La McCall Menor [2]

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Aviso: Volvimos con los capítulos con títulos de "terror"

Narra Katherine

Después de que Mikael se fue, aparecí en mi casa.

Jace y Alec estaban con la otra chica hablando afuera de la casa y mi cuerpo estaba en mi cuarto.

No había venido a la casa el día en el que entré en el coma, Scott estuvo llorando mucho y al no poder estar ahí para él, preferí realmente no estar y no verlo sufrir.

Escuché un ruido en el piso de abajo y bajé, encontrándome a mi padre durmiendo en el sofá y mi hermano tratando de entrar en silencio a pesar de no ser muy bueno ni siquiera con habilidades sobrenaturales. Scott pateó una caja con herramientas e hizo que mi padre se despertara.

Rafael- ¿¡Katherine!?- se levantó rápido del sofá y volteo a ver en dirección al ruido.

Scott y mamá le habían dicho que me había ido, que necesitaba un tiempo a solas y que no quería hablar con él.

Scotty- Hola papá, lo siento soy yo. ¿Y esas herramientas?

Rafael- Solo estaba... comenzando con una lista de reparaciones que se necesitan en la casa. ¿Qué hora es?

Scotty- Es ahh...- volteó a ver el reloj a lado suyo, el cuál apuntaba la manecilla a las 4:05 am- Medianoche.

Rafael- Se suponía que íbamos a cenar, teníamos un trato. Cuando tu mamá tiene guardia en las noches, nosotros dos cenamos.

Él estaba realmente dispuesto a reparar su relación con nosotros dos, por lo que al yo estar ausente, Scott tenía que ser su chivo expiatorio para reparar nuestra relación.

Scotty- Lo siento, se me olvidó por completo. Cuando volvimos del campamento tuve que ir a terminar cosas del trabajo.

Rafael- De acuerdo, bien. Mañana, cenaremos.

Scotty- Bien.

Rafael- ¿Y si comiste algo?

Scotty- Sí, comida mexicana.

Empezó a caminar hacia las escaleras pero la voz de mi padre lo detuvo.

Rafael- Tú... ¿has hablado con ella?

Scotty- ¿Con Katherine?- volteó a verlo y él asintió con la cabeza- Si, ella... dice que está bien.

Se dio la vuelta y subió las escaleras conmigo detrás de él.

Me adelanté e iba a entrar a su cuarto para acostarme a lado suyo, pero en lugar de girar a su cuarto fue al mío.

Abrió la puerta y ni siquiera prendió la luz, iba a acostarse pero le taparon la boca y encendieron la luz.