Capitulo 14: Me tenéis a mi

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   -Buenos días -Coira saludó al hombre que le sonrió.

-Señorita Bukchaman -el guardia se apartó de la puerta del granero.

-Venimos para un recuento de las reservas -Coira miró el granero y después al otro granero que estaba a unos metros. -¿Están ambos llenos?

-SI señora, repartimos el trigo, la cebada y las legumbres entre ambos -el guardia asintió.

-Yo me encargo del otro -Josh se paró a su lado con el papel y la pluma a su lado.

-Bien -ella asintió y dio un paso hacia la puerta del granero.

-Permítame señorita -el guardia se adelantó y le abrió la puerta.

-Gracias -y sonriéndole entró al gran genero. Miró a su alrededor haciendo una meca al ver que no estaba en su mejor estado. Tendría que hablar con Alec para que lo arreglaran. Suspiró, observando los sacos dispuestos por el lugar y algunas cajas. Se acercó a una caja vacía y la volcó colocándola sobre otras que estaban llenas, dejó el papel sobre ella y la pluma con el pequeño tintero. -Veamos -caminó por el primer pasillo, revisando los sacos marcados como trigo y contando - se giró y regresó a la caja, se inclinó sobre ella y tomó la pluma mojándola y escribiendo. Se incorporó y miró al otro pasillo, extendió la mano para soltar la pluma y sin querer tiró el tintero. -¡Oh! -se apresuro a levantarlo y suspiró observando sus manos manchadas. Miró a su alrededor en busca de algo para limpiarse y entonces escuchó el sonido de la puerta del granero sobresaltándola. -¡¿Hola?! -miró a su alrededor con el ceño fruncido -¡¿Josh?! -caminó despacio dudando -¡¿Hola?! -y entonces la espalda -¡Ah! -gritó moviéndose con rapidez, moviendo su brazo y dando un codazo a su atacante, escuchando el jadeo de este al soltarla y girándose, viendo a Alec inclinado hacia delante -Oh, Alec.

-Yo también me alegro de verte cariño -El se incorporó, con la mano en su estomago y sonriéndole -Veo que sigues sabiendo defenderte muy bien.

-¿Lo dudabas? -ella le sonrió.

-Pero has cometido un error -la miró fijamente y entonces dio un paso hacia ella -Te has quedado parada ante tu atacante. -y se abalanzo sobre ella.

-¡Ah! -gritó riendo, girándose y solo consiguiendo dar dos pasos antes de que el la agarrara por la cintura y la alzara. -¡Bájame!

-¿Que obtengo a cambio? -la giró en sus brazos, empujándola contra la madera del granero y encerrándola con su cuerpo.

-¿Que es lo que quieres? -ella le sonrió alzando las manos para apoyarlas en sus hombros, miró sus labios -¿Un beso? -y alzó el rostro hacia él para besarlo. Un beso suave y lento, que Alec se encargó de convertir en ansioso y rápido. Ambos jadearon mientras sus cuerpo se apretaban contra la pared.

-Me temó que no tendré bastante con eso cariño -y él bajó la mano, levantando su vestido y acariciando sus muslos, empujando contra ella, obligándola a alzar la pierna para encajar su cuerpo -Nunca tendré bastante -beso su mandíbula, bajando por cuello y llegando a su escote, besándolo y mordisqueando suavemente, haciéndola gritar de sorpresa.

-Alec -se arqueó hacia el -El guardia...

-Lo mande a ayudar a Josh -y la otra mano de él bajó por su otra pierna, levantándola en el aire y empujándola de nuevo contra la pared -Rodéame con las piernas cariño .

-Um -Coira gimió obedeciéndole, enlazando sus piernas tras él.

-No voy a ser suave, no puedo -la mano de Alec se movió entre ellos, llegando a su cinto y abriéndolo, para después abrir sus pantalones -Me consumes Coira -y se movió contra ella, deslizándose en su interior y haciéndola gemir, mientras se agarraba con fuerza a la camisa de él.

Los Hijos de las Highlands 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora