Mr. Alexander Blake

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Madison Clayton

Cuando terminamos con la tarea Cailin fue a jugar con sus muñecas a mi habitación.

Mientras terminaba la comida sonó la puerta.

Sabía quien era por lo que no debía preguntar.

-Podías entrar- abrí la puerta para correr a la cocina

Ya tenia que apagar todo ya que estaba listo

-No sabia- lo escuche seguirme

-Esta en mi habitación- gire a mirarlo cuando apague todo y Dios que hombre

-Te necesito – susurro para tomarme de mi cintura y besarme

Era un beso de necesidad y deseo de ambas partes

-Gracias por lo que estas haciendo- comento sonriéndome

Tome a Leo en brazos y bese su mejilla.

Sentía mis mejillas rojas.

-Buscare a mi princesa- sonrió para irse

Leo estaba muy sonriente.

- ¿Quieres comer? – bese su mejilla logrando que se riera

Solté a mi pequeño para servir los platos

- ¡Ahhhhhhhh! - escuche a Cailin asustándome

- ¿Qué sucede? – llegue a los pies de la escaleras para abrazar a Cailin quien estaba bajando, corriendo

-Blake- lo mire enojada

- ¿Qué? – se hizo el inocente

-No me gusta que corra en las escaleras se pueden lastimar- lo mire mal

-Ya lo siento, no te enojes- camine al comedor con Cailin en brazos

-No me gusta que la pongas en peligro- la senté en su lugar sin mirar a Blake

Luego tomé a Leo y lo senté en su silla.

-Ya lo siento- me tomó de la cintura, pero me solté

El me siguió hasta la cocina.

-No estés enojada conmigo- susurro ayudándome

-Solo no hagas esas cosas cuando ella se puede caer por las escaleras y lastimarse- señale sirviendo la comida

-Prometo no jugar así de peligroso con mis hijos- levanto su mano jurándolo

-Mas te vale que cumplas Blake- lo mire seria

Siempre tenía respeto a las escaleras ya que son traicioneras nunca sabes lo que puede pasar.

Hoy mi pequeña casa estaba repleta de las personas más importante en mi vida.

A mi lado tenía a mi hijo hermosa, frente a mi tenía a la princesa de la familia y a su lado al hombre que me hace feliz en estos momentos.

Mientras comíamos Cailin le contaba a su padre las cosas que habíamos realizado juntas.

No negare que había sido lo mejor para mi ya que Leo es todavía un bebé, pero con Cailin ya podía tener tema de conversación e incluso podíamos hacer varias cosas juntas.

-Papi, Madison me enseño a restar- aplaudió emocionada

-Si- él giro a verme y solo le sonreí

-También fuimos a hacernos las uñas iguales- se las mostro toda emocionada

-Muéstraselas- me miro sonriendo

-Ahí están- se las mostré rápidamente ya que tenia que darle de comer a Leo