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Fue un viaje de 10 horas infernales.

Mi hija podía ser la mejor acompañante para vuelos corto, pero uno así fue un completo infierno

Primero quería caminar por el avión, lo cual no se puede por lo pequeño que son.

Segundo a cada rato quería ir al baño, lo cual me lo hacía difícil ya que mucha gente no ve bien que un padre entre al baño con su hija.

¿Es que nunca han visto a un padre soltero?

Y tercero no quería de las cosas baratas que nos ofrecía el avion, sino que pague cada cosas que se le antojo. 

Cuando llegamos al destino sentí que por mis pulmones pasaba aire al fin.

Nos encontrábamos en Suecia.

Si decidí viajar lo más lejos posible de ella.

Por el cambio de horarios nos fuimos directo al hotel.

-No tengo sueño- se quejo Cailin mientras la bañaba

-Debemos dormir ya es de noche- comente mientras le iba quitándole el jabón de su cuerpo

-No quiero- hizo puchero

En parte la entendía ya que solo tenía unas diez horas despierta o un poco más.

-Mañana tenemos muchos lugares que visitar- hable haciéndome el sorprendido para que ella se emocionara de cierta forma.

-No quiero, además ¿Por qué no esta Madison aquí? - cruzo sus brazos y ya mi paciencia estaba disminuyendo a niveles insospechados

-Cailin tienes que entender que Madison ya tiene una familia, nosotros no estamos incluidos en esa familia- hable bastante seco y note como los ojos de mi hija se llenaban de lagrimas

-Lo siento princesa- limpie su rostro

Sabía que ella se había encariñado mucho con Madison, pero no puede seguir pensando que ella será parte de nuestra familia.

-Míralo de esta forma, ella siempre será tu amiga- le sonreí

-Oh- se limito a decir

Después de eso ella no volvió a decirme nada.

Bueno más bien a la mañana siguiente ella cambio su actitud.

Ahora buscaba de cierta forma no hablar de ella.

A todo lugar que íbamos me preguntaba si me gustaba otra chica o si me parecían bonitas las mujeres que nos encontrábamos por el camino.

En ocasiones me reía por sus ocurrencias, pero en parte me preocupaba no saber que es lo que tanto ella quiere.

Creo que en su otra vida fue entrenada por cupido. 

- ¿Qué pasa princesa? – la mire mientras ella estaba sentada en la cama lista para dormir

-Nada- miro sus manos y sabia que algo le preocupaba

-Dime para ver como te puedo ayudar- sonreí para darle la confianza de hablar

-Quiero tener una mamá- su voz se entrecorto lo que me partió el alma

-Amor- me senté a su lado mientras la abrazaba

No sabía como trabajar con esta situación ya que en ciertos meses es lo mismo.

Sabía que para las fechas en donde se celebra el día de las madres soy el único padre en la actividad, pero deben entender que mi hija solo me tiene a mi y la cuidare como se merece.

Mr. Alexander BlakeWhere stories live. Discover now