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Damon Salvatore

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Damon Salvatore

Desperté con todo el cuerpo adolorido y poco a poco fui abriéndo los ojos. Estaba atado en la mitad del vestibulo a una silla con cadenas y una vara de metal metida en el pecho.

Levanté mi vista y encontré a Katherine acostada en un sofá frente a mi, no escuchaba su corazón.

Damon- Esta es una broma, ¿verdad? Kat despierta, enserio no es para nada divertido. Stefan...- no era nada divertido, en realidad era doloroso, voltee al piso y encontré mi anillo de luz tirado a lado de mi- Golpe bajo Stefan... golpe bajo.

Se escucharon pasos en el pasillo y vi a mi hermano recargado en el marco de la puerta mientras reía.

Stefan- ¿Qué rayos te paso?- una fuerte inhalación se escuchó y Katherine se levantó de golpe del sofá mientras respiraba agitada- Corrección, ¿que rayos les paso?

Damon- Tus juegos de destripador, no me interesan; así que desatame.

Mi hermanito se acercó a paso calmado hacia mi.

Stefan- Yo no lo hice.

Katherine comenzó a voltear a todas partes y luego simplemente se levantó del sofá y subió corriendo por las escaleras.

Damon- Agh, genial. No te hagas el tonto.

Stefan- ¿Enserio? ¿No piensas que es un poco extremo?

Damon- Si- me sacó de golpe la barra que tenía clavada en el pecho y las cadenas que mantenían mis manos atadas. Esperaba que también me quitara las esposas y el resto de las cosas, pero simplemente se fue- Si, muchas gracias; me desataré yo solo.

Stefan- Encárgate tú.

Las cortinas se abrieron, dando toda la luz solar directamente en mi, para que luego simplemente se cerraran otra vez y yo finalmente pudiera soltarme.

Subí a mi cuarto a cambiarme de ropa para no salir con una llena de sangre. Cuando subí, Katherine iba saliendo de su habitación con una mochila en su hombro, traté de detenerla pero simplemente siguió de largo dejándome atrás.

Entré a mi habitación y saqué una playera azul, pantalones y calzoncillos de mi armario.

Coloqué la ropa encima de la cama y entré al baño a darme una ducha para limpiarme la sangre.

Estuve como 5 minutos dentro de la ducha y luego salí a mi habitación directamente para cambiarme. Fui a la cama para ponerme la ropa, pero esta no estaba donde la había dejado. Busqué debajo de la cama por si se había caído pero no había nada, voltee hacia el baño y la ropa estaba encima de la taza del inodoro.

Entré al baño nuevamente, cuando iba a comenzar a cambiarme; iba a limpiar el vaho del espejo pero comenzaron a aparecer letras en él.

Damon, tienes que ayudarme

La McCall Menor [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora