|2| El renacimiento de la malévola emperatriz del linaje militar ✔

Capítulo 226: Documento para conciudadanos bajo los cielos (Parte 1)

"Así es como tal".

Ye Ke miró cuidadosamente a Ye Mei y al ver que Ye Mei no reaccionó especialmente, se sintió aliviado. Luego preguntó inquisitivamente: "Hermana mayor, ¿no te parece bueno?"

"¿No está bien?" Ye Mei lo miró asombrado y sonrió de inmediato, "No hay nada malo en eso. Después de ingresar al Palacio, uno sería noble y rico durante toda la vida estando por debajo de una persona y por encima de decenas de miles de personas. ¿Podría ser que pienses que soy tan estúpido como para dejar ir la riqueza y las riquezas que han llegado a la punta de los dedos? " Ella dijo: "Inicialmente quería casarme con alguien con una posición más alta y el Emperador es la persona más noble bajo los Cielos. Naturalmente, no es nada malo convertirse en la mujer del Emperador ".

En el lapso de hablar, Ye Mei había restaurado su apariencia y estilo anteriores, luciendo como si estuviera completamente de acuerdo con Ye Ke. Cuando Ye Ke lo vio como tal, aplaudió con una sonrisa, "¡Yo lo había dicho! Mi padre temía anteriormente que no quisieras comer y me insistió para que te persuadiera y yo sabía que no estaba preocupado por nada. Este tipo de buenas noticias, la hermana mayor definitivamente estaría de acuerdo. Uno no es tonto, entonces, ¿por qué hay necesidad de persuasión? "

Cuando se relajó, comenzó a decir que había venido a persuadir a Ye Mei bajo las órdenes de Ye Mao Cai. Los ojos de Ye Mei brillaron y sonrió: "Es muy probable que mi padre no me entienda, pero tú eres mi hermano menor. ¿Cómo pudiste no entenderme? "

"Hermana mayor, si ingresas al Palacio y te ganaste el favor del Emperador, no debes olvidar a este Hermano Menor". Ye Ke dijo: "Ahora que mi padre ya me había traído a la burocracia, en el futuro con la ayuda de la hermana mayor, mi camino solo puede ser más suave. Es probable que todos en Long Ye tengan que escucharnos, hermanos. En ese momento, el viento y la lluvia están a nuestra disposición. En cuanto a esa Emperatriz, es solo una exhibición. Ahora que incluso esa consorte embarazada Jing se ha ido, si entras en el Palacio, nadie en el Palacio es tu oponente y definitivamente sería un viaje tranquilo ".

Ye Mei también sonrió, "Así es como tal".

Cuando Ye Ke obtuvo la garantía de Ye Mei, parecía estar muy satisfecho y su preocupación final se resolvió. Después de hablar un poco más, se fue después de discutir con gran interés sobre su futura carrera profesional con Ye Mei. Después de que Ye Ke se fue, la expresión de Ye Mei se volvió fría.

Ye Mao Cai en realidad compró a Ye Ke tan rápido, pero no fue inesperado. El mayor deseo de Ye Ke en esta vida era tener poderes en sus manos para llamar al viento y la lluvia. Ye Mao Cai dibujó una galleta para Ye Ke y el corazón de Ye Ke se conmovió lo suficiente como para sacrificar a su propia hermana mayor. Además, a los ojos de Ye Ke, ir al Palacio para ser la mujer del Emperador era probablemente algo bueno que uno podría esperar, pero no entendía el peligro en cada paso. Porque el emperador Yong Le era demasiado difícil de controlar y al otro lado había un príncipe Rui de mente clara mirando como un tigre.

Ye Ke y Ye Mei era lo mismo. Eran personas sumamente egoístas que al enfrentarse a sus propios intereses, el cariño de la familia no valía nada. Si Ye Ke supiera que Ye Mei no tenía ningún interés en ser la mujer del Emperador, no cambiaría de opinión ni de intención, ya que su propia carrera era mucho más importante.

Pero, ¿cómo estaría Ye Mei dispuesta a allanar el camino para Ye Ke?

Después de que Ye Ke se fue, Ye Mei se puso de pie y caminó por la habitación durante dos rondas, mostrando su ansiedad.

Pero también entendió que Ye Ke actualmente, en algunos aspectos, era considerada su enemiga.

Ella pensó durante mucho tiempo antes de que finalmente tomara una decisión, se levantó y abrió el cofre de la habitación. Fueron decenas de vestidos que Ye Furen le regaló para compensar y fueron los últimos estilos y materiales. Ye Mei se agachó frente al cofre y comenzó a seleccionar seriamente.