Kikyo una joven incubadora para personas que no pueden llegar a tener hijos, es llamada por un matrimonio millonario, acepto ser la incubadora de ambos, pero lo que no contó era que se iba a enamorar de él.
¿sera que él le corresponda sus sentimient...
Habían pasado cinco meses desde que ella empezó a vivir en su casa, desde que la abraza por detrás para poder acariciar el bebé de él, sintiendo como ella se estremece por encima de la ropa, siempre la a respetado y solo acariciaba a su hijo por encima de la ropa que ella suele ponerse. Pero por alguna razón quería tocarla más ir más lejos, tocar la piel de ella, sentir sus jadeos, pero cuando iba a más allá de eso siempre se reprendía por dentro, él ya estaba casado con una de las más famosas supermodelos de todo el país. Y sabia que no iba a encontrar otra igual, así que a veces se iba a la empresa para ver como iba todo allá si estaba todo en orden, y parecía que iba bien, tal cual la dejo, solo pequeños problemas con unos asunto sin importancia que él mismo se encargaba personalmente.
- *esto debe terminar* - pensó mientras estacionaba su auto y entregaba las llaves al chofer para que lo guarde en otro lugar.
Entrando subió arriba mirando como kikyo seguía dormida boca arriba dejándose notar el pequeño bulto entre las cobijas, quitándose la ropa se acostó a lado de ella poniendo su mano en el vientre de ella sintiendo lo cálido que es al hacer eso, pero tuvo que apretar sus cejas al escuchar la llamada de su celular. Retirándose a regañadientes fue a contestar la llamada notando que es naraku.
- ¿Qué sucede? - pregunto sonando molesto. Naraku llamo para darle una noticia nada agradable, pues tenia problemas con el acuerdo de la otra empresa, y si no se hacia nada al respecto el trato se iba a romper en ese mismo instante. Conversando se dio un acuerdo entre él y naraku, que era que él iba a ir a su casa para poder resolver ese tema y llevar a cabo el trato con la empresa banryu que era con la que tenían un acuerdo.
Ahora naraku iba a su casa para poder resolver ese tema y que él se largara de una buena vez de su casa y poder estar tranquilo, no sabia porque, pero se sentía un poco molesto cuando naraku se acercaba a ella, no le gusto por nada, pero sabia que debía tener compostura y calmarse, pues sabia que no sentía "nada" por ella y sentir ese tipo de pensamientos era absurdo para él que mejor decidió calmarse y no dejarse llevar por sus impulsos.
- nos vemos mañana sesshomaru - vio como se despedía naraku mientras miraba a sus costados para ver a la joven incubadora, eso le molesto de alguna manera, pero no dijo nada y cerró la puerta entrando, llegando a la sala notó como ella estaba acostada dormida de lado en el sillón.
Soltando un suspiro la cargo con cuidado y la llevo a su habitación para que este más cómoda mirando como se despierta en el proceso mientras se retiraba al baño, segundos después él también se fue al baño quitándose su incomoda ropa. Solo quería hacer dos cosas, una: entrar y abrazarla por detrás para sentir la piel de ella contra la de él, dos: tenerla abrazada hasta tener que salir.
Pero jamás se imagino que la iba a besar, ese no era lo que tenia en mente, no era lo que tenia pensado, pero ya era tarde para retractarse, quería seguir más lejos, ir más allá de lo que había pensado, sabia que no debía, pero era tarde...
- kikyo - susurro por primera vez su nombre.
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