La McCall Menor [2]

18

Katherine

Kat- ¡Que no quiero ir! Vete sin mi

Damon ha tratado de sacarme de la cama toda la mañana, pero me agarro de una de las patas de la cabecera de modo que por más que me jale de las piernas no pueda hacerlo.

Damon- ¡Por favor! Necesito que me ayudes a buscar a la madre de Bonnie.

Kat- ¡Que no!

Damon- Dos botellas de Bourbon a cambio.

Kat- Dos botellas y una cajita feliz de McDonald's.

Damon- Trato.

Me gire hacia el buro a lado de la cama y tomé mi celular para buscar desde este a la madre de Bonnie.

Teclee y busqué un par de cosas y le mandé la información al celular de Damon.

Kat- Abby Bennet Wilson vive en Monroe, Carolina del Norte. Nacida en el hospital de Mystic Falls, su carnet de estudiante e información. Todo está en tu celular así que largo de mi habitación y trae mi cajita feliz.

Damon- ¿¡Cómo lo conseguiste en tan solo un par de minutos!?

Kat- Porque soy una genio y su perfil de Facebook es público. Llévaselo de una buena vez a Bonnie y sal de aquí Fuckboy.- dije lanzándole una almohada a la cara mientras él salía de la habitación.

Damon- ¡Fuckboy que has disfrutado, mi amorcito!- dijo gritando desde las escaleras.

Kat- ¡Fíjate que ni sentí nada imbécil!- dije gritándole de igual manera desde la comodidad de mi cama.

Escuché como reía y salía de la casa.

Traté de dormir por otro rato pero cuando apenas iba agarrando el sueño, música proveniente del piso de abajo.

Kat- ¡Damon! ¡Bájale a la música o más vale que traigas mi cajita feliz porque quiero dormir!- no hubo respuesta- ¡Damon Salvatore!- de nuevo sin respuesta.

Me levanté de la cama molesta y descalza.

Salí de la recámara molesta y bajé molesta pero sin habilidades sobrenaturales.

Kat- ¡Stefan si eres tú las consecuencias por no dejarme dormir serán peor que la golpiza de ayer!

Llegué a la sala y esta estaba sola.

Me acerqué al control del estéreo y lo apagué.

Voz- Creo que debí llamar antes de venir- giré rápidamente para encontrar al dueño de la voz cruzado de brazos y mirándome de arriba a abajo.

Kat- ¿¡Qué demonios haces aquí!?- dije encarándolo molesta y con los brazos cruzados- Se supone que no nos podían ver.

Klaus- Creo que no es apropiado hablar si estás vestida de esa manera- dijo con una sonrisa burlona de lado y caminando hacia el sofá.