Capítulo 14

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Kim House, marzo de 1820

Querido J:
Bien, por cierto la marquesa Kim está muy orgullosa hoy. Tuve mi debut, mi presentación en la corte, abonos para Almack’s y todo, y no hay duda que soy un éxito rotundo.
Esto no debería ser una sorpresa, ya que oficialmente he estado en el mercado matrimonial durante casi dos semanas, y no he tenido una sola conversación interesante. Ni una sola, ¿podrías creerlo? Mi madre está en busca de un duque, pero no es como si hubiera un exceso de duques jóvenes y elegibles a la mano.
Lo confieso, esperaba poder verte... en un baile, en una cena o en algún evento esta semana, pero has desaparecido y todo lo que me queda es una hoja de papel.
Un nombre apropiado. Tonto por supuesto

Anónimo

(Carta no enviada)

1831


The Fallen Angel era magnífico.

Taehyung nunca había visto nada tan imponente como este lugar, este maravilloso y opulento lugar, lleno de luz de velas y color, rebosando de personas que voceaban apuestas obscenas, se revolcaban de risa, besaban sus dados y maldecían su mala suerte.

Él se había anunciado en voz baja, sin querer revelar su identidad, pero sabiendo que si no les dijera a los hombres que protegían la entrada su nombre, no sería admitido. Los ojos de éstos se habían abierto de par en par cuando dijo su identidad, nombrando a su marido y demorándose en las sombras de la entrada, esperando a que ellos decidieran creerle.

Cuando uno de los hombretones había sonreído de oreja a oreja y golpeado dos veces en la puerta interna con un puño del tamaño de un jamón, la puerta se había abierto apenas.

—El Marqués de Jeon. Mejor dejarlo entrar.

<<El Marqués de Jeon>>

Un temblor de conciencia lo atravesó como un rayo ante la descripción, una que él no quería y aun así no podía oponerse. Una que planeó utilizar para su completo provecho esa noche cuando le había dado a su marido una parte significativa de su mente.

Pero entonces, la puerta se abrió de par en par, revelando un carnaval de movimiento y sonido, Taehyung olvidó su objetivo inmediato.

Se arrebujó en la capa, agradecido por el consejo de Choi y por la capucha demasiado grande que lo dejaba en las sombras mientras observaba a aquellos a su alrededor pendientes de sus naipes, rastrear la pelotita de marfil de la ruleta, seguir sus dados a través del lujoso tapete verde mientras éstos caían a los vientos del destino.

Era la aventura en su forma más vil y pura.

Y él amó cada centímetro de eso.

No era de extrañar que Jungkook pasara gran parte de su tiempo aquí, esta era su diosa, su belleza de cabellos negros como el ala de un cuervo. Y Taehyung no podría culparlo. Era una amante magnífica.

Los hombres con sus abrigos negros y austeros, y sus corbatas perfectamente anudadas, los mayordomos que se desplazaban al piso del casino con bandejas cargadas con whisky y brandy, y las mujeres con sus reveladores canesús, cada uno de un color más brillante que el anterior. Estaban pintadas, ataviadas con excesivo detalle, peinadas y teñidas, y Taehyung deseó ser como ellas. Por un momento fugaz, conocer lo que era sostener la fortuna en tu mano. Lanzar los dados y conocer la emoción de la proeza.

Pero fue el vitral macizo e innegablemente bello que le hizo contener el aliento. Un retrato grande e impresionante de Lucifer, la cadena alrededor de su tobillo rodeándole dos veces la pierna antes de arrastrarse al abismo, su cetro roto por la mitad todavía apretado en una mano, su corona en la otra. El enorme ángel caía de cabeza en las llamas del infierno ya que sus alas ya no eran capaces de mantenerlo en vuelo.

𝐄𝐯𝐞𝐧 𝐢𝐟 𝐢 𝐝𝐢𝐞, 𝐈𝐭'𝐬 𝐲𝐨𝐮¹ °ᴷᴼᴼᴷᵀᴬᴱ°Where stories live. Discover now