Capítulo 24

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Sara

Siento el frío viento de la ciudad, después de la conversación con los chicos me disculpe y salí del hospital, había destruido mi teléfono no tengo conque distraerme mientras estoy sentada en un pequeño parque, desde que llegue solo hay dos pequeños niños jugando, una niña y un niño, se me hacía tierno la manera en la que se miraban como si fuesen cómplices de absolutamente todo.

No había comido nada desde ayer en la noche, ahí sentada en una banca con el estómago vacío este gruñó, no pensé que necesitaría comer hasta más tarde. No preste atención a mi necesidad de comida y recordé por cuál zona estaba, el hospital en el que trabaja mi hermano queda cerca, sustituí mi hambre con las palabras de los chicos.

Mi cerebro se puso en marcha y consideró lo que cree correcto, me declaro fan del efecto domino y es hora de que busque responsables antes de que alguien más cercano a mí sea lastimado, me levanto de la banca y voy hasta mi auto, conduje rumbo al hospital, unas cuadras antes me detuve.

—Piensa estúpida, no puedes llegar así –me digo a mí misma.

En eso visualicé una mini tienda, salí del auto y fui hasta ella, espero que vendan lo que busco, hay minis áreas de artículos y fui hasta los artículos de cocina, un set de cuchillos apareció en mi campo de visión, bingo, lo tomé y pagué, me introduje una vez más en mi auto y destapé el set, no puedo creer lo que estoy por hacer, tomé uno de los cuchillos y me corte un poco mi brazo izquierdo a profundidad para tener la necesidad de algunas suturas, el dolor es insoportable.

Guarde el maldito cuchillo en el set y empecé a conducir lo que me quedaba de camino para llegar al hospital, estoy probando suerte espero que hoy esté de mi lado. Estacione el auto y fui hasta emergencias, ahí traté de hacer mi mejor cara de dolor que no me costó, tengo que dar explicaciones de cómo me corte y espero que me crean.

—Siéntate aquí –me dice una enfermera al verme, yo voy directo a la camilla que me indicó.

La enfermera se fue supongo a buscar los materiales para suturarme, empecé a ver todo el lugar buscando a mi hermano, no es de emergencias, pero puede andar por ahí, mi atención se fue a unas manos que sostenían mi brazo cortado.

—¿Qué quieres? –le pregunto de manera brusca.

—Suturarte –dice de manera obvia –¿cómo te hiciste esto? –su pregunta hace que busque alguna respuesta.

—Unos tipos querían asaltarme, vine aquí porque era el lugar más cerca –le contesto y se me queda mirando –¿tengo algo en la cara? –le digo frunciendo el ceño.

—Sí, una enorme mentira –en eso llegó la enfermera que me recibió con los materiales –gracias –le dice tomándolos –yo la suturo y haré el informe, ve a hacer otra cosa –le pide y la enfermera asiente –te saldrán arrugas de tanto fruncir el ceño –comenta cuando la enfermera estaba lejos.

Pongo los ojos en blanco y él empieza con el proceso de saturación, es delicado con lo que hace y atrae la manera en la que realiza su trabajo, creo que mi cabeza generó la mejor idea de encontrar a Giles y satisfacerme, Athan termino de suturar al final no recibí muchos puntos como pensé.

—Athan –lo llamó y él levanta su mirada de los utensilios que recogía –¿quieres qué te cuente un secreto? –le pregunto de manera sensual.

—Pensé que las personas tercas no contaban sus secretos –dice devolviendo su atención a lo que hacía.

—¿Lo quieres saber o no? –digo en un tono molesta/ofendida.

—Solo dilo –dice restándole importancia.

Un Crimen Perfecto (libro 1)Where stories live. Discover now