• El otro lado de la Verdad •

• C A P Í T U L O 3 •

Tres años atrás:

Narra Dave

¿Qué sucedía con Sophie?

Hacía quince minutos que aún estaba llorando desconsoladamente sobre mi pecho. Solo había tirado la bomba y callado. No sabía cómo ayudarla, se notaba que estaba angustiada y necesitaba hablar. Pero tampoco me contaba cómo había sacado esas conclusiones que la ponían tan mal.

-¿Tienes un trago fuerte para darme?-exclamó apartándose de a mi lado.

-¿Whisky está bien?- asintió y me dirigí hacia el bar para servirle un vaso de aquella bebida.

Se escuchaba un pequeño sollozo y cuando regresé a la sala se quitó las lágrimas de sus ojos, tomó el vaso y bebió la mayoría de su contenido en un primer trago.

- Disculpa Dave, juro que no sé qué me sucede- tomó su pelo y lo quitó de su rostro, volvió a beber lo poco que quedaba.

- No hay problema, Sophie... Pero déjame ayudarte de alguna forma.

- Es que no estoy segura... Tú eres su amigo, ¿No sabes nada?

- Jamás lo vería capaz de engañarte así, pero no sé por qué has llegado a dudar de esta forma de él.

- Está extraño conmigo, no me mirá, no me toca, ya no se preocupa por lo que me sucede... Y encima he descubierto que está inmerso en un mar de deudas- dijo confundida- Lo que más me duele es que no me haya dicho nada.

- Pero aguarda un minuto, que tenga deudas no significa que te esté poniendo el cuerno. Quizá no sabe cómo decírtelo.

- Por eso quería hablar con Mía para que me ayude a descubrirlo. Yo estoy segura que él no me ama más, y no sabe cómo decirlo.

-¿Y tú lo amas?- pregunté y sus vista se paralizó, un pequeño silencio inundó la sala.

Esa pequeña escena fue la que me permitió reconocer que el vínculo entre ellos ya estaba roto. No sé quién habrá sido el primero en alejarse, pero Sophie ya no lo amaba por lo menos de la misma forma que antes. Y me lo había demostrado con su respuesta.

- Es Cameron, siempre lo he amado...

- Me parece que no estás logrando descubrir qué es lo que sucede en este momento en tu interior, qué es lo que tú estás sintiendo- determiné.

-¿Puedes servirme un poco más?- señaló su vaso vacío y asentí- Gracias- respondió y mientras llenaba el vaso de líquido me preguntó- ¿Tú amas a Mía?

- Por supuesto que sí- no dudé y decidí servirme una copa para mí también.

- ¡Cuánta seguridad!- bromeó y tendió su mano para tomar el vaso- Hablando seriamente, ¿Puedes decirme que de la misma forma que al comienzo?

- Yo creo que con el tiempo el amor va transformándose. Con la misma intensidad, pero va madurando y modificándose como cada uno de nosotros.

- Eres muy sabio- río- Ahora comienzo a comprender por qué motivo siempre Mía tiene mucho más sexo que yo... Eres más romántico y pasional- exclamó provocando que me ponga algo nervioso.