Capitulo 20: Una cabaño

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Castillo Bukchaman

La oscuridad de la noche rodeaba el castillo cuando Alec MacClain regresaba a caballo, acompañado por Lachlan, Randal y Lucien.

Como en las últimas dos semanas, el tomaba a su grupo de hombres y ellos les acompañaban, mientras Mail y su padre se repartían con otros grupos. Incluso Angust que en esos momentos estaba en el castillo MacClain cuidando de las tierras y de Ania y Keith, mientras el Diablo y Niara estaban en las tierras de Norte visitando a sus hijas, disponía a un grupo de guerreros y cada día patrullaba las tierras del Diablo buscando a su nieta.

Todos los clanes habían puesto de su parte, su hermano Connor con los Fergusson, Los MacPearson, incluso Niaj había interrogado a cada uno de sus hombres intentando averiguar si su hijo había dado detalles de lo que planeaba.

Dos semanas, dos semanas buscándola sin parar y sin obtener ninguna información. Dos semanas sumergido en su propia desdicha, sintiéndose vacio.

-Tienes que descansar -Lachlan habló desmontando su caballo.

-Venga -Lucien desmontó el suyo y se acercó al caballo de su hermano -Entremos y comamos algo y después descansa.

-¿Los otros grupos? -Alec miró a Lachlan, necesitando hacer esa pregunta, como cada noche que regresaban de buscarla, aunque supiera que Lachlan le informaría en el momento en que viera que alguno de los otros grupos la habían encontrado.

-Ya están cenando -Lachlan suspiró mirando hacia el castillo -Nada.

Alec desmontó su caballo, entregando las riendas al hombre que se acercó y después caminó hacia el castillo, parándose ante los escalones.

-Vamos -Lucien colocó la mano en su hombro.

-Ve tu -negó con la cabeza -Me quedare tomando el aire.

-Alec -Lucien lo miró a los ojos -Volverá, sé que mi hermana volverá. Y si de algo puedo estar seguro es de que Dougal la cuidara y la mantendrá a salvo.

-Lo sé -respondió desviando la vista, en un intento de ocultar las lagrimas que se agolpaban en sus ojos -Pero no está conmigo, se está alejando de mi, está intentando olvidarme. Y si lo hace....

-No lo hará -Lucien le sonrió levemente -Cuando amas, no puedes dejar de pensar en esa persona. Yo no pude olvidar a tu hermana y lo intente -hizo una leve mueca -Supongo que tenemos que pagar haber sido lo que fuimos -suspiró, se giró y subió los escalones dejándole solo.

Alec le observó marcharse y después se sentó en uno de los escalones y cerró los ojos con fuerza, sintiendo las lagrimas descender por su rostro. Dejando que todo su miedo saliera de él, rodeado en el silencio de la noche, sumergido en sí mismo, sin darse cuenta de la figura que le observaba en la puerta del castillo.

Ewan MacClain avanzó en silenció, sentándose junto a su hijo y colocando la mano en su hombro, haciendo que le mirara.

-No sé lo que ha pasado entre vosotros, pero sé que acabareis juntos -apretó el hombro de su hijo -Tendrás a tu mujer y a tu hijo a tu lado.

-¿Como estas tan seguro? -Alec suspiró.

-Porque yo lo conseguí -sonrió levemente -A pesar de ser un idiota, de dejarla marchar, de no saber que existías, a pesar del Rey, de la corte, del título. A pesar de todo lo que pudo interponerse entre nosotros, yo recupere a mi mujer y a mi hijo. -le miró a los ojos -Y no lo merecía, nunca la he merecido, pero era mía.

Tras abrazarse en silenció, Ewan palmeó la espalda de su hijo y se incorporó, señalando con la cabeza hacia la puerta. Segundos después, Alec se levantó y caminó junto a su padre al interior, para cenar con su familia.

Tras una cena extraña, con la tristeza de no encontrar a Coira, a pesar de tener la seguridad de que estaba bien, pues estaba con Dougal, todos se retiraron a dormir, incluido Lachlan que estaba quedándose en el castillo por si en algún momento conseguía ver algo, estar cerca de todos.

Pero después de tantos días, incluso el mismo, por primera vez, estaba desanimado por no lograr ver, sin poder ayudar. Algo que cambió ya entrada la madrugada, cuando en la calma de sus sueños, la vio.

Se incorporó bruscamente, sintiendo su corazón acelerado y sin dudarlo saltó de la cama y abrió la puerta bruscamente, saliendo al pasillo y corriendo por él hasta llegar a la habitación de Alec y abrir bruscamente.

-¡Una cabaña! ¡Esta en una cabaña al límite de las tierras Bukchaman, junto al bosque! -gritó viendo como Alec se incorporaba en la cama bruscamente. 

Los Hijos de las Highlands 2Where stories live. Discover now