La McCall Menor [2]

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Katherine

Desperté con un fuerte dolor de cabeza, lo último que recordaba de la última noche era haber hablado con Scott. Me levanté de la cama cubriendome la cara con mi mano de la luz que entraba por mi ventana, fui al baño e hice mis necesidades. El piso temblaba por la música que sonaba en el piso de abajo.

Abrí la ducha y encendí la regadera con agua fría, me desvestí y entre. Diganme extraña, loca o anormal, pero amo bañarme con agua fría ya que me tranquiliza y comunmente me quitaba las migrañas. Salí y me cubrí el cuerpo con una toalla. El sonido de la música hacía que me retumbaran los oídos y sintiera que el cerebro me explotaría. Baje al primer piso por las escaleras solo con la toalla cubriéndome, tuve que brincar algunos cuerpos de chicas y encaré a quien estaba ahí.

Kat- ¿Porque tienen la música a ese volúmen? Siento que la cabeza me va a explotar.

Levanté la vista y encontré a Damon a lado mío y Stefan en el sofá con otras chicas ahí.

Stefan- Pero mira nada más- se acercó a velocidad sobrenatural hacia mi- La verdad, eres más sensual que tu hermana- me miró de arriba a abajo pero Damon se interpuso entre él y yo con toalla.

Damon- Stefan, es Katherine, mi mejor amiga y hermana de tu chica.

Stefan- ¿Si? Pues tu mataste a mi mejor amiga, creo que debería devolverte el favor.

Esquivó a Damon y me tomó del cuello sujetándome contra la pared, comenzó a olfatear mi cuello y lo movió para tener acceso a mi cuello.

Vi que Damon iba a intervenir pero lo detuve con la mirada.

Le di un golpe en la entrepierna a Stefan con la rodilla y un puñetazo en la mandíbula haciéndolo caer a mis pies por lo que me agaché.

Kat- Escúchame bien Salvatore, me da igual los problemas que tengas, pero conmigo no te metas. Mi mejor amiga es una cazadora al igual que toda su familia, mi otra mejor amiga una banshe, mi mejor amigo esta poseído por un espíritu bromista japonés, mi hermano es un alfa y quien es como mi hermano es un hombre lobo; mi padre es del FBI y puede que yo sea humana, pero soy una maldita chica que tiene una profecía encima. Olvídate de meterte conmigo, ¿entendiste?

Los ojos de Stefan detonaban furia y Damon se veía orgulloso de mi. Me levanté del piso y jalé a Stefan conmigo.

El timbre sonó y Damon fue a abrir mientras que Stefan iba de regreso al sofá y yo simplemente lo miraba mal.

Giré cuando escuché la puerta abrirse y luego pasos, encontrándome con cierta rubia con bolsas en sus manos.

Rebekah- ¿Dónde está Stefan?

Damon- ¿Y tú eres?

Rebekah- Me abandonó, mi hermano me abandonó.

Stefan- Por tu tono, pensaría que... ¿debería importarme?