Sumisa ©

28| Centro de investigación

Este centro, es en realidad un laboratorio. Mí, laboratorio.

Cuando doy un paso al interior, todo empieza a iluminarse. Incluso veo una bata blanca colgada en un perchero, al lado del marco de la puerta. En la mesa más cercana hay todo tipo de utensilios de protección, algo castigados por el tiempo y cubiertos de una fina capa de polvo.

Camino hacia el interior en silencio, rodeo la mesa principal, llena de libretas y papeles por todas partes. También hay máquinas de las que no se ni el nombre y varios microscopios...

Cuando me detengo en medio del lugar, logro ver una serie de documentos que llaman mi atención. Mi vista se ha centrado en ellos al leer la palabra Elixir. Están en ruso, por lo que me cuesta leer el texto.

Tras varios minutos con el papel entre mis manos, solo logro entender algunas palabras.

«Una hora»

«Incapacidad de recuperarse»

«Pérdida de control»

«Daños cerebrales irreversibles»

La fecha es de 2005. Sigo buscando en otros documentos. Hay pruebas con varios sujetos, al parecer utilicé ratones.

Mi cabeza da vueltas, y mis días en este lugar empiezan a transmitirse en mi cabeza. La razón de crear el Elixir está clara en mí, aunque no recuerdo porqué lo tomé, sé el motivo por el cual lo creé.

Tras el esfuerzo, pero, debo apoyarme en la mesa y sentarme en una de las sillas más cercana.

— Ángel — exclama Jade, caminando hacia mí.

— Estoy bien, déjame a solas un rato — suspiro.

— Como quieras, pero, te dejo esto. No creo que quieras que nadie lo encuentre. Lo dejaste en la base de San Petersburgo.

¿Estuve Rusia? ¿Tenemos bases en Rusia?

Ya no puedo más.

Jade me tiende un libro de cuero negro con un círculo bordado en el centro. Al abrirla me doy cuenta de que es mi letra a simple vista.

Siempre me pregunté porqué me gustaba alargar más de la cuenta las 'y' cada vez que la escribías ocho veces o la razón por la que estiraba hacia arriba la barra de la letra 't', una vez si, y otra no, pero desde luego ahora lo entiendo.

Eran pequeñas pistas para diferenciar mi propia escritura.

Jade se marcha de este lugar y cierra la puerta detrás de ella. Le escucho ordenar a todo el mundo que se retire y regañar a Ámber en un tono cariñoso por intentar desobedecerla.

»Ángel Deberaux nació y se crió con Lia como madre.

»A los trece años empezó a seguir a Bellamy tras salir de la ruleta.

»Con catorce años exterminó a cuarenta y siete sectas de la R.R.

Utilicé un método de escritura poco habitual. Cada entrada explica una parte de mi vida. Hay una hora y una fecha determinada en ciertos apartados, supongo que corresponden al momento en el que sucedieron esos hechos. El resto carece de datos, parecen más simples deseos o pensamientos que cruzaban mi mente. Que escribiera mi vida en tercera persona, explica la locura de ser que soy.