• C A P Í T U L O 1 1 •

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Presente:

Narra Cameron

- Es mejor que nos vayamos, Mía -dije abrazando su espalda.

Dave había tenido una descompensación en el hospital y Julie nos llamó de urgencia por lo que tuvimos que venir corriendo.

- Tu marido ya está acostumbrado a que lo abandones, no es necesario que te quedes ahora -exclamó Helen, la mamá de Dave en la sala de espera.

Desde hacía varias horas nos encontrábamos nuevamente en el hospital, y era una guerra campal entre los comentarios de aquella mujer y los de Mía.

- En verdad él estaba acostumbrado a los abandonos de su madre -respondió Mía furiosa. Ya se había aguantado varios comentarios filosos- Y es momento de que se enteré de lo "grandioso hombre" que era su hijo...

-¿Perdón? Encima que su vida pende de un hilo tú... ¿Vienes a hablar mal de él?- dijo defendiéndolo.

- Me ha estado engañando con mi mejor amiga... Es un desgraciado su hijo -masculló Mía con odio.

- Debe haber buscado afuera, lo que tú no le ofrecías -respondió su madre hiriendo profundamente a Mía. Hasta a mí me habían dolido aquellas palabras. Ella comenzó a llorar desconsoladamente. No podía aguantar más aquella situación.

- Nos vamos, Mía... Mañana temprano volverás a verlo-exclamé decidido y tomé su brazo para obligarla a acompañarme.
Rápidamente nos dirigimos a mi automóvil, pero su llanto no cesaba- Es el diablo en persona esa mujer.

- No puedo entender con qué cara me viene a hablar así, hasta su hijo la detesta- respondió Mía - Y yo soy una estúpida que me enrosco con su veneno.

- Debes dejar de gastar lágrimas en una persona así -le dije y un corto silencio se formó.

-¿Y si tiene razón con lo que ha dicho?

-¿Hablas enserio Mía?-la miré a los ojos- No es nuestra culpa que ellos se hayan cagado en sus hijos y todo lo que habíamos formado como familias -expliqué seriamente- Está mujer solo te lo ha dicho para hacerte sentir mal. Hasta a mí me ha dolido aquel comentario.

- Tienes razón... Perdona, pero estoy muy inestable.

-¿Te llevo a tu casa?- pregunté evitando su pedido de disculpas.

- Por favor, Julie me debe estar esperando.

La mayor parte del viaje estuvimos comentando sobre la delicada situación de salud de Dave, y todo lo que habíamos tenido que soportar con Helen en el hospital. Pero al llegar a la casa de Mía, un sobre a nombre de Dave la esperaba en el buzón.

- Que extraño, él no recibía cartas -exclamó.

- O las tomaba rápido y tú no llegaba a a verlas -respondí y me acerqué a ella para observar mejor de qué era aquel sobre.

-¿La abro? -dudó.

- Claro, ¿Mira si es una carta de Sophia?

Rápidamente tomó aquel sobre y rompió su parte superior para quitar la carta que se ocultaba allí. Aunque para nuestra sorpresa era un folleto.

• El otro lado de la Verdad •Where stories live. Discover now