Mr. Alexander Blake

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Alexander Blake

Llevo un maldito mes intentando pedirle matrimonio.

Primero quien interrumpió todo fue Leonardo que se enfermó tanto que terminó internado en un hospital de niños.

Luego cuando ya tenía todo Cailin hizo una de sus rabietas más grande del año logrando que estuviera castigada por dos días.

Cuando pensé que ya todo estaba listo apareció este viaje que me tiene lejos de mi familia por una semana.

Se supone que hoy regresaría.

Claramente para irme fue un poco difícil por lo que había pasado anteriormente.

-Ya estás listo amor- entro a mi habitación Mark

-Si, pero lo que parece no estar listo es mi pedida de matrimonio- me queje sin saber qué hacer

-Tienes que intentar ser más natural cuando se lo pidas- lo mire mal

Guarde la última ropa que me quedaba fuera de mi maleta.

-Sabes lo mal que me sentí cuando ella pensó que no me quería casar con ella- lo miré mal

-Amigo es que te estas tardando demasiado en pedirle matrimonio- se rio, pero para mi no había gracia en lo que me estaba diciendo

- ¿Qué dices? - le diré con la almohada

-Amigo han pasado por tanto para que lo sigas retrasando- alzó sus brazos

- ¿Qué piensas hacer para navidad? - pensé un poco

-Realmente no se- fui sincero

-Se que ya tenemos las casas listas so me gustaría mudarme ya para que oficialmente pasemos la primera navidad en nuestra casa- él sonrió

-Ya Leah se mudo a la casa- lo mire sorprendido

-Que, no podía tenerlo oculto toda la vida- se rio

-Cierto- reí para salir de la habitación

Ya tenía todo lo necesario.

-Fue un buen viaje- asentí sincero

Habíamos logrado más de lo que nos habíamos planteado antes de partir.

-Hicimos un gran contrato- sonreí mientras tomábamos el elevador.

-Mierda- susurramos cuando el elevador paró de golpe.

-No podemos tener tan mala suerte- susurre ante de tocar el botón de alarma

-Tranquilo que saldremos pronto de esto- Mark se estaba desesperando

-Aplícate el cuento- reí recostándome de una pared

-No te muevas muchos sino nos caeremos al vacío- puso cara aterrada

-No hables idioteces- saque mi celular para llamar a alguien, pero como la mala suerte camina conmigo dentro del elevador no había señal

-No puedo morir así y menos al saber que soy padre- sonreí

Rápidamente comencé a grabar todo.

-Ósea mi esposa está en la casa sola mientras su barriga crece- acaricio su panza

-Entiendes que no la veré así de grande, ósea me refiero a su panza porque de que la tengo grande no lo podemos negar- reí negando

-Volverás a ver a tu esposa solo tenemos que esperar que nos vengan a rescatar- respondí mientras lo seguía grabando

-No se si será una nena o un nene- se quedó pensando unos segundo