Mr. Alexander Blake

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Madison Clayton

Ya me tocaba recoger a mi hijo en la casa de Alexander y no negaré que estaba nerviosa.

Me había cambiado más de 10 veces mi atuendo.

-Creo que este es- susurre al verme en el espejo

Me había decidido por un traje blanco que dejaba mi espalda descubierta.

Este me servía para impresionar de cierta forma a Alexander y para la sección que teníamos hoy para una empresa de joyas.

Tomé mi cartera, mi celular y salí de mi casa.

Por la hora que era Cailin ya debía estar en su colegio así que solo me encontraría con él.

No piense que será en su casa ya que el me pidió encontrarnos en una cafetería cerca de su empresa.

Conduje con cuidado y sintiéndome muy nerviosa.

Hoy comenzaríamos con el plan.

Cuando llegue me coloque en situación por así decirlo y entre.

Al divisarlo camine hasta donde estaban.

Leo sonrió tan pronto me vio.

-Como esta el bebe de mamá- lo tome en brazos sin ni siquiera mirar a Alexander.

-Bue... Buenos días- lo mire confundido

-Oh hola- sonreí mientras me sentaba frente a él

- ¿Cómo se porto mi campeón? – mire a Leo mientras le hacia cosquillas

-Muy bien, es un niño muy educado. Mi madre y Verónica quieren volverlo a ver pronto- mantuve mi mirada en mi hijo todo el tiempo como lo había planeado

Claro que quería verlo moría por ver su hermoso rostro.

-Me dejas saber y nos ponemos de acuerdo- sonreí para subir mi rostro

- ¿Qué piensas hacer hoy? – quería gritar de la emoción al notar como me observaba, pero no podía dejar que todo esto se destruyera

-Tengo una sección de foto para una joyería y creo que es sin ropa según me notificaron- hable un poco de más ya que quería ver su reacción

-Los modelos estar desnudo- asintió como si no fuera nada

-Soy la modelo junto a mi compañero- aclare y sus ojos se abrieron de golpe

-Su café- llego la mesera sonriéndole

-Gracias- respondió sin mirarla

-Bueno debo continuar con mi día- me levante sin soltar a mi hijo

-Te pedí el desayuno- lo miré y mi corazón saltaba

-Lo siento voy tarde- subí mis hombros para salir

Dios me arrepentía tanto de haberlo dejado ahí.

Claro que quería desayunar con él.

Incluso quiero despertar a su lado desnuda si es posible, pero debemos mejorar nuestra relación.

-Mamá ama mucho a tu papi, pero somos dos tercos- susurré amartando a mi hijo en su silla

Alexander Blake

-Aquí tienes desayuno- entre a la oficina de Mark cabreado

- ¿Qué sucedió en tu vida amor para que me trajeras desayuno? – levanto su ceja mientras lo abría

Este hombre de seguro desayuno en su casa, pero por estomago tiene un hoyo negro.

-Era para Madison, pero tenía una sección desnuda hoy- estaba cabreado no lo negare