Capítulo 23

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Taehyung no durmió esa noche. Ni siquiera lo intentó.

Así que, cuando Ho Seok apareció a la mañana siguiente, no le importó que fuera demasiado temprano para recibir visitas. Estaba de pie junto a la chimenea, con el sobretodo puesto, el sombrero y el bastón en la mano, cuando Taehyung entró en el recibidor.

Se volvió, lo miró a los ojos enrojecidos y dijo, lleno de tacto:

—Por Dios. Tienes un aspecto tan horrible como el de Jeon.

No hizo falta nada más. Taehyung rompió a llorar.

Ho Seok se acercó a él.

—Ay, Tae. No... Ay, maldita sea. No llores. Lo retiro. No tienes mal aspecto en absoluto.

—Mentiroso —dijo, secándose las lágrimas.

Él hizo una mueca con un lado de la boca.

—En absoluto. Tienes un aspecto estupendo. Para nada el de un doncel afectado.

Taehyung se sintió como un idiota.

—No puedo evitarlo, ¿sabes?

—Le quieres.

El doncel inspiró profundamente.

—Terriblemente.

—Y Jungkook te quiere a ti.

Las lágrimas amenazaron de nuevo.

—Eso dice.

—¿No le crees?

Quería hacerlo.

Desesperadamente.

—No puedo... No puedo entender por qué lo haría. No entiendo qué hay en mí que haya podido hacerle cambiar. Que le haya conmovido. Que le haya hecho amarme.

Se encogió de hombros y se miró los pies.

—Oh, TaeTae... —suspiró, atrayéndolo hacia él en un cálido abrazo fraternal—. He sido un idiota. Y Park también. Y todos los demás. Tú eres mejor que cualquiera de nosotros. Que todos nosotros juntos —dio un paso atrás y lo sujetó por los hombros firmemente, mirándolo directamente a los ojos—. Y también eres mejor que Jungkook.

Taehyung inspiró profundamente, y alisó con la mano la solapa del sobretodo de él.

—Sabes que no lo soy.

Él torció la boca en una media sonrisa irónica.

—Y esa es la razón por la que no te merece. Porque es un real zoquete y tú le sigues amando.

—Sí —dijo suavemente.

—Le vi anoche, ¿sabes? Después de que le dejaras —Taehyung levantó la mirada—. Me entregó la prueba de mi escándalo. Me dijo que se lo habías ganado.

—Él me lo dio —corrigió—. No tuve que apostar por ello. No iba a arruinarte, Ho Seok. Se detuvo.

Ho Seok sacudió la cabeza.

—Tú lo detuviste. Le querías lo suficiente para mostrarle que en la vida hay más cosas que la venganza. Le has cambiado. Le has dado otra oportunidad de ser el Jungkook que conocíamos en lugar del frío y duro Jeon en que se había convertido. Tú moviste la montaña —levantó una mano para acariciarlo en la barbilla—. Te adora. Cualquiera que tenga ojos puede verlo.

Te elijo a ti. Elijo el amor.

Las palabras a las que no había parado de dar vueltas en su cabeza a lo largo de toda la noche cobraron sentido repentinamente. Y, como si se hubiera encendido una vela, supo, sin ninguna duda, que eran ciertas. Que lo amaba.

𝐄𝐯𝐞𝐧 𝐢𝐟 𝐢 𝐝𝐢𝐞, 𝐈𝐭'𝐬 𝐲𝐨𝐮¹ °ᴷᴼᴼᴷᵀᴬᴱ°Where stories live. Discover now