Kikyo una joven incubadora para personas que no pueden llegar a tener hijos, es llamada por un matrimonio millonario, acepto ser la incubadora de ambos, pero lo que no contó era que se iba a enamorar de él.
¿sera que él le corresponda sus sentimient...
Despertándose, noto que estaba durmiendo en su cama con la ropa de ayer, levantándose pudo percibir un delicioso olor. Saliendo de su habitación se dirigió a la cocina encontrándose con la mesa lista y la comida servida.
- buenos días - volteando su rostro lo vio con una toalla al rededor de su cintura.
- buenos días - contestó mirando a otro lado con un leve rubor en sus mejillas.
- siéntate a comer - dijo con una toalla en su cuello.
- gracias... Pero no era necesario que lo hagas - empezando a caminar para ya no tener que ver su torso desnudo - *cálmate*
Escuchando como toca el timbre de su puerta se iba a levantar para abrir la puerta pero sesshomaru le ganó abriendo la puerta. Cerrando la puerta, en su mano tenía su traje de negocios. Terminando de comer, sesshomaru se fue de ahí con una sonrisa en sus labios, lo que Kikyo no noto. Ella salió para tomar un poco de brisa, encontrándose sin querer con Naraku.
- parece que el destino nos llama eh? - acercándose a ella.
- buen día señor Naraku - haciendo una reverencia.
- ¿te parece si damos un paseo? - extendiendo su mano a ella.
- no yo...
No la dejo terminar, cogiendo su mano se la llevo a arrastras de ahí llevándola a otro lugar. Llegando a un restaurante kikyo iba a protestar pero él no la dejo hablar y la metió a la fuerza, la platica fue algo rara por así decirlo, kikyo solo asentía la cabeza y él solo le preguntaba o hablaba un poco de si mismo.
- gracias por la comida señor - dijo cuando salieron del restaurante, cuando estaba por irse él la atrajo hacia él.
- no tan rápido querida - abrazándola por su hombro hizo que les tomara una foto juntos - vamos te llevo a casa, esta muy noche para una joven como tú - guardándose la foto con ella.
- no sera necesario - agitando su mano.
- insisto - dijo.
- gracias por la oferta, pero se cuidarme sola - rechazo.
- *tal y como me lo dijo... es una terca* - pensó con una sonrisa en sus labios - entonces ¿te puedo pedir un favor?
- de pende del favor señor - dijo.
- se mi incubadora - contesto dejándola sorprendida.
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