• C A P Í T U L O 2 8 •

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Presente: Tres meses y medio luego del accidente.

Narra Cameron


- Buenos días, cariño -sonreí luego de abrir mis ojos y notar la forma en que Mía me miraba acostada a mi lado.

- Buenos días, amor -se acercó y dejó un suave beso sobre mis labios.

-¿Te encuentras bien?

- Si demasiado bien -dijo mientras se acurrucaba sobre mi pecho- Aunque aún no puedo creer que esto sea real.

- A decir verdad yo tampoco lo creo... Ha sido la mejor noche en mucho tiempo-sonreí y uní sus labios a los míos.

-¿Bajamos a preparar el desayuno?-preguntó algunos minutos después que nos separamos.

- Por supuesto... ¿Me sorprenderás con alguna de tus delicias? -bromeé.

- Con el mejor café del mundo -rió- ¿Tú harás los pancakes, verdad? -determinó- No quiero derrocar tu premio al mejor cocinero -bromeó ella.

- De acuerdo, me haz convencido... Aunque te saldrán un poco caros -reí y comencé a realizarle algunas cosquillas en su cintura, para acercarla a mí y luego darle un corto beso en sus labios.

Luego de varias risas, ambos nos vestimos y bajamos las escaleras para preparar el desayuno juntos.

- Julie está por regresar a casa -explicó Mía luego de revisar la hora en su teléfono móvil.

- Han sobrado algunos pancakes para que desayune -ofrecí- ¿Haz hablado con ella sobre cómo fue la noche de Dave?

- Hace un rato me ha enviado un mensaje sobre que se ha despertado varias veces preguntando por mí -noté la forma en que su rostro se tensó.

- En algún momento tendrás que hablar con él sobre lo que sientes, cariño.

- No sé si él está preparado para atravesar esa situación.

- Sabes que yo te esperaré el tiempo que sea necesario, pero él también tiene derecho a saber la verdad.

- Tienes razón -exclamó luego de un corto silencio- Cuando esté más estable hablaré con él... Y creo que también tendríamos que decírselo a los niños.

- Así es, deben saber que los consuegros se han enamorado -sonreí mientras la acorralé entre la barra de la cocina y mi cuerpo.

-¿Con que te has enamorado de mí? -jugó mientras jugaba con los extremos de mi camisa.

- No puedo continuar negándolo -susurré y unimos nuestros labios en un beso.

Algunos minutos después mi teléfono móvil comenzó a sonar varias veces continuas. Se trataban de diferentes mensajes que me estaban llegando.

- Creo que deberías ver tu móvil -determinó Mía al separarse de mí.

- Que extraño tantos mensajes a esta hora de la mañana de un sábado -dije y al observar de quien se trataba comprendí todo.

-¿Qué sucede? -preguntó al observar mi rostro tenso leyendo el móvil.

Se trataba de Aria, necesitaba que nos juntemos a hablar por la situación complicada de Caleb. Aunque en ese momento caí en la cuenta de que por todo lo que vivimos ayer, Mía no sabía nada de que él estaba detenido.

- Hay algo que ayer no te he dicho -comencé a explicar.

-¿Qué cosa? No me asustes por favor.

- Al parecer hay un nuevo sospechoso en el caso de Sophie -dije y sus ojos se abrieron como platos.

• El otro lado de la Verdad •Where stories live. Discover now