Capitulo 7: Cortejar

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Abrio la puerta de la habitación y entró cerrando despacio, se apoyó en ella observandole plácidamente dormido en la cama. Camino sobre la alfombra, moviendo un pie contra el otro para deshacerse de los zapatos, al llegar al colchón, agarró su vestido alzándolo y subió una pierna y después la otra. Lo miró y frunció el ceño al escuchar el leve ronquido que salió de él. Se tumbó de lado, apoyando la cabeza en la mano sin dejar de mirarle. Alzó su otra mano y acaricio su pelo, después extendió su dedo y golpeó la nariz de él.

-Um -un leve quejido y siguió durmiendo.

-Podrían entrar en tu habitación veinte guerreros y ni cuenta te darías -habló negando con la cabeza, volvió a golpear la nariz de él, aguantando la risa al ver la mueca en su rostro encogiendo la nariz -Kirk. -pero él seguía durmiendo -Señor indisciplinado, hora de levantarse -suspiró viendo inútil su intento, finalmente se acercó a él, inclinando su rostro sobre la oreja de él -Buenos días cariño.

-¿Ohm? -Kirk abrió los ojos parpadeando -¡Joder! -se arrastro bruscamente por la cama cayendo por el otro lado de esta -¡Mierda!

-¿Pero qué haces? -riendo Elsepth se arrastro por el colchón para asomarse al otro lado.

-¡No mires! -y él tiró de la manta que estaba sobre la cama, cubriéndose.

-Uy si, no vaya a ser que me asuste -ella rodó los ojos tumbándose en la cama, de nuevo de lado y con la cabeza apoyada en la mano -¿Estas bien? ¿Puedes levantarte o tu trasero ha salido muy perjudicado?

-Mi trasero está perfectamente -molesto Kirk sujetó la manta a su alrededor al tiempo que se levantaba -¿Se puede saber que haces aquí?

-Despertarte cariño -ella le sonrió, luego alzó su mano señalándole -Lo cual es una tarea difícil. ¿Como es posible que no te enteres de que alguien entró en tu habitación y se metió en tu cama?

-Es que nadie tiene porque entrar a mi habitación y meterse en mi cama -la miró con los ojos entrecerrados -¿Vas a tomarlo por costumbre?

-No -ella alargó la mano y le tomó del brazo, tirando de él para obligarlo a volver a la cama, sabiendo perfectamente que no podría, pero él cedió suspirando -No será necesario ya que cuando nos casemos tu habitación será mi habitación y tu cama mi cama. -Kirk frunció el ceño mirandola mientras se acomodaba de lado -Por cierto, roncas.

-Yo no ronco -respondió molesto.

-Si, lo haces -ella le sonrió -Te acabo de escuchar

-Que no ronco -negó con la cabeza.

-Que si -ella asintió, después le miró de forma tierna -Es un sonido tan mono, como un pequeño silbido, como un perrito llorando.

-¿Me estas comparando con un perro? -alzó su mano pasándola por su pelo despeinado.

-Un cachorrito más bien -ella le sonrió.

-¿Has venido a compararme con un cachorrito? -alzó ambas cejas.

-No -se removió en la cama, tumbándose bocarriba mirando al techo -Vengo a decirte que me tienes que cortejar.

-¿Qué? -Kirk se incorporó sentándose.

-Tenemos que mostrarnos como una pareja -ella se encogió de hombros -Ademas Constance me dijo que nuestros padres dudan del compromiso, nunca han visto que me cortejaras.

-Porque no lo hice -él suspiró -¿Que se supone que tengo que hacer?

-Nunca has cortejado a ninguna mujer -ella giró el rostro para mirarle -¿No?

Los Hijos de las Highlands 2Where stories live. Discover now