo puede creer tal cosa de su apreciado bebé?, papá anda de un lado a otro evadiendo lo que está sucediendo, Esmeralda piensa que en cualquier momento me derrumbaré así que me mantiene en sus brazos.

Athan me confesó donde estaba el cuerpo de Giles, me ayudó con la evidencia contra Evan, después de eso con Adam nos encargamos de que los cuerpos estuvieran en un lugar preciso para que fueran encontrados inmediatamente. Estoy neutral, mis emociones se han ido muy a la mierda, separe a Esmeralda de mí, ella me mira esperando una explicación, me palmee los muslos para que Ares viniera conmigo, necesito una recarga de esas que me da este nene.

Llego a mi habitación y me tiro a la cama acción que hizo que Ares viniera directo a mí, mi labio tembló dándome ganas de llorar pero me retuve, debo esperar hasta que tenga que hacer una escena, tengo cientos de mensajes y llamadas de los chicos desde que salí de la fiesta con Athan, ignoro todo lo que puedo pues no quiero hablar y sí llego hablar con ellos debo decir toda la verdad finalmente.

Abrazo a Ares atrayéndolo más cerca de mí, siento algo extraño en muchos sentidos, no sé qué es y me siento incómoda, sin esperarlo mis ojos empiezan a pesarme, la oscuridad me rodeo encerrándome en un profundo sueño. Me desperté por una tensión incómoda que se generó en mi cuerpo, Ares ya no está conmigo, me incorporé en la cama mirando a la puerta de la habitación, ahí recostado en ella y de brazos cruzados está Klaus, se notaba molesto.

—Tú lo sabías –su enojo podía sentirse en su voz –sabías quiénes eran, lo supiste y no lo dijiste, ¿por qué Sara? ¿no qué éramos un equipo? –no le respondo solo lo observo, se movió de su posición dando pasos por la habitación –¿desde cuándo? –no le respondo –maldición contéstame –me alzó la voz.

—Si te calmarás podríamos hablar –le digo estirando mis brazos con pereza.

—No quiero escuchar más de tus mentiras –en sus ojos avellana podía ver dolor aparte de ira.

—El día que me arrestaron –digo y él me mira con atención –ese día conseguí un video de seguridad donde estaba Giles con la pelirroja, quien fue la primera víctima de la ciudad, ahí viendo la imagen de mi hermano cubierto de sangre saliendo del bosque supe que era uno de ellos –le cuento.

—Cuando me dispararon sabías que era él –dejó de mirarme.

—El día que te dispararon no fue él quien lo hizo, cuando los dejé en el hospital pensando en el estúpido plan, salí a buscar a mi hermano –le digo levantándome de la cama –torture a mi propio hermano hasta que me soltó todo, me dijo quiénes eran, porqué hacían esas cosas, me dijo quién mató a Allegra –lo tomo de los brazos y evade a toda costa mi mirada –yo fui la culpable de que mataran a mi hermano, solo porque no quería que les hicieran más daño, ayer cuando me fui de la fiesta saldé cuentas, yo maté a Evan, él te disparó y mató a mi hermano –en cierta forma le digo la verdad a medias, él ahora me ve con ternura pero también con desagrado.

—Solo debiste confiar en nosotros –se soltó de mi agarre y salió de la habitación, yo me quede mirando la puerta.

No entiendo nada en lo absoluto, todo esto es una mierda, las personas no comprenderán lo que hice, ahora empezarán a buscar quien los mato, estoy arrepentida de algunas cosas. Mañana sepultaremos los cuerpos de los fallecidos, las familias decidieron que no pueda ir nadie para evitar dramas y demás cosas.




***


El negro últimamente está siendo mi color preferido, como también se ha convertido en gran parte de mi guardarropa, solo estábamos mis padres, los señores Fischer, Adeline y yo en la sepultura, no he derramado lágrima alguna, los demás se encuentran sumergidos en su dolor.

Me acerco al ataúd de mi hermano y lo observo por última vez, alguna vez fue de las personas más importantes en mi vida, no lo pienso olvidar porque será uno de mis motores para conseguir lo que quiero. Les dieron sepultura a los ataúdes, les dije a mis padres que se adelantaran mientras seguía ahí viendo la tumba de mi hermano, los señores Fischer se fueron sin decir adiós y así fue como Adeline y yo quedamos completamente solas.

—Yo no te culpo, no te juzgo y tampoco pretendo comprenderte –me dice Adeline y yo no quito mi vista de la tumba de Giles –mi hermano no fue el mejor de todos, pero lo quise –me toma de los hombros para que la mire –Sara no te dejaré sola, aquí me tienes, pero necesito que deposites confianza en mí para yo depositarla en ti –sus ojos verdes están rojos e hinchados de tanto llorar –nos necesitamos –sin pensarlo la abrace, no sé quién lo necesita más si ella o yo.

—Gracias –es lo único que sale de mí, ella corresponde al abrazo.

—Ahora cuéntame lo que pasó, sin mentiras –me separo pensando en sí contarle o no.

Al final estoy sola, ella es la única que no me pide que me aleje, los demás se encuentran cegados en ira manteniendo la postura de un orgullo y confianza heridos, suspiro buscando la manera de contarle lo que sucedió, empiezo a narrar las cosas que podía o al menos las que eran más evidentes, antes de terminar de narrarle todo lo que pasó le conté lo que sucedió con Athan.





1 año y medio después...

Dejo las llaves de mi auto en el recibidor del apartamento junto con las llaves del mismo, hace dos meses Adeline y yo nos mudamos a uno juntas, después de tanto hoy por fin fue nuestra graduación, vinimos al apartamento por nuestras maletas pues nos iremos de viaje con nuestras familias, más específicamente a Colombia.

Entramos entre risas hablando sobre algunos acontecimientos que ocurrieron en la ceremonia de graduación, dejé que Adeline fuera por su maleta mientras yo iba a tomar un poco de agua. Desde aquella vez que Adeline y yo nos dimos un voto de confianza mutuamente en el cementerio hemos sido inseparables, mi comunicación con Nadia se fue a la basura algo que me dolió, Mauro se fue a terminar sus estudios a Francia (siendo él la segunda persona que me otorgó un voto de confianza), y con Klaus las cosas no avanzaban para ningún lado, siempre que debíamos compartir el mismo espacio era incómodo e intolerable.

Con un vaso de agua en la mano voy a mi habitación por mi maleta, me lleve una grata sorpresa al entrar a ella, un enorme ramo de flores reposa sobre mi cama, mire a la habitación de Adeline y su puerta estaba cerrada, me acerqué a las flores y con mi mano libre tome la tarjeta que se encontraba entre ellas.

"Tiempo, esa fue la última palabra que te escuche decir, te extraño y me siento grandemente orgulloso, lo prometido es deuda escucho por ahí, pronto nos veremos una vez más, disfruta de la celebración.

Cavernícola.

Ps: te veías hermosa en ese vestido rojo en tu graduación."

Mi corazón se llenó de alegría, detrás de mí escucho un carraspeo giro encontrando a Adeline con algunas lágrimas en su rostro, también le había dejado algo, se acercó y me abrazo colocando su cabeza sobre mi hombro, no había sabido nada sobre él en todo este tiempo.

Adeline tomó mi vaso separándose de mí y saliendo de la habitación, no necesitamos palabras para saber lo que nos pasaba y eso es algo que me gusta de nuestra relación, entre mis manos tomé el ramo como pude y olí el fresco aroma de las flores, sabe cómo ser diferente y eso es lo que me encanta y pronto sabría más sobre él.

Un Crimen Perfecto (libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora